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«Venimos a observar y a disfrutar»
La Feria de los Mayores combina tecnología, autocuidado y entretenimiento en el Palacio de Exposiciones para una generación que sigue «con ganas de aprender»
El bullicio del Palacio de Exposiciones de Santander se confunde estos días con las gaitas que dan la bienvenida a los visitantes. Cientos de personas ... jubiladas y pensionistas se acercan, como sucedió este jueves, a la segunda edición de la Feria de los Mayores de Cantabria. La previsión es congregar, hasta mañana que cierre sus puertas, a cerca de 6.000 personas procedentes de distintos municipios de la región. Una cita con entrada gratuita y un ambiente donde el humor, la diversión y las ganas de aprender se imponen a cualquier achaque.
«Me está gustando todo. Me han realizado una limpieza facial y me han dicho de ir a la peluquería, pero no he ido, porque ya venía recién peinada», contaba entre risas María Pilar Ariza, llegada desde Colindres junto a su amiga María Muñoz. Ambas se interesaron por uno de los servicios más demandados de esta edición: la renovación del DNI o pasaporte sin necesidad de desplazarse. «Eso me parece muy útil, no lo había visto otros años», comentaban mientras buscaban el puesto correspondiente. También valoraban las charlas sobre seguridad digital y fraudes: «Nos han explicado cosas sobre los engaños por el móvil, y eso está muy bien. Además, he hablado con una chica de Orange para que venga a darnos una charla a nuestra asociación en Laredo sobre cómo usar el móvil».
Actividades de todo tipo
El aprendizaje digital y la prevención de estafas, junto a los servicios de bienestar y asesoramiento, son precisamente algunos de los pilares de esta feria con más de setenta expositores. Desde clases prácticas de nuevas tecnologías hasta demostraciones de estética, peluquería o ejercicios de movilidad, la jornada se plantea como una oportunidad para «salir de casa, aprender algo nuevo y pasarlo bien». Resulta curioso ver cómo las últimas tendencias también conquistan a los mayores. En una de las charlas, una especialista explicaba las diferencias entre el retinol y el ácido hialurónico y las asistentes escuchaban con atención, probando cremas y comentando entre risas los efectos de cada una. A pocos metros, el tarot se convertía en otra de las atracciones. Agustina Sagardui, recién salida de que le leyeran las cartas, confesaba divertida que nunca había tenido ocasión de hacerlo: «Me ha dicho que vienen años de ganar fortunas; espero que se refiera a que nos suben la paga a los jubilados, porque más dinero no gano».
Entre quienes no han querido perderse el ambiente estaban Conchi Mier y sus amigas, llegadas en autobús desde Cabezón de la Sal. «Hemos venido a pasar el día, a ver qué hay. Nos íbamos a hacer las uñas, pero había tanta gente que ya no dan turno», contaban resignadas pero sonrientes. La afluencia es, de hecho, una de las notas más destacadas del evento. Desde primera hora, grupos de visitantes llegaron en autobuses. «Nos han traído en bus, había seis o siete aparcados ahí fuera cuando hemos llegado», decía José Antonio Ruiz, repitiendo experiencia tras haber participado en la edición anterior.
El ambiente festivo lo ponen, entre otros, los músicos de la Banda de Gaitas Peña Gedio, encargados de recibir a los visitantes al ritmo del folclore cántabro. «Venimos siempre a tocar cuando llegan los autobuses. Tocamos por toda Europa, pero aquí también nos llaman mucho, porque al final todos los artesanos y grupos nos conocemos», contaba Loren Pérez, uno de los integrantes, mientras se detenía un momento a curiosear los stands.
Sentirse «activos»
La parte más lúdica y gastronómica también tiene su protagonismo. A la hora del almuerzo, las mesas del recinto se llenan de visitantes compartiendo un «bollo preñao» o un café. «Estamos comiendo un choripán, que está buenísimo. Hemos venido desde Meruelo y pasaremos el día entero aquí, hasta las ocho, que sale el autobús», explicaban Belén, Andrea, Mari y Pili. Para ellas, lo mejor es «ver tanta gente de nuestra edad arreglándose, haciéndose las uñas o peinándose. Se nota que todos venimos con ganas de disfrutar».
Esa sensación de comunidad se repite en todos los rincones. Para muchos, la Feria de los Mayores supone una pequeña excursión que rompe la rutina y ofrece un espacio donde sentirse activos. Ana María Galdós, de Ramales de la Victoria destacaba la organización: «Nunca había estado en el Palacio de Exposiciones y me ha sorprendido. Está todo muy bien montado. Hemos visto la exhibición de los perros policía y nos ha encantado e impresionado. Tienen una fuerza impresionante».
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