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Alumnos del grado de Actividades Ecuestres hacen prácticas de doma en el CIFP La Granja de Heras. DM
Ordeñar, regar y podar: las prácticas «de siempre» no fallan en La Granja

Ordeñar, regar y podar: las prácticas «de siempre» no fallan en La Granja

Pruebas pospuestas, menús en frío y «recursos sin enchufe»: así vivieron las aulas una jornada lectiva sin electricidad

Mada Martínez

Santander

Martes, 29 de abril 2025, 19:56

Los alumnos del CIFP La Granja de Heras se calzaron las botas el lunes y se fueron de prácticas a los establos, jardines y viveros de este centro integrado de Formación Profesional con sede en Heras y especializado en grandes familias profesionales, como la agraria o la medioambiental. Las clases sobre el terreno son frecuentes en los ciclos medios y superiores que se imparten en las instalaciones de Medio Cudeyo, pero el día del gran apagón todos allí se sintieron «especialmente afortunados por disponer de una finca tan grande» en la que pudieron «dar clase en el campo», celebra su director, Carlos Micó.

En un «momento de incertidumbre» como el del lunes, sin recursos «digitalizados» ni simuladores a mano, el centro recondujo las clases teóricas y se lanzó al campo. Las prácticas «de siempre», admite Micó, no fallaron. Los alumnos del grado de Actividades Ecuestres se dedicaron a practicar la doma; los de Paisajismo y Medio Rural se esmeraron con un tratamiento biológico para proteger las plantas de grosellas que crecen en Heras, y los de familia agraria se pusieron manos a la obra con un sistema de riego por goteo en los invernaderos. «Lo que más se nos complicó fue la atención a las vacas de leche. Hubo que volver al ordeño manual hasta más allá de las siete de la tarde, que no llegó la luz. Lo hicimos gracias a los compañeros de produccion ganadera y al personal de la finca, que siempre nos echan un cable en momentos difíciles como este. Sin la ayuda de la gente no hubiera sido posible», subraya Micó.

Otra complicación fue la vuelta a casa. Parte de los alumnos de La Granja se quedaron sin transporte de regreso. Hubo quien logró volver en coche con su familia, con la de un compañero o con un conductor solidario. Marcos Hernández, profesor de la familia agraria desde hace un lustro, acercó a uno de sus alumnos a su domicilio, en Bárcena de Pie de Concha. «Se hace por empatía, por solidaridad, ya está», dice con sencillez. Como sus compañeros, este docente rehízo sus clases el lunes y la finca fue el mejor escenario para ello. «Solemos tener prácticas en el campo y allí no necesitas 'recursos de aula'. Hubo compañeros que se las ingeniaron para hacer actividades diferentes, cambiaron la parte teórica por la práctica. Este centro se presta a ello», ha contado este martes Hernández.

La misma reflexión, pero adaptada a Infantil y Primaria, transmite María José Rioseco, directora del CEIP Aguanaz de Entrambasaguas y portavoz de los responsables de los colegios de Cantabria. El lunes «volvimos al papel y a la tiza, pero es que nunca los hemos abandonado. Los docentes tenemos mucha versatilidad, dinámicas y recursos», ha recordado en un receso de un curso de formación que ella y sus compañeros han seguido durante todo el día, si bien sin perder de vista la marcha de la primera jornada tras el apagón.

Lo cierto es que el día después ha transcurrido con «normalidad», tal y como ha confirmado la Consejería de Educación por la mañana y ha reconfirmado a mediodía la presidenta, María José Sáenz de Buruaga. Se han retomado las clases según lo previsto y no se han reportado incidencias en el transporte escolar. De hecho, Cantabria ha mantenido la realización de las pruebas de conocimiento que dan luego pie al Informe PISA, en el que el sistema educativo autonómico figura como el tercero mejor de España.

El lunes, sin electricidad, los colegios mantuvieron también el servicio de comedor. El menú «dependió» de que el centro dispusiera de 'catering' o línea caliente, o, por contra, de cocina propia, in situ. En el segundo caso, se improvisaron menús en frío. «Creo que pudimos resolver la situación bastante bien», ha señalado Rioseco, una idea que también apoya Norberto García: «Considero que fuimos tomando decisiones acertadas y que nos pudimos coordinar», ha indicado el titular del IES Montesclaros (Reinosa), así como portavoz de los directores de Secundaria.

También se conformaron con un pincho o un túper tibio los alumnos de la Universidad de Cantabria (UC) a los que el apagón les pilló en el campus. Darío Encinas se dio cuenta de que algo extraño pasaba nada más pisar Las Llamas, con sus instalaciones apagadas y «todo el mundo» comentando la situación, evoca el estudiante de Derecho, que tenía un parcial de previsto por la tarde que finalmente se pospuso. Su profesor se encargó de difundir el cambio con los medios a su alcance y «un poco» todos, en la medida de sus posibilidades, aportaron a la causa. «Hicimos correr la voz, el mensaje». Ahora, tras constatar que «existe la posibilidad» de un fallo de estas dimensiones, Darío anima a pensar en las consecuencias y «en si estamos preparados o no para superarlo« nuevamente.

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