La Virgen del Mar vibra con el Sonorama
El festival recala por segundo año consecutivo en la Virgen del Mar y consolida su presencia en Cantabria | El cartel lo formaron los grupos Dorian, Supergrass, Shinova, James, Barry B y el cántabro Repion
El Sonorama Ribera Day Santander se resarció ayer al celebrar su fiesta con un tiempo de encargo. Aunque es cierto que refrescó bastante al anochecer, ... y más de uno se tuvo que poner la sudadera, nada tuvo que ver con el chaparrón que dio inicio a este festival en Cantabria el pasado año en su primera edición. Así ayer se consolidó este formato que pretende alcanzar el éxito de su cita de origen en Aranda de Duero. Con el telón de fondo incomparable de la playa de la Virgen del Mar, los acordes de figuras del indie rock británico de renombre como Supergrass y James se entremezclaron con una variedad de estilos nacionales. Desde la representación de un grupo cántabro emergente como Repion, pasando por el indie pop-rock de Shinova y los ritmos urbanos de Barry B. Todo ello con el punto y final que correspondía a Dorian esa noche.
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El Sonorama es uno de esos festivales que va a la inversa del sol, cuanto más baja el astro más se calienta la pista. Comenzó tarde el espectáculo, con casi una hora de retraso, y de forma casi atropellada el público accedió por las entradas cuando ya sonaba la música de Repion. «Es una pena, porque para un grupo que es de aquí y les dan una oportunidad nos hemos perdido casi 15 minutos de su actuación», apuntaba Noemí, vecina de Santander. Así la mayoría de asistentes se fueron agolpando a los pies del escenario, mientras otros hacían tiempo, hasta que fuera el turno de su grupo favorito, en la zona de 'food trucks', con oferta de pizzas, bocadillos empanadas y hamburguesas.
El recinto estaba lejos de estar repleto, pero era de lo más diverso. Aunque entre el público poca gente cumplía ya los treinta (a diferencia de otros festivales dirigidos a gente mucho más joven), entre los asistentes pocos coincidían a la pregunta de cuál era el plato fuerte del menú que les había traído hasta la Virgen del Mar. Aunque Dorian parecía la respuesta obvia al ser el que cerraba la noche, algunos, como Noemí, barrían para casa al querer disfrutar de Repion o, incluso, de Shinova, del País Vasco y que sigue «desde sus inicios». También había atraído a sus fans Barry B, entre ellos, Pedro, que explicaba: «Me flipa porque sus temas hablan de cosas muy reales y tienen muy buen ritmo».
También había congregado a unos cuantos James, y además venidos de muy lejos. Varios grupos se habían desplazado de distintos puntos de España para verlos, incluso unos cuantos de Andalucía. «Siempre habíamos querido escucharlos en directo y nunca habíamos podido, y este año que ha venido a actuar en varios sitios de España pensamos que era el momento», decían Antonio y Lucía, de Madrid y Huelva. «Decidimos elegir Santander para verlos porque vimos que el recinto estaba en un sitio increíble y no nos lo pensamos».
Y es que este tipo de festivales son ya una carta de presentación para la región. Desde Jaén habían venido Sara y Marcos, también por disfrutar de James y habían aprovechado ya la mañana para conocer Santander. «Hemos estado por El Sardinero, el Palacio de la Magdalena y el centro de la ciudad y nos ha encantado», comentaba mientras esperaban a que se subieran al foco los de Manchester. «Es que lo petaron muy fuerte hace años y sí o sí los teníamos que ver y, si de paso hemos conocido Santander, pues poco más que pedir», añadía la pareja.
Lo cierto es que cuando James se subió a las tablas es cuando se pudo palpar la popularidad del grupo, porque fue cuando el respetable de la velada realmente empezó a vibrar, saltar y aplaudir. Tararearon con aún más ganas las letras que se habían arrancado a hacer con sus antecesores en el escenario, Barry B. Después fue el turno de Shinova y a continuación de Supergrass, que terminaron de explicar la presencia de un buen puñado de fans ingleses entre los asistentes. Al cierre de la edición de este periódico aún no había llegado el turno del broche de oro a cargo de Dorian, pero para entonces la fiesta ya estaba montada y apuntalada.
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