Playas abarrotadas en el primer fin de semana de lleno
Pese a que el gran despegue de la temporada turística estival cántabra se espera tras San Fermín -como ocurre todos los años- ayer el calor ... y el sol dejaron imágenes propias de los mejores días de verano. Playas abarrotadas, bañistas disfrutando de la buena temperatura del Cantábrico, terrazas llenas y una bahía de Santander colmada de embarcaciones de recreo. «Hace muy bueno, pero que muy bueno. Y encima ya nos han dicho que viene una ola de calor... Así que imagino que la gente ha prevenido y ha tirado para acá», razona Adolfo Ronaldo, vecino de Santander. La sensación era la de estar viviendo el primer fin de semana de pleno verano.
Al ánimo de los cántabros por aprovechar el día se sumó la llegada de turistas para llenar las playas de Santander, donde los vigilantes de Cruz Roja colgaron bandera verde. «Venimos con un grupo de amigos y hemos pensado que por la mañana nos toca playa, y por la tarde ya veremos si vamos a visitar algún pueblo», cuenta Mónica Gil, madrileña, mientras aguarda a ducharse en la segunda playa de El Sardinero tras disfrutar de un buen baño. Algo necesario para aguantar toda una mañana bajo un sol que elevó los termómetros hasta los 26 grados en Santander y los 27 en Torrelavega. La máxima temperatura de la región se alcanzó en Polientes, donde el mercurio ascendió hasta los 31 grados.
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Esta imagen de calor y lleno turístico se repitió ayer en otros tantos arenales de la capital. También en La Magdalena y en El Camello, donde muchos foráneos continúan deteniéndose hipnotizados por el rítmico golpeteo de los jugadores de palas.
Se alcanzaron 26 grados en Santander y los 27 en Torrelavega; aunque en Polientes el termómetro llegó hasta los 31
Quien no optó por la playa, aprovechó para disfrutar del paseo marítimo de la capital, o para hacer cola frente a los barcos de Los Reginas, que dan un paseo por la bahía o los que llevan a Pedreña, El Puntal o Somo. Porque allí, frente a Santander, la estampa fue la misma. Turistas por doquier. Loredo y Somo mostraron una imagen propia de mediados de agosto. Y el resto de la región, en sus municipios más turísticos, no hubo excepción. En la playa de Brazomar, en Castro Urdiales, no cabía un alfiler, igual que en Laredo o Noja. En el lado occidental, lleno total en Comillas, al menos en su playa; y en San Vicente de la Barquera fueron muchos los que aprovecharon para pasar el día en la playa de Merón. En Liencres, a las doce del mediodía, no cabía un coche más en el aparcamiento que divide las playas de Canallave y Valdearenas.
Lo dicen los hosteleros: si el tiempo acompaña, el verano será bueno. Y de momento habrá suerte. Según la Aemet, las buenas condiciones se mantienen durante toda la semana -que encadenará varios días soleados y de calor- y lo previsible es que el tirón turístico aumente a partir de la segunda quincena de este mes.
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