«La escritura es un arte de alquimia, un loco intento de transformar en oro la maldad del mundo»
La escritora Isabel Allende fue investida en Madrid doctora honoris causa de la UIMP, en un acto académico, primero del curso 2025, en el que reivindicó que «memoria y literatura son inseparables»
A sus 82 años, Isabel Allende, la autora que más libros ha vendido en español, asegura que seguirá escribiendo hasta su último aliento que, desde ... que en los años sesenta del pasado siglo, descubrió el periodismo y el teatro y pudo comprobar el «enorme poder de la palabra» no puede dejar de hacerlo y que, aunque desde que ha cumplido ochenta, se ha dado cuenta de que «la vida se pasa en un suspiro», disfruta de «años de creatividad y entusiasmo a pesar de que vivo en un mundo que parece se está rompiendo en pedazos». Así lo explicaba este jueves nada más ser investida doctora honoris causa de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) durante un acto académico, que por ajustes de agenda de la autora se celebró en el Instituto Cervantes de Madrid –era la primera vez que una ceremonia de este tipo se hacía fuera de Santander– aunque la capital cántabra y lo que significa para esta institución estuvo bien presente en las palabras del rector, Carlos Andradas.
Allende, emocionada por la distinción comenzó su discurso hablando de la importancia que tiene para ella la literatura, en la que se ha refugiado en muchas ocasiones a lo largo de su vida «caótica y casi siempre muy novelesca». Reconoció que durante años mantuvo una correspondencia diaria con su madre, a la que cada noche escribía una carta. Una costumbre que continuó haciendo durante un tiempo tras su muerte, «porque creía que lo necesitaba». Sin embargo, un día se dio cuenta de que esto no era así, que «necesito un interlocutor, alguien que me lea. Porque mis libros crecen en el vientre, hasta el punto de que nunca escojo el tema. Es el tema el que me escoge a mí. La literatura es un medio de comunicación, no un fin en si mismo».
Así todo, esta autora que se declara «feminista y filántropa» confesó que el pasado y su familia son su principal inspiración. «Mi infancia está marcada por la inseguridad y el temor porque eso de que es un periodo feliz y maravilloso es un cuento de los americanos». Así que «la escritura es un intento de comprender la confusión de la vida y, sobre todo, de preservar la memoria», tal y como señaló la autora de 'La casa de los espíritus', 'Inés del alma mía' o 'El amante japonés' que, precisamente el miércoles presentó su última novela 'Mi nombre es Emilia Valle' (Plaza&Janes).
Para la nueva doctora honoris causa de la UIMP, la memoria es algo esencial en la vida, en el ser humano y en la literatura. «Es más literatura y memoria son inseparables» y ella, que se definió como «adicta a las historias», necesita nutrirse de esa memoria, «indispensable para las que como yo siempre hemos sido extranjeros. Porque siempre lo he sido, extranjera e inmigrante. Estoy de visita en la Tierra», aseguró.
Recordó que su primera novela 'La casa de los espíritus se gestó en la «nostalgia del exilio» con la casa de sus abuelos como lugar de inspiración. Desde entonces su vida, reconoció, ha tenido momentos oscuros y otros luminosos, con éxitos, amores, pérdidas, separaciones y lágrimas.
«Sé que cada vez me queda menos tiempo de vida aunque sigo siendo la misma activista de siempre, pero con limitaciones. La escritura es un arte de alquimia, un loco intento de transformar en oro la maldad del mundo. Por eso espero seguir escribiendo hasta mi último soplo de vida» afirmó como colofón a su intervención.
La ceremonia
El acto, que contó con la presencia de la alcaldesa de Santander Gema Igual, se inició con las palabras de la secretaria general del Instituto Cervantes, Carmen Noguero quien destacó la relación tan especial que la institución ha mantenido siempre con Isabel Allende y la estrecha colaboración con la UIMP, con la que lleva muchos años colaborando.
A continuación, Carmen Alemany, catedrática de Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Alicante, fue la encargada de realizar la laudatio de Allende, de la que destacó que, entre sus numerosos logros y al margen de haber vendido millones de ejemplares de sus obras, «ha sabido escribir historias que se ubican en determinadas líneas temáticas que han sido predominantes en la narrativa latinoamericana de nuestro tiempo y a las que ella ha impregnado su sello personal. De cómo Allende ha sabido dar el giro oportuno, tocar la tecla adecuada, para innovar en cada una de las líneas en las que se sumergen sus escritos ofreciendo páginas singulares y personajes inolvidables que han dejado mella en sus innumerables lectores'.
El cierre del acto corrió a cargo de Carlos Andradas, rector de la UIMP. Comenzó agradeciendo la presencia de todos los asistentes y quiso destacar la colaboración con una institución fundamental como es el Instituto Cervantes y la importancia para el desarrollo de la Universidad de la ciudad de Santander.
También la importancia de los vínculos de un país hermano como es Chile y que este año tendrá un papel protagonista en la programación de los Cursos de Verano.
Con respecto a la figura de Isabel Allende, el rector destacó, entre otros muchos aspectos, que la autora «ha construido una obra narrativa que trasciende fronteras, géneros y generaciones. Su literatura es profundamente hispánica y, a la vez, universal. Habla desde Chile y desde el exilio, desde la historia y desde la intimidad, desde la voz individual y desde las voces colectivas. En sus novelas, las mujeres ocupan un lugar central: no como figuras ornamentales ni como metáforas, sino como protagonistas, sujetos históricos, políticos y emocionales. Mujeres que narran, que actúan, que aman, que duelen, que resisten. Mujeres que recuerdan y que construyen futuro».
La Caja de las Letras
Antes de ser investida doctora honoris causa, Isabel Allende depositó la segunda copia del manuscrito de 'La casa de los espíritus', una de las primeras ediciones de su obra 'Paula', una carta de una lectora y fotografías con el expresidente estadounidense Barack Obama, Antonio Banderas y con varios presidentes de Chile, entre otros objetos en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes. «Su uno vive lo suficiente, los círculos se cierran y ese es mi legado», afirmó.
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