Las protestas de los profesores con batas blancas desatan el enfado de los médicos
El Sindicato Médico exige a los docentes «respeto» para el colectivo, que «ni está entre los mejores pagados del país, ni tiene dos meses de vacaciones en verano ni la misma plantilla con menos niños»
«¿Por qué hay dinero para la subida salarial de los médicos, pero cuesta encontrarlo para los profesores?» Esa es la comparativa a la que ... se aferra el colectivo docente para mantener el pulso con la Consejería de Educación, con el apoyo de los partidos de la oposición. Sin ir más lejos, el pasado lunes ese mismo interrogante lo planteó el regionalista Pedro Hernando en el Parlamento, después de que el consejero de Salud, César Pascual, le respondiera que podía tener la «absoluta garantía» de que se cumplirá «íntegramente» con el pacto sanitario firmado, que abarca no solo el incremento retributivo para los médicos, sino para todos los profesionales del SCS. Pero resultó una pregunta trampa, porque lo que el PRC quería era ahondar en «esa diferencia» entre unos empleados públicos y otros.
Y hasta ahora, aunque las referencias han sido una constante en los últimos meses, el colectivo médico se había mantenido al margen del conflicto educativo. No era su guerra. Pero que los representantes de los profesores acudieran a la reunión del jueves con la Administración ataviados con batas blancas y los fonendos colgados del cuello (ayer los volvieron a lucir) para reclamar que se suprima la llamada 'cláusula Silva' y se aplique la misma redacción que en el acuerdo con los facultativos, ha acabado desatando «el enfado» del colectivo.
El Sindicato Médico manifiesta «el malestar generado por la utilización de batas y fonendos por parte de los representantes sindicales de los docentes para reclamar sus reivindicaciones haciendo parecer que los médicos son unos privilegiados o reciben un trato de favor por parte de esta Administración». Recuerda la organización sindical que nunca se ha pronunciado sobre las reivindicaciones de otros colectivos profesionales, y por eso exige «el mismo respeto hacia las suyas». «No nos parece justo reivindicar lo positivo obviando lo negativo». Y es precisamente ahí donde centran su respuesta, enumerando las múltiples razones por las que se equivocan con la comparativa. De entrada, el Sindicato Médico argumenta que «a pesar de cada vez hay menos niños, se ha mantenido estable la plantilla de profesores, disminuyendo por tanto la carga de trabajo de los mismos, algo que no ocurre con los médicos, que cada vez tienen que atender más pacientes». Y hablando de diferencias, expone que es «especialmente visible en verano, cuando mientras los profesores disfrutan de dos meses de descanso, los médicos tienen enormes dificultades para poder cogerse dos o tres semanas porque tienen que atender con la misma plantilla a una población que casi se cuadriplica».
Además, el sindicato recuerda que «ni de lejos los médicos cántabros estamos entre los tres mejores pagados del país, al contrario que el profesorado». «Ni tenemos capacidad de negociar nuestro calendario laboral».
Pero no se quedan ahí los ejemplos que expone. A todo eso, añade que «hay escasez de médicos», sobre todo en determinadas especialidades, y «una fuga de profesionales», circunstancias que no ocurren con el profesorado. Sin contar, las dificultades de conciliación familiar cuando se trata de facultativos que realizan guardias. En línea con esto, un aspecto que desde el Sindicato Médico consideran «especialmente sangrante» es que «a los profesores se los reconoce como deber inexcusable el quedarse en casa a cuidar un hijo enfermo, mientras que los médicos tenemos que dejar a nuestros hijos enfermos para atender a los de otros».
Y en lo que respecta a las negociaciones de sus condiciones laborales, señalan otra cuestión que no es baladí: «Los profesores disfrutan de una junta de personal docente donde sus reivindicaciones son negociadas por sus representantes mientras que las de los médicos son negociadas por sindicatos que representan también a otros colectivos profesionales». Y además, apunta el Sindicato Médico, «cuentan con el privilegio de que la negociación se lleva cara a cara con el consejero», mientras que el de Sanidad «se reúne con los sindicatos sanitarios en la primera mesa sectorial de la legislatura para presentarse y no vuelve a acudir a reunión alguna».
Por todo ello, los médicos «esperamos que no se vuelvan a generar situaciones de este tipo que sólo llevan a generar animadversión por parte de otros colectivos sin que obtengan ellos beneficio alguno a cambio». Pero ayer se repitió la escena, cuando los representantes del STEC aparecieron en el Parlamento con batas blancas para denunciar que el Gobierno discrimina a los docentes. Allí estaba prevista la reunión de la Junta de Personal Docente con el grupo parlamentario popular, que se suspendió por ese «espectáculo inaceptable», en palabras del portavoz del PP, Juan José Alonso. «Este intento de los representantes del sindicato STEC denota que su estrategia está basada únicamente en la política de la foto/espectáculo y no en llegar a un acuerdo en beneficio de los docentes de la región», lamenta.
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