Sanidad estrena un canal de consultas directo entre médicos de los centros de salud y de los hospitales
La herramienta empieza a funcionar para pacientes de Dermatología, estará operativa para Cardiología antes de fin de año y el plan es que esté extendida a todas las especialidades «para el verano de 2026»
El Servicio Cántabro de Salud (SCS) acaba de habilitar un canal directo de comunicación para que los médicos de familia puedan contactar con el especialista ... si tienen dudas sobre la conveniencia de derivar a un paciente a la consulta del hospital. Pero no se trata de un mero sistema de mensajería (ya existía uno, de nombre MAS, desde 2020) sino de una actualización de los programas informáticos, que conecta ambos niveles asistenciales, permite compartir y almacenar imágenes y resultados de pruebas realizadas e incorporar esos informes a la historia clínica.
Pongamos un ejemplo: una vecina de Soba que acude a su consultorio por una mancha en un brazo que le preocupa. Su médico de cabecera no puede evitarle la angustia tras una primera exploración, así que envía la fotografía de la piel al dermatólogo antes de iniciar el circuito de derivación. A partir de ahí hay dos caminos: el de descarte, tratamiento y resolución en Atención Primaria, que le ha ahorrado el desplazamiento innecesario al hospital y mucho tiempo al paciente (porque se ha evitado pasar por una lista de espera prescindible); o el de la confirmación de la sospecha, con la duda resuelta («lo ideal es que sea en un plazo de 48-72 horas») y la seguridad de que la siguiente cita será ya con el especialista. Ese es el nuevo escenario que se abrirá en la sanidad cántabra con la interconsulta electrónica, cuya implantación se está aplicando ya para casos de Dermatología (Telederma), ámbito en el que ya había experiencia previa en algunos equipos –el funcionamiento era similar, pero con una infraestructura más básica–, y que se extenderá «antes de fin de año al servicio de Cardiología y, progresivamente, al resto de especialidades, con idea de que el despliegue esté completo para el verano de 2026», como explica Pablo Serrano, subdirector de Asistencia Sanitaria del SCS.
82.650 de inversión
para implantar la interconsulta en el sistema de Atención Primaria
«Estamos ante un cambio de modelo en la relación entre Atención Primaria y Especializada», añade, apoyado en la tecnología y en canales digitales de comunicación. Esta versión modernizada de Telederma, que ya ha echado a andar en el centro de salud de Dávila, es solo el primer eslabón del engranaje y «está alineado con los propósitos del Plan de Salud Digital de Cantabria». «Ahora vamos a ver la implantación de todos los desarrollos informáticos del último año», señala Serrano, parte de los cuales ya venían de la legislatura anterior.
El circuito de la interconsulta
El circuito de la interconsulta, que es «un requisito clave antes de poner en marcha la libre elección de hospital», se ha construido sobre diferentes patas. Primero había que adaptar los propios sistemas de información que utilizan los profesionales de Atención Primaria y Especializada, cuyo mantenimiento y evolución se gestiona con fondos propios del Gobierno de Cantabria, a través del contrato de mantenimiento y evolución de las aplicaciones del SCS (proyecto Deva). A partir de ahí, había que desarrollar el módulo de la interconsulta propiamente dicha, con la petición de pruebas diagnósticas integrada en el sistema informático de Atención Primaria (llamado AP Cantabria).
Las claves
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Actualización La aplicación Cañía, que se utilizó en la pandemia para test de covid, se usará para enviar las imágenes de piel
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Tiempo de respuesta El compromiso sobre el papel es que los médicos tengan «en 48-72 horas» la contestación a su consulta
Esa parte ha supuesto una inversión de 82.650 euros de fondos europeos. «En estos momentos, está operativa para Dermatología, pero se puede extender a otros servicios con el mismo desarrollo informático». Así, igual que ahora se envían imágenes de la piel de un paciente desde los centros de salud o también de un hospital a otro, se podrán compartir los electros para que los revisen los cardiólogos, las espirometrías pulmonares para los neumólogos o las analíticas a los hematólogos, por poner ejemplos concretos.
En ese envío entra en juego la aplicación Cañía del SCS, que durante la pandemia se utilizó para remitir imágenes de test covid captadas con el móvil para procesar los resultados. Ese será el canal de comunicación para hacer llegar al dermatólogo las fotografías de la piel captadas en las consultas de los centros de salud, junto al resto de información clínica que se considera pertinente. Esa parte se ha desarrollado dentro de un contrato de mejora financiado con fondos europeos, cuya adjudicataria es la empresa cántabra Viacore IT, en colaboración con Softec.
Y por último, el sistema de almacenamiento completa esta estrategia de modernización del SCS. De forma que las imágenes analizadas permanecen en la historia clínica electrónica del paciente, y son accesibles desde los sistemas de información, «pero centralizadas en un archivo de imagen con altas capacidades de seguridad y de rendimiento en el acceso». El objetivo final: disminuir las derivaciones y, con ello, demoras y listas de espera.
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