La oposición podrá condicionar al Gobierno modificando las Cuentas prorrogadas en el Parlamento
PRC, PSOE y Vox tienen números para aprobar leyes para mover de lugar las partidas si logran acuerdos como el que tumbó el Presupuesto
El Presupuesto de Cantabria es una ley autonómica. Un tanto peculiar, porque se trata de una norma con fecha de caducidad que decae cada 31 ... de diciembre salvo que el Gobierno de turno se vea obligado a prorrogar las Cuentas, como ocurrirá en 2026. Y como todas las leyes, se puede modificar con una mayoría parlamentaria suficiente. Una mayoría en la que esté el partido que sustenta el Ejecutivo de María José Sáenz de Buruaga (PP) o no. Porque, de la misma forma que PRC, PSOE y Vox han tenido votos suficientes para tumbar el borrador presupuestario que el lunes defendió ante la Cámara el consejero de Economía, también los pueden tener para aprobar leyes que modifiquen el Presupuesto prorrogado. O lo que es lo mismo, para condicionar la acción del Gobierno.
Al contrario de lo que ocurre con las proposiciones no de ley (PNL) que se debaten cada lunes en el Parlamento a propuesta de los grupos políticos, que son una mera declaración de intenciones que la Consejería aludida puede atender o no, las proposiciones de ley que salgan adelante sí son de obligado cumplimiento. Por ejemplo, con una proposición de ley se podría obligar al consejero Sergio Silva a revisar las condiciones salariales de los docentes. Parece claro que regionalistas y socialistas estarían a favor, otra cosa es que Vox apoye una votación en este sentido. Pero sí puede haber un acuerdo a tres en otras materias.
Esta forma de impulsar la acción del Gobierno desde la Cámara autonómica es infrecuente porque, históricamente, en las últimas tres décadas, los distintos ejecutivos han podido aprobar sus Presupuestos y no han tenido una mayoría parlamentaria en contra, pero puntualmente los diputados si han impulsado proposiciones de ley para modificar las Cuentas.
Sin ir más lejos, la pasada legislatura. Con motivo de la irrupción del covid, todos los partidos se pusieron de acuerdo para aprobar una línea de ayudas a los sectores económicos más afectados por el confinamiento por valor de 15 millones de euros. Como la pandemia fue una situación sobrevenida, no había partidas reservadas para este fin. Y lo que hizo el Parlamento fue 'ordenar' al bipartito que buscara el dinero donde fuera necesario para poner en funcionamiento esta nueva política de subvenciones. No dijo de dónde tenía que sacar los recursos, solo que esas ayudas eran indispensables. Y así se hizo.
Ahora, tampoco el Presupuesto prorrogado contempla la subida de sueldo de los funcionarios para el año que viene que acaba de aprobar el Gobierno central y Buruaga y el consejero Agüeros tendrán que bucear en los números para aplicarlo.
Una diferencia entre esta nueva situación y la que se dio con el coronavirus es que entonces había unanimidad de todos los grupos. Eso permitió aprobar esta ley –que modificaba la ley presupuestaria en vigor– por procedimiento de urgencia y con lectura única en solo 15 días. Sin esa unanimidad, una proposición de ley de este tipo, que puede condensarse en un articulado único de un puñado de párrafos, podría estar lista en dos meses.
El Parlamento no solo podría mover partidas, también introducir algunas de las bonificaciones fiscales –en materia de apoyo de compra a la vivienda y apoyo a las personas con enfermedades raras, entre otras– que estaban en la Ley de Acompañamiento del Presupuesto elaborada por el PP y que también decayó. Esas mismas u otras nuevas.
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