«No podemos caer en la falsa seguridad que ofrece un test negativo en Navidades»
Salud Pública insiste en que las pruebas ofrecen una «foto fija» puntual, pero que el contagio se puede producir pocas horas después
Aunque no tengan nada de cuento, en las ruedas de prensa que ofrece Salud Pública cada semana para hacer balance de la situación en Cantabria ... se relata el caso de un brote concreto para sacar la moraleja. Ayer, la principal conclusión de lo que contaron es que «no podemos caer en la falsa seguridad que ofrece tener un test con resultado negativo». Todo, tras describir lo ocurrido con una familia -pareja y un hijo- que se hizo una PCR el día 23 de noviembre. Fue bien en ese análisis: «Salió negativo, y el 29 tuvieron una comida con nueve familiares. Y todos acabaron contagiados». Ahí llegó la moraleja: «Los test ofrecen una foto fija que puede cambiar en 24 o 48 horas». No sirven para bajar la guardia.
Fue el caso concreto que relató Paloma Navas de entre los 63 brotes que hay -según explicó- actualmente localizados en la región (habló de un porcentaje de trazabilidad que está entre el 67 y el 68% de los casos). No escogió ese ejemplo al azar. Con las reuniones por las fiestas a la vuelta de la esquina, la demanda de pruebas (PCR o antígenos, principalmente) se ha disparado para poder acudir con más garantías. Muchos laboratorios privados tienen ya la agenda ocupada de aquí a la Nochebuena. En este sentido, los expertos sí que entienden que es una buena fórmula para detectar posibles asintomáticos antes de la fecha del evento, pero siempre con la advertencia clara de que el resultado de la prueba es el de un momento puntual y que uno puede contagiarse a las pocas horas de haber tomado la muestra. Justo en lo que ayer incidió Paloma Navas en la rueda de prensa.
Siguiendo con los brotes, la responsable de Salud Pública contó otro caso. Otro ejemplo (y, con ello, otra moraleja). En esta ocasión, para poner sobre la mesa los efectos que pueden llegar a tener las reuniones entre burbujas diferentes. Un brote «bastante numeroso», definió antes de precisar. El origen fue un encuentro entre convivientes de tres domicilios distintos. Y el resultado: 34 contagios y 96 personas en cuarentena.
Una reunión con personas de tres domicilios, entre las que había un profesor particular, se salda con 37 contagios
¿Cómo? De entrada, porque de esa cita salieron 17 personas con el virus. Una de ellas era un profesor que se dedica a dar clases particulares extraescolares y que, a su vez, fue el origen de otros diez contagios. Hubo, por tanto, una transmisión secundaria. Y más. Porque los alumnos de ese profesor lo transmitieron, a su vez, a otras siete personas de su entorno cercano. Fase terciaria de contagios en un mismo brote. Total, los 34 casos y los 96 encerrados en su domicilio.
Romper las burbujas
Segunda moraleja: la importancia de mantener contacto sólo con las personas incluidas en la burbuja de convivencia, algo «clave» especialmente de cara -otra vez- a las Navidades. «Y si se mantienen encuentros con personas que no pertenecen a ese grupo», añadió Navas, «es necesario llevar puesta la mascarilla en todo momento».
Al hilo de los brotes y los contactos durante estos días, la rueda de prensa de la responsable de Salud Pública y del subdirector de Asistencia Sanitaria del Servicio Cántabro de Salud, Trinitario Pina, sirvió para ofrecer una batería de datos. Por ejemplo, y en relación al cierre de cifras de la pasada semana, que «la media de contactos estrechos» en cada caso detectado ha vuelto a elevarse: de 2,75 por persona a 3,28, «lo que indica que están aumentando las relaciones sociales, y eso es preocupante». También, que la positividad registra, igualmente, un ligero aumento (de un 8,6% a un 10,7%, aunque aclaró que los datos de la pasada semana, con el puente por el medio y la acumulación de días festivos, podrían ofrecer un panorama algo «distorsionado»).
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.