
Un noir epidémico
Ateneo. Ciclo. Lunes. 19.00 horas. ·
Triunfan y priman sus excelentes interpretaciones, su elegante equilibrio entre la calma suspendida y el vértigo de la desesperaciónSecciones
Servicios
Destacamos
Ateneo. Ciclo. Lunes. 19.00 horas. ·
Triunfan y priman sus excelentes interpretaciones, su elegante equilibrio entre la calma suspendida y el vértigo de la desesperaciónDesde fuera su argumento, entre epatante y al límite de la autenticidad, puede sonar a reto para el espectador. Pero dejarse llevar por la mano ... de Elia Kazan, disfrutar de la puesta en escena y adentrarse en una madeja con sabor clásico con un reparto estupendo, sutura posibles escisiones y convierte su cine negro en otro estado de la cuestión.
Año 1950
País EE UU
Dirección Elia Kazan
Guion Richard Murphy
Reparto Richard Widmark, Paul Douglas, Jack Palance, Barbara Bel Geddes
Género Cine negro
Potentes escenas callejeras y, en general, sus exteriores, envuelven una historia que mezcla el documentalismo policial y social, el miedo colectivo, una epidemia y una cuenta atrás para encender aún más la trama. Entre sus ingredientes que otorgan más valor a su redescubrimiento o a situarla justamente, 'Pánico en las calles' contiene al debutante Jack Palance, imponente hampón, y un rostro que siempre agradece toda historia bien contada, el de Richard Widmark. Ambos, como polos opuestos en lo físico y lo moral, en la representación y en la interpretación, en correspondencia con el tono de contrastes entre lo enérgico y lo sobrio del filme.
Es thriller de cuidada ambientación y atmósfera tensa arropada por una fotografía magnífica. En la ficción surgen dualidades y fricciones curiosas: un policía y un médico; un desarraigado que desata la violencia y una ciudad, Nueva Orleans, bajo la amenaza de la peste neumónica. El cineasta de 'Un tranvía llamado deseo' se recrea en estas pulsiones para ir generando una tela de araña que discurre entre la intriga, ese espacio posible sin habitar convertido en personaje, entre el presente y el futuro, más una inquietud que crece alocadamente. Lo que maneja Kazan con intensidad y dramatismo son los tempos de cada zona oscura: lo grave que pesa en el ambiente, lo puramente desprendido del cine negro, el duelo permanente entre perseguidores y perseguidos y el juego entre escenarios y sonidos que proporciona una textura especial a la historia. 48 horas como referencia del miedo primario. Un asesinato convertido de pronto en una posible muerte invisible colectiva. Se pueden buscar metáforas, especular además sabiendo quién está tras la cámara. Pero no hace falta. Trunfan y priman sus excelentes interpretaciones, su elegante equilibrio entre la calma suspendida y el vértigo de la desesperación. Es una de las primeras películas del cineasta de 'El compromiso' pero posee destellos de su posterior cine mayor y una burbuja criminal entre reflejos portuarios con muchos resquicios humanos.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.