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Ariane Ascaride y Jean-Perre Darroussin.
Crítica de cine: 'Mi querida ladrona'

Fábula vecinal con luz

Embajadores. Santander. ·

Tras su relato con vistas al mar desde una barriada, coinciden redención, justicia y un toque pícaro. Uno sale con ganas de escuchar La marsellesa

Guillermo Balbona

Santander

Lunes, 4 de agosto 2025, 11:51

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Es fruto de una curiosa mezcla de experiencia, fidelidad, coherencia e intuición, envuelta en el toque indefinido del creador que no busca traicionarse. Decir Robert ... Guédiguian equivale a adentrarse en un microcosmos sin fisuras donde asoman una geografía, unas personas y un tono casi siempre idéntico pero diferente. Una radiografía social funde todos los factores que constituyen la marca del cineasta: Marsella, su ciudad natal, como un particular Macondo; y Ariane Ascaride, su compañera y musa, una actriz dotada de una extraña naturalidad luminosa que suele mutar en esqueje o prótesis de la dirección. Una intérprete que en su simbiosis con el cineasta evoca en ocasiones el vínculo de Giulietta Masina y Fellini.

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