Sanidad repite los test a los vecinos confinados de Castilla-Hermida

Dos sanitarias llegaron esta mañana al edificio del barrio de Castilla-Hermida, a las diez de la mañana, para realizar una primera tanda de pruebas. Ataviadas con los equipos especiales para prevenir contagios, se acercaron al descansillo del portal y fueron llamando, uno por uno, a los residentes que figuraban en una lista. Por allí desfilaron buena parte de los más de 80 vecinos que habitan las 44 viviendas del bloque.

La segunda tanda, que se desarrolló a partir de las cinco de la tarde, con la ayuda de los Servicios Sociales, fue más laboriosa, porque algunos de los vecinos –personas mayores que en algunos casos tienen problemas de movilidad–, no pudieron bajar al portal para esa tarea. Los sanitarios subieron a las casas y allí hicieron los test. «Mi hermana no puede moverse de la cama porque tiene 94 años y está enferma, así que no queda más remedio que hacérselo en casa», aclaró Tomás Pérez, vecino del cuarto.

Él es uno de muchos que están ya cansados de la situación. Por un lado está el encierro, que siempre supone un trastorno después de las semanas que ya se acumulan tras el estado de alarma. «Luego está la incertidumbre de que no sabes muy bien cómo va a acabar todo esto...», lamenta. «Así que al final piensas que sea lo que tenga que ser pero que nos hagan ya las pruebas y que todo esto acabe de una vez para que nos dejen recuperar nuestra vida».

Si los resultados de las pruebas realizadas este jueves no arrojan nuevos positivos, Sanidad cumplirá con lo dicho al inicio de la semana, cuando anunció que lo conveniente sería prolongar el confinamiento durante diez días a partir del sábado, cuando comenzó el confinamiento. Aún con todo tiene previsto realizar una prueba más el mismo día 7.

Los comerciantes constituyen también una parte importante de los interesados en que todo en el barrio vuelva a la normalidad. En la farmacia, Rosa Pérez explicaba que el inicio de la semana fue duro porque las ventas se pararon en seco, «pero ahora parece que la gente empieza a quitar algo el miedo, comprende que puede comprar sin peligro y que la semana que viene volveremos a la normalidad».

Dicen lo mismo en la frutería del barrio, y en la panadería... Y entre tanto, todos estos comerciantes se acercan al número cuatro de Nicolás Salmerón para hacer entrega de los encargos que les realizan los vecinos vía telefónica. Solicitan permiso a la Policía Nacional para depositar las bolsas cargadas en el portal y regresan a sus tiendas.

El balance de la situación sanitaria dejó un nuevo positivo por covid-19 ajeno al brote de Castilla-Hermida, que acumula catorce contagios. En total, ya son 3.068 los cántabros que han estado infectados por coronavirus. Muchos de ellos han sido detectados por test PCR (2.358) y otros tantos por medio de las pruebas de detección de anticuerpos (710).

El balance de curaciones continúa siendo muy positivo, con un 92% del total;aunque hay que recordar a los 209 fallecidos –la cifra se mantiene estable desde que el 18 de mayo se notificó la última defunción por la pandemia–. Además, existen 32 casos activos en estos momentos. De ellos, treinta se encuentran en aislamiento domiciliario y dos están hospitalizados. Una de ellas es la señora de 89 años, vecina del número cuatro de Nicolás Salmerón, que ingresó el pasado lunes en el hospital Valdecilla, donde ya hay otro ingresado por covid.

«No es que esté en una situación grave pero tratándose de una persona de edad avanzada, que constituye personal de riesgo, es preferible que esté vigilada», confirmaron fuentes sanitarias. En total, Cantabria ha realizado 90.154 test hasta el día de hoy, lo que supone una cifra de 15.509 por cada 100.000 habitantes.