Variscan da un nuevo paso para reactivar la extracción de zinc en Udías en 2027
Antes de lograr el permiso en todo el complejo, la compañía puede ya realizar sondeos y labores previas en la antigua mina de Novales tras aprobar el plan de restauración ambiental
La empresa Variscan Mines sigue avanzando en su intención de reactivar la extracción de zinc en el entorno de Udías y Novales, una comarca ... que ha estado históricamente vinculada a esta actividad industrial y donde ha detectado al menos medio millón de toneladas de reservas de alta calidad. Así lo demuestra el último paso dado por la compañía australiana. Aunque resulta un tanto farragoso para quien no esté acostumbrado a este tipo de procedimientos –administrativamente, la tramitación minera es larga y compleja–, demuestra que su intención inicial de poner en marcha el complejo en 2027 continúa intacta.
En concreto, lo que ha hecho es tramitar el plan de restauración de los terrenos, que ya tiene el visto bueno de las consejerías de Medio Ambiente y de Industria del Gobierno de Cantabria. Hay que aclarar que no es el plan de restauración del gran proyecto minero que si nada sale mal arrancará dentro de dos años, sino de la mina que ya existía en Novales y que echó el cierre hace dos décadas. A partir de esa explotación que Variscan Mines compró a sus anteriores propietarios se asentará el nuevo proyecto minero.
Lo hace porque la normativa europea exige actualizar los planes de restauración a todas las empresas con permisos mineros activos. Pero más allá de cumplir la ley, completar este trámite permitirá a la compañía australiana acelerar los trabajos de investigación que ya lleva a cabo sobre el terreno. Además de realizar sondeos en el interior –algo que ya podían hacer antes de completar este nuevo hito–, ahora podrá acometer también hasta 69 sondeos de investigación de exterior a una profundidad de hasta 14 metros bajo tierra para valorar con mayores garantías los recursos mineros existentes. Con la normativa en la mano, podrían incluso arrancar con la explotación comercial en esta zona limitada, aunque los planes de la compañía pasan por esperar a tener en su poder los permisos ambientales y urbanísticos para todo el complejo.
En estos dos años que quedan por delante hasta alcanzar el horizonte de 2027, lo que tiene que hacer Variscan Mines es elaborar un proyecto completo que recoja tanto el plan de explotación como el plan de restauración de los terrenos definitivo. Y a partir de ahí, tras someterlo a información pública y añadir las mejoras que exijan las distintas administraciones involucradas, conseguir el visto bueno de un Gobierno de Cantabria que ya ha dicho que no pondrá mayores pegas siempre y cuando la compañía cumpla los requisitos ambientales que establece la ley. Mientras tanto, cuenta ya con 111 kilómetros cuadrados de concesiones de investigación en Alfoz de Lloredo, Cabezón de la Sal, Comillas, Reocín, Ruiloba, Santillana del Mar y Udías.
Previsiones y comparativa
Con los análisis hechos hasta ahora y en el escenario más conservador, la mina alberga medio millón de toneladas de mineral con una concentración y calidad similar a la que existían en la antigua mina de Reocín, ya que las características geológicas del suelo son muy parecidas. Esas cifran permitirían explotar la mina durante diez años con una extracción media de 50.000 toneladas al año. Eso en el escenario menos optimista porque la compañía, a tenor de los sondeos y pruebas realizadas, estima que la cantidad de mineral estará más cerca de los 3,4 millones de toneladas.
Las cifras son muy importantes, pero también mucho más realistas que las del proyecto fallido de la mina del Besaya. En San José, Variscan contempla la creación de 25 puestos de trabajo. «Esto no va a ser un nuevo Reocín –allí se extrajeron 62 millones de toneladas hasta su cierre– ni va a cambiar la economía de Cantabria, pero va a ser un buen negocio», explicaba el pasado abril a El Diario Montañés su representante legal en España.
La empresa habla de resultados «excepcionales». No solo hay cantidades y concentraciones suficientes para que la explotación sea rentable, sino que se encuentran en lugares relativamente accesibles, a solo 15 metros de profundidad.
El municipio también adapta sus ordenanzas a la futura actividad
Uno de los puntos fuertes que ve la compañía australiana en el proyecto, además de la gran concentración de zinc y la facilidad para acometer la extracción por la cercanía del mineral, es que la actividad se realizaría en un entorno social propicio. La zona ha convivido históricamente con la minería y, en principio, celebra la llegada de Variscan por su impacto en el empleo y en la economía local. De ahí que estén dispuestos a poner facilidades. De hecho, el Ayuntamiento de Udías ya ha aprobado una ordenanza que regula la declaración responsable en el ámbito urbanístico, de la edificación y uso del suelo y subsuelo a la que se podrá acoger la compañía.
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