El Servicio Cántabro de Salud achaca el retraso del nuevo contrato de las ambulancias al atasco de la sexta ola
La gerente aclara que la prórroga aprobada no implica que se tenga que esperar a que acabe para su adjudicación y asegura que el pliego estará listo «en cuestión de días»
La prórroga de un año del actual contrato del transporte sanitario del Servicio Cántabro de Salud (SCS), cuando lo que estaba previsto para estas fechas ... era la publicación del nuevo pliego para renovar la adjudicación, ha generado críticas políticas por parte de la oposición ante «el incumplimiento de los plazos», pero Sanidad mantiene que no altera los planes previstos «para nada». «No implica que haya que esperar un año, la prórroga simplemente responde al hecho de que no podemos estar sin contrato y el actual terminaba el día 9», explica la gerente, Celia Gómez, que reconoce que no han llegado a tiempo para tener terminada toda la documentación. Y argumenta que el retraso del proceso de licitación se debe al propio atasco generado «por la sexta ola covid, que nos ha limitado nuestra capacidad: las mismas manos tenían que estar en muchas cosas a la vez», en unas circunstancias en las que «la prioridad era la Atención Primaria», completamente colapsada desde mediados de diciembre con el estallido de la variante Ómicron, la avalancha de contagios y tramitación de bajas laborales, y el despliegue de las terceras dosis y la vacunación infantil.
Esa es la razón de que «no tengamos el pliego revisado del todo, pero está prácticamente cerrado. Creemos que estará listo en cuestión de días. Están todas las memorias hechas y se está mirando con lupa porque queremos tener todas las seguridades y no repetir los problemas del anterior contrato», señala Gómez. Lo que conlleva introducir «las modificaciones pertinentes» para evitar deficiencias conocidas, como las horas de espera en los traslados en ambulancia desde el hospital después de recibir el alta médica. Una de las quejas más recurrentes entre los pacientes afectados, admite la gerente. «Reforzar esos tramos horarios para mejorar la cobertura del servicio donde se están produciendo más retrasos significa ampliar el personal, y para eso tiene que tener respaldo presupuestario suficiente», explica.
Esa es la parte que falta por rematar para ajustar la cuantía económica del contrato (el anterior ascendió a 45 millones de euros por cuatro años) y adaptarla a las necesidades del servicio, teniendo en cuenta las condiciones laborales a resultas de las sentencias judiciales que cayeron como una losa sobre Ambuibérica, convirtiéndose en foco continuo de conflicto con sus trabajadores por los cambios de jornada impuestos para compensar el varapalo judicial que reconocía como horas extra el tiempo de presencia física de los empleados en las guardias del servicio de urgencias.
Un 30% más de cuantía
«Aún falta por afinar la cifra final, pero supondrá un incremento del 30% (al menos tres millones de euros más al año)», precisa la gerente. Añadirá, por tanto, alrededor de 12 millones al montante del último contrato. Esa mejora es lo que ha hecho que la actual concesionaria, que llegó a pedir la rescisión por las pérdidas que acumulaba (más de un millón anual, según calculó en su momento) y fue sancionada por varios incumplimientos confirmados en una auditoría, ya haya mostrado su interés en continuar al frente del transporte sanitario de Cantabria. Y no será la única candidata en optar al concurso público, pues son varias las empresas que ya han contactado con el SCS para informarse.
En la adjudicación anterior se presentaron cinco licitadoras y desde la Gerencia esperan que también en esta ocasión haya una concurrencia similar. «Si no hay recursos y todo va bien, en seis meses puede estar el contrato perfectamente adjudicado, aunque dependerá del número de ofertas, ya que cuantas más sean, más complejo será el proceso de valoración», indica Gómez.
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