Siete municipios rurales crearán viviendas de alquiler en edificios públicos en desuso

Mientras sale adelante esa norma, lo que ha hecho el departamento que dirige el consejero Roberto Media es lanzar una línea de subvenciones para Ayuntamientos de pequeño tamaño y juntas vecinales que deseen rehabilitar inmuebles vacíos para crear viviendas de alquiler. En principio, para este tipo de profesionales, pero también para familias y vecinos autóctonos. Fomento ya ha resuelto provisionalmente la orden de ayudas, que servirá para crear siete nuevas viviendas de alquiler en otros tantos municipios de Cantabria.

Las administraciones locales beneficiadas recibirán el 100% del coste de la reforma a cambio únicamente de que estos hogares se integren durante al menos cinco años en el parque público municipal. «Eso no es un problema, al revés. Encantados de que sea el Gobierno de Cantabria el que se encargue de gestionar la vivienda», explica Gregorio Alonso, alcalde de Vega de Liébana. Allí les han 'caído' algo más de 50.000 euros que servirán para acondicionar la primera planta de la antigua escuela de la localidad de Vada -hace más de cuarenta años que se dejó de dar clase y desde entonces no se ha hecho en el edificio ninguna intervención relevante- en vivienda unifamiliar. La actuación servirá para poner una nueva cocina y un nuevo baño y, «si nos sobra dinero, también queremos cambiar la calefacción».

El regidor regionalista apunta que, paradójicamente, aunque Vega de Liébana sea un municipio que se encuentra en riesgo extremo de despoblación, en su pueblo y en toda la comarca sufren de lleno las consecuencias de la proliferación de pisos turísticos. De hecho, en Potes el 11% de las viviendas tienen este uso, el porcentaje más alto de toda la comunidad autónoma. «Crear una única casa de alquiler asequible es muy poco. No va a resolver el problema, pero es un primer paso y lo importante es empezar. Ha sido una idea muy buena por parte de la Consejería», explica Alonso, que espera que el próximo año haya otra convocatoria porque en otros pueblos de su municipio hay más inmuebles de antiguas escuelas a los que se les puede dar esta misma salida.

Las otras futuras viviendas de alquiler asequible gracias a esta subvención las promueven las juntas vecinales de Riva (Campoo de Yuso) y Torices (Cabezón de Liébana) y los ayuntamientos de Lamasón, Tudanca, Reinosa y Polaciones. En este último municipio tienen el mismo problema a la hora de conseguir que médicos o maestros elijan este destino, ubicado a 110 kilómetros y hora y media de Santander. «No quiere venir nadie a trabajar porque no se puede venir todos los días y aquí no hay dónde quedarse», detalla el alcalde, Vicente Gómez, que se entera con la llamada de El Diario Montañés de que su municipio ha logrado 29.000 euros para la reforma de la antigua casa de Jesús, en el barrio Lombraña.

Mandaron una memoria con la actuación a la Consejería y les han dado la ayuda. Con esta vivienda ya serán dos las casas de alquiler asequible que tendrán en el pueblo. La primera, que se ubica en unas dependencias del ayuntamiento que no se utilizaban, ya la utiliza uno de estos profesionales imprescindibles.

Además de las siete viviendas, Fomento repartirá los 1,5 millones de euros de la subvención entre otros 28 ayuntamientos y juntas vecinales. También para acondicionar edificios municipales, pero para darle otros usos. Almacenes, locales sociales, oficinas de la Policía Local...

En esta convocatoria han sido siete viviendas, pero podían haber sido más. Se ha quedado sin partida económica el proyecto que presentó la Junta Vecinal de Santayana, en Soba. Y no cumplieron algunos de los requisitos establecidos por el Gobierno de Cantabria otros dos proyectos: el de la Junta Vecinal de Ormas (Cillorigo) para adecuar las antiguas escuelas y el del Ayuntamiento de Valderredible para reformar la Casa del Pastor de Santa María de Valverde.