Siete personas mueren en las playas de Cantabria en lo que va de verano
La última víctima es un hombre que fue rescatado por varios bañistas el jueves por la noche en la playa de El Puntal de Somo
Está siendo un verano negro en las playas de Cantabria. Siete personas han perdido la vida en los arenales de la región desde el pasado ... mes de junio. No se puede afirmar que todas fallecieran ahogadas, pues los servicios de emergencia y rescate aclaran que buena parte de esos decesos «fueron producidos por patologías previas, sobre todo cardíacas, que tienen como resultado final la muerte por ahogamiento». El último caso es el de un hombre que fue rescatado por varios bañistas el jueves por la noche en la playa de El Puntal de Somo (Ribamontán al Mar). Los servicios médicos desplazados hasta el lugar trataron, sin éxito, de reanimarle.
A pesar de la cifra, los expertos no creen que la región esté viviendo una situación de emergencia. «La mayoría han tenido el mismo patrón: personas mayores o con importantes patologías previas que, tras sufrir una contrariedad, fallecieron», explica David Peinado, coordinador de Emergencias de Cruz Roja Cantabria.
Los decesos
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Junio Tres personas: un hombre en la playa de La Concha de Santander (problemas cardíacos), otro ahogado en la playa de Fuentes (San Vicente de la Barquera) y un tercero en la de Usil (Miengo).
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Julio Tres personas: dos hombres de 68 y 70 años, respectivamente, por problemas cardíacos en los arenales de Luaña (Alfoz de Lloredo) y La Maruca (Santander). La tercera, una mujer en Brazomar (Castro Urdiales).
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Agosto Un hombre es rescatado sin vida en la playa de El Puntal (Ribamontán al Mar).
La primera muerte de la temporada no fue por ahogamiento. El 15 de junio falleció un hombre en la playa de La Concha de Santander. Estaba cruzando desde El Camello cuando empezó a encontrarse mal y entró en parada cardiorrespiratoria. Ni los socorristas de Cruz Roja ni los sanitarios del 061 pudieron evitar su muerte.
Unos días más tarde, el 29 de junio, los buzos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil localizaron el cadáver de un joven senegalés, de nacionalidad española y residente en Zaragoza, que el día anterior había desaparecido en la playa de Fuentes, en el municipio de San Vicente de la Barquera. Su cuerpo estaba enredado en las algas de una poza profunda situada muy cerca de donde había acudido para refrescarse acompañado por un amigo, que pudo salir del agua y pedir auxilio.
Ese mismo día un hombre de 65 años falleció en la playa de Usil de Mogro. Había bajado a refrescarse y acabó precipitándose al agua, según presenciaron varios testigos.
En julio, otras dos personas más perdieron la vida en los arenales de Luaña (Alfoz de Lloredo) y La Maruca (Santander). Las víctimas eran un hombre de 64 años, natural de Madrid pero que veraneaba en Cóbreces desde hacía décadas, y otro de 70, vecino de Santander y habitual de La Maruca. Ambos padecían problemas cardíacos. Fue el segundo domingo negro del verano, de nuevo con dos fallecidos en las playas.
Por último, el pasado 31 de julio una bañista de 83 años y vecina de Bilbao falleció en el arenal de Brazomar de Castro Urdiales. La mujer fue sacada del agua sin consciencia por los familiares que la acompañaban y por uno de los socorristas del arenal. Falleció pese a la ayuda médica.
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