Una de pullitas
Los Ángeles y Ocine ·
Ausencia de física y quíimica, la guerra matrimonial carece ahora de mordacidad, intensidad y energía. Es tan superficial como el presenteMarchando una de pullitas. Dos actores excelentes. Una historia conocida pero que puede abordarse con tonos, ritmos y mutaciones bien diferentes. Y un cineasta, Jay ... Roach, al que la comedia no le es ajena, sino más bien lo contrario ('Los padres de él'...). Con semejante material cómo es posible no atinar, desafinar mucho, incluso mostrarse gris y discreto. La respuesta está en 'Los Rose', timorata y pacata comedia sin energía, en la que casi nada casa.
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Año 2025
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País Reino Unido
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Dirección Jay Roach
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Guion Tony McNamara
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Reparto Benedict Cumberbatch, Olivia Colman, Andy Samberg, Kate McKinnon
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Género Comedia
La supuesta cruel guerra matrimonial ni es comedia negra ni colisión ácida. A excepción de algún chiste, gag o gracieta ocasional (solo faltaba) el resto es un anodino intento de explotar una vieja idea sin que funcione ninguno de sus elementos en juego. Aquella guerra de Douglas y Turner, casi de cartoon, con sus hipérboles y sus volcánicos explosiones de seso y sexo, es aquí una historieta que presume de cierta elegancia, pero tan vacía como inane. Olivia Colman y Benedict Cumberbatch, a los que hemos visto en papeles magistrales, tratan de defender inútilmente sus respectivas encarnaciones. Pero no hay física ni química. Todo resulta vulgar y exento de fuerza. Casi no hacen falta ejercicios de comparación para deducir que la atmósfera de la trama rezuma artificio, superficialidad y no se aprovecha ni la mordacidad ni la violencia latente en la novela de Warren Adler.
Ligereza acomodaticia, sin mala leche ni fuerza, el hachazo se diluye. Danny DeVito hace ya 35 años demostró expresividad, tono ajustado, sátira cuando tocaba y caricatura en otras, pero siempre atractiva. La brutal comedia se ha convertido en un tímido divertimento sin personalidad visual, donde el resentimiento, los niveles de crueldad hasta la desesperación no encuentran su lugar. Roach, cineasta de 'Austin Powers' conoce el terreno pero está ausente la autoría, el gesto personal, el equilibrio entre los actores, a los que deja abandonados, y sus acciones. El tour de force resulta afectado, el ultimátum lo sufre el espectador, da lástima ver a semejantes intérpretes buscando un resquicio de talento y como reflejo sociológico y de época apenas respira. El capitalismo salvaje competitivo que se halla tras el choque de la pareja era ya obvio desde el primer enfrentamiento. Es más versión y relectura que remake y eso la honra. Sin agudeza, más cerca de una batalla de almohadas, resbala exenta de oscuridad y amargura.
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