El pincel hiperrealista de Michael Zajkov

Son escalofriantemente reales. Tanto que parece que de un momento a otro van a tomar aliento. El nombre del joven artista ruso Michael Zajkov cada día gana más respeto, sobre todo en el círculo del arte, por sus hermosas creaciones de pulso milimétrico.

La sensibilidad del artista que mima cada peca, cada grieta labial y cada rizo de su perfecto cabello, hace que estas muñecas vintage acaricien el mundo real. El rosto está hecho con arcilla polímera, los ojos (adquiridos en Alemania) están pintados a mano y el pelo es de angora.

Esas caras pecosas y aniñadas inspiradas, según Zajkov, en personas que considera interesantes o que vio en algún cuadro, llevarán al creador a exponer en el Salón Internacional de Muñecas de Moscú. Le respaldan sus 169.000 seguidores de Instagram.

Tras graduarse en la universidad en 2009, Zajkov trabajó durante tres años en un teatro de marionetas, donde coincidió con los artistas Laura Scattolini y Anne Mitrani, que fueron una inspiración para él y un empujón para hacer volar su imaginación hasta encontrar la piedra angular de su arte: sus muñecas realistas. Así llegó a los oídos de críticos y coleccionistas de arte, tras exponer su obra en la exposición 'Art Dolls' de Moscú.