Solo siete de los 37 cuarteles de la Guardia Civil de Cantabria abren todos los días de la semana
Delegación de Gobierno rehúsa hacer declaraciones sobre una reducción de horarios que se aprobó hace 10 años | Los sindicatos protestan por lo que consideran «un abandono de la atención al ciudadano»
La protesta por los cuarteles cerrados de la Guardia Civil en Cantabria llega al menos por tres vías:una, los sindicatos de la Benemérita, que ... critican la «falsa imagen de seguridad» que se da en las poblaciones donde el servicio apenas funciona unas horas durante un día a la semana; dos, por parte de la oposición política, con el PP arreciando en el Congreso contra la política de Interior de Pedro Sánchez;y tres, en la calle, donde el ciudadano de a pie tiene la sensación de que no tiene dónde ir a presentar una denuncia porque el cuartel de su pueblo está cerrado.
Según los datos recabados por este periódico, sólo siete de los 37 cuarteles que hay en Cantabria abren de lunes a domingo y durante todo el día. Son Camargo, El Astillero, Torrelavega, San Vicente de la Barquera, Santoña, Castro Urdiales y Laredo. El resto se limitan a atender al público unos pocos días o incluso un día a la semana, habitualmente de nueve de la mañana a dos de la tarde.
La portavoz de Interior del Grupo Popular en el Congreso, Ana Vázquez, anunció hace unos días que el PP pedirá explicaciones en la Cámara «por el desmantelamiento de la seguridad en Cantabria», algo que afecta directamente a este hecho;aunque fuentes de Delegación de Gobierno explican que esta organización viene de lejos. Concretamente de una instrucción de 2015, con Mariano Rajoy en Moncloa, cuando se decidió limitar los horarios de los cuarteles para enviar esos agentes a la calle, a reforzar las patrullas para prevenir el delito «en una medida que se ha reconocido eficaz para prevenir la delincuencia».
Es justo lo contrario a lo sucedido recientemente en la reestructuración del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona). Los populares denunciaron en nota de prensa la supresión de seis puestos de esta división en Cantabria, pero fuentes de la Guardia Civil aseguran que lo que realmente ha sucedido ha sido una reestructuración de los efectivos, que se han movido de la calle a los despachos para «gestionar el creciente volumen de denuncias que hay en los últimos meses».
Los populares defendieron su tesis hace unos días en rueda de prensa, tras la reunión mantenida con 14 representantes de sindicatos de la Policía Nacional y la Guardia Civil y en la que también participó el diputado nacional del PP y miembro de la Comisión de Interior Félix de las Cuevas y la senadora y miembro de la Comisión de Interior Elena Castillo, entre otros. Allí se habló también del cierre de cuarteles, una evidencia que certifican los datos, y de la escasez de agentes. «Lo que está pasando en Cantabria es que la población ha crecido en 12.000 personas en los últimos cinco años y pese a que se necesitan más agentes, no está alcanzándose el máximo que teníamos hace años», defendió De las Cuevas.
La criminalidad ha crecido de forma exponencial en los últimos años en la región. Al menos hasta estancarse por primera vez en el primer trimestre de este año, según los datos publicados por el Ministerio del Interior. Al menos en lo que se refiere a la delincuencia tradicional, que incluso ha caído ligeramente por vez primera en años. Lo que sigue disparada es la cibercriminalidad, que a los crecimientos que venía acumulando desde 2020 sumó de enero a marzo de 2025 otro 13% más. «Con esta situación lo que necesitamos son más cuarteles para que la gente pueda ir a denunciar lo que pasa, porque está claro que en esta modalidad de delito no van a sorprender a nadie in fraganti», explica Elena Castillo.
Escasez de efectivos
La única solución posible, según los sindicatos del Cuerpo, es incrementar el número de efectivos en Cantabria. «Lo que hace falta es tener más agentes para que no haya que decidir de dónde quitarlos», defiende José Mota, secretario provincial de Jucil en Cantabria. Argumenta el representante de los agentes que «con los recortes que ha habido en la última década, «lo que pasa es que tienes que pensar dónde los pones, y sí que es cierto que es mejor que estén en la calle, pero eso lleva a que muchas veces no hay nadie que pueda atender al ciudadano en el cuartel y eso termina dando una falsa sensación de seguridad», detalla Mota.
«Hace años muchos de los 37 cuarteles que hay en Cantabria estaban abiertos incluso con horario nocturno, pero eso se fue perdiendo y ahora hay gente que tiene que trasladarse varios kilómetros a otra población para que le atiendan», insiste el agente.
Un estudio pormenorizado
No todas las voces piden la apertura de todos los cuarteles. Desde la Unión de Oficiales, otra agrupación sindical que representa a los mandos, se ha solicitado un estudio para analizar esta cartelera de horarios. «Necesitamos una reestructuración en los cuarteles para ver cómo han evolucionado las necesidades y cuáles son las soluciones que se deben dar», analiza José María Martínez, delegado territorial de este sindicato. «Lo que está claro es que a día de hoy el servicio es deficiente y hay que mejorarlo, pero no tiene por qué extenderse a todos los cuarteles, sino sólo a los estrictamente necesarios. Pero está claro que los siete de ahora son muy pocos».
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