Economía

Cillorigo de Liébana, que antiguamente basaba su economía en la explotación agraria y ganadera, es actualmente un municipio en el que hay un predominio claro del sector terciario, al que se adscribe el 47,8% de la población activa residente en él. El sector primario no ha perdido toda su fuerza, y a él se dedican un 26,2% de los trabajadores. La construcción (18,2%) tiene, asimismo, cierta importancia, y la actividad industrial es mínima: solamente hay una fábrica de poimate y un par de industrias orujeras, aparte de alguna pequeña quesería. No cabe duda, pues, de que su economía depende básicamente del turismo.

Las impresionantes praderas y pastos con que cuenta el municipio han servido para que la ganadería fuera una de las principales fuentes económicas. No obstante, cada vez está yendo a menos, por causa de la fuerte emigración que ha tenido y tiene.

Como en toda la comarca, el principal producto agrario es la leche. Con ella se fabrican los quesos lebaniegos; entre ellos, destaca el queso picón de Bejes, que cuenta con una gran tradición y prestigio, ya que es de los quesos españoles más antiguos y uno de los de mayor calidad. Se elabora con leche de vaca, oveja y cabra, en proporciones variables.

El ganado principal en la comarca es la vaca pardo-alpina, aunque el ganado ovino y caprino también tienen gran importancia, ya que de su leche se elaboran los mencionados quesos.

El campo, a pesar de la pérdida de protagonismo, es otra fuente de ingresos. En el valle de Cillorigo de Liébana abundan los viñedos; de su uva procede, por tanto, gran parte del orujo lebaniego. Asimismo, hay árboles frutales como los manzanos, cerezos, nogales, etc. Y en las pequeñas huertas de sus habitantes se cultivan patatas, cebollas (de gran calidad las de Bedoya, que se pueden encontrar en el mercado de Potes) y distintos tipos de verduras y legumbres.

La actividad industrial ocupa a 7,8% de la población activa, limitada a una fábrica de es mínima: solamente hay una fábrica de productos de conservación de madera y un par de industrias orujeras, aparte de alguna pequeña quesería. La construcción tiene importancia y emplea a un 18,2%.

La gran belleza del paisaje de Liébana, no sólo natural sino también la relacionada con el patrimonio artístico y cultural (fundamentalmente en este municipio la iglesia de Lebeña), ha convertido a este valle en foco de atracción turística. Por esto, de un tiempo a esta parte el sector servicios ha crecido considerablemente y el municipio cuenta con una importante red de hoteles, casas rurales, posadas... e incluso una variada oferta de actividades lúdicas, como senderismo, descenso de cañones, piragüismo, rutas a caballo, escalada, etc.