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Así se auxilió a conductores en apuros en la A-67 Sane / OPC

La nieve causa problemas en la A-67, la N-611 y mantienen cerrados varios puertos

Las ventiscas paralizan vías como la A-67 y muestran su peor cara en Liébana y Reinosa. En La Cavada, un rayo ha impactado en la Estación cuando el tren estaba estacionado

Javier Gangoiti

Santander

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Sábado, 2 de febrero 2019

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Por si las consecuencias que dejó el temporal de la semana pasada no fueran una preocupación suficiente para muchos municipios, Cantabria se acostó el viernes y ha amanecido este sábado con los primeros síntomas de una jornada marcada por la nieve y el viento. Ese es el rastro que ha dejado la borrasca 'Helena' a su paso por la Comunidad, que ha puesto en jaque el tráfico de vehículos en el centro y sur de la región, así como los planes de muchos habitantes parados en el coche por las condiciones, antes de suavizarse durante la tarde.

Los problemas de circulación han sido la tónica habitual durante todo el día. La A-67 ha sufrido cierres y aperturas intermitentes en función de la evolución de la borrasca, que fue suavizándose a medida que avanzaban las horas hasta que, llegada la tarde, un nuevo empeoramiento de las condiciones obligó a cerrar la vía a camiones y vehículos sin ruedas de invierno.

Ya desde las siete de la mañana, la Guardia Civil se vio obligada a embolsar camiones y vehículos en el polígono industrial de Aguilar de Campoo, en Palencia, además de auxiliar y retirar de la autovía una veintena de coches que se encontraba en dificultades por la nieve y las fuertes rachas de viento, en zonas como Mataporquera y Pesquera. En estos momento sigue prohibido el paso de camiones y articulados en esa autovía, y continúan los embolsamientos de vehículos pesados en Molledo.

Problemas en la N-611

Las malas condiciones también se cebaron con el tráfico en la carretera N-611. Hasta Mataporquera, la circulación fue variando del nivel rojo al amarillo durante la jornada. Las autoridades llegaron a permitir el paso únicamente a turismos que llevaran puestos los neumáticos de invierno, mientras que los vehículos pesados y los autobuses no pudieron circular por este tramo. Una situación que continuó durante toda la jornada y se prolongó por la noche.

Cerca de allí, los habitantes de Reinosa veían caer los copos desde la noche del viernes, primero, y sus coches enterrados por una espesa capa nada más abrir las cortinas por la mañana. La nieve caía copiosamente, y las calles y accesos al pueblo dibujaban el mismo color. Por esta razón, los vecinos –y sobre todo los efectivos de Protección Civil– tuvieron que apartar y despejar la nieve a paladas desde las cinco de la madrugada. Una tarea a la que los campurrianos ya están acostumbrados durante estas fechas y que encuadraron «dentro de la normalidad» porque fue un día que «no dejó incidentes reseñables».

Vivieron una situación más complicada, eso sí, quienes se encontraban más cerca de Alto Campoo, donde ventiscas de hasta 112 kilómetros por hora impidieron la circulación de los coches. Tanto que, aproximadamente desde las 11.30 horas de la mañana, una máquina quitanieves tuvo que apostarse en medio de la carretera a la altura de La Lomba para impedir el acceso de cualquier vehículo a Brañavieja, lo que produjo retenciones muy importantes hasta que se permitió el paso a vehículos con cadenas, ya a primera hora de la tarde. Tal y como informó el Servicio de Emergencias de Cantabria, la retirada de árboles, ramas, cables e incluso contenedores fue habitual en muchas carreteras de la región, plagadas de estos desechos. Ocurrió en Ruesga –CA-261–, en Lamasón –CA-856–, en Val de San Vicente –N-621–, Arredondo –CA-655– o Santa María de Cayón –CA-142–.

Dos de los casos más peligrosos sucedieron en Ruente y Valmayor. En la primera localidad, un árbol de grandes dimensiones cayó sobre el tendido eléctrico de Ruente, mientras que en la zona lebaniega tuvo que ser retirado otro de un camino por los bomberos.

Vídeo. La quitanieves corta la carretera de subida a Brañavieja por la nieve y la ventisca. Sane

Una de las imágenes más destacadas que dejó 'Helena' estuvo, precisamente, en esa comarca, donde la nieve cayó copiosamente sobre todo durante las primeras horas del día. Y es que los habitantes de pueblos como Cucayo despertaron con espesores de nieve de hasta 40 centímetros y temperaturas alrededor de los cero grados. Potes fue otra de las localidades que vivió la borrasca en primera persona. Síntoma de ello fue contemplar la mitad superior del monte La Viorna –1.151 metros de altura– completamente cubierto de nieve. Por su parte, la carretera en dirección a Fuente Dé fue otra de las vías que presentó más peligro, con mucha niebla y poca visibilidad a causa de la borrasca. La falta de seguridad vial en toda la región obligó a suspender cerca de una docena de partidos de fútbol, en tercera división y el resto en categorías regionales, así como de fútbol sala.

Un rayo en La Cavada

La borrasca dejó a su paso otro susto importante en la jornada de ayer, en la estación de ferrocarril de La Cavada, municipio de Riotuerto. Eran las 15.00 horas de la tarde y un tren se encontraba estacionado en la vía cuando un rayo atravesó de lleno el tejado de la terminal, causando un gran boquete en el edificio. No hubo heridos, pero sí daños materiales que afectaron tanto a la cubierta como a la caja de mandos del edificio, de modo que el paso a nivel de La Cavada, a la altura del arco de Carlos III, resultó igualmente averiado. Los pasajeros del tren tuvieron que ser trasladados.

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