Cayetana Guillén Cuervo
La intérprete madrileña recogerá el miércoles el Premio UIMP a la Cinematografía muy feliz «porque parte de una universidad pública»
Cayetana Guillén Cuervo (Madrid, 1968) recibe este miércoles en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) el Premio a la Cinematografía, un reconocimiento a una trayectoria ... marcada por el amor al cine, el teatro y la televisión. Hija de una saga imprescindible para la escena española, ha sabido forjar un camino propio en el que la interpretación, la divulgación cultural y el compromiso con el arte van de la mano. La entrega del galardón tendrá lugar en el Hall Real del Palacio de La Magdalena a las 19.00 y el cineasta cántabro Nacho Solana será el encargado de leer la laudatio.
-¿Qué significa para usted recibir este Premio?
-Me hace especial ilusión. Me reconforta que ese consejo que se reúne, que tiene tantísimo criterio y que parte desde una universidad pública, que eso es para mí algo muy importante, haya pensado en mí. Es un premio con un origen y un sentido académico que recoge muchas cosas: mi labor al frente de los distintos programas en Televisión Española protegiendo, dignificando y educando, desde el punto de vista de una escuela de espectadores, a ver cine español y haciendo que el cine español se perciba de otra manera. Por supuesto, siempre con mis equipos, porque yo sola no voy a ninguna parte. Por otro lado, destacan mi carrera como actriz, así como mi labor como presidenta de la Academia de las Artes Escénicas de España y, en general, mi gestión cultural. Todo eso significa arte, cultura, diversidad, apertura mental, herramientas, reflexión, espíritu crítico y ese vuelo de la vida que no es tangible, pero que hace sea más amable y que tenga sentido.
-¿Recuerda la primera vez que sintió que la interpretación sería su lugar en el mundo?
-He nacido y crecido en las rodillas de directores de teatro, de cine, dramaturgos, escritores, actores... Entonces, de alguna manera, el mundo de los adultos tenía que ver con eso. Crecí pensando que me dedicaría a algo de ese entorno y nunca lo cuestioné. Me gustaba escribir y por eso estudié periodismo en la Complutense, universidad pública, y eso contó a mi favor para poder estar a la cabeza de 'Versión española' en la televisión pública, de nuevo, que me ha permitido conjugar el activismo cultural, el periodismo cultural y mi carrera en la interpretación.
-Supongo que su familia habrá jugado también un papel decisivo a la hora de dedicarse a esto.
-Mi familia para mí es decisiva. Creo en la familia, primero en la que naces, luego la que haces, y luego la que eliges para construir una identidad. Tu familia te va educando, te va dando unas pautas del camino, de los valores, de la ética, de la educación, que te proporcionan herramientas para poder construirte, entenderte y poder entender a los demás. Te hace una persona más completa. Para mí todo eso te lo da la educación, tanto la académica como la emocional en casa. Yo he tenido las dos y es una suerte.
-A lo largo de su carrera ha combinado cine, teatro y televisión. ¿Cuál de estos lenguajes le permite ser más libre?
-Todos tienen una parcela de libertad diferente, pero los tres la tienen. En el teatro puedes desarrollar un arco dramático continuado, aunque estés bajo la batuta de un director al que hay respetar profundamente, el personaje se va alimentando de tu carácter, de tu energía y de tus gestos, de ti porque tus herramientas eres tú misma. Ni siquiera tienes, como un músico, un instrumento musical para apoyarte. Aquí tienes tu voz, tus experiencias, tu saliva, tus bajones y tus subidas emocionales y con eso construyes. También ocurre en el cine y en la ficción, pero bueno, eso no se rueda cronológicamente, normalmente sí que está ensayado y vas con todo aprendido para poder dar tu mejor versión, pero no hay ese desarrollo dramático del personaje. Respecto al desarrollo, al vuelo, creo que siempre es más alto en el teatro.
-Sin embargo, el suyo no es un oficio fácil, ¿qué es lo que le sostiene en él después?
-Lo primero que es vocacional, que amo profundamente lo que lo que hago, por eso puedo trabajar tantísimo, porque me gusta mucho; si no sería profundamente infeliz. Me encanta lo que hago, me siento útil y creo que los actores y las actrices aportamos cosas preciosas a la sociedad. Aportamos herramientas para que el ser humano pueda comprender, vivir mejor, entender al otro... El ser humano con herramientas puede salir a codazos de cualquier lugar inhóspito y por eso me parece muy importante lo que la cultura hace en ese sentido.
-¿Siente que la sociedad valora el trabajo de los actores?
-Estamos mucho mejor que antes porque en la época de mi madre era todavía menos respetado. Ellos tuvieron que hacer una huelga en 1975 para conseguir un día de descanso y unas mejores condiciones laborales. Para eso está ahora la Unión de Actores que funciona como un tiro para proteger nuestros derechos y marcar las pautas mínimas respecto a la ley. Lo que pretende la Academia de las Artes Escénicas es conseguir la dignidad y el respeto de toda la sociedad y de las instituciones. Conseguir la dignidad que los actores, actrices y representantes de las artes escénicas se merecen. El 4% del Producto Interior Bruto lo genera todo lo que tiene que ver con la cultura. Es decir, cuando se otorga una subvención, no es una limosna, es una ayuda para generar trabajo. Somos muchísimas familias las que comemos de esto y generamos muchísimo trabajo como en la restauración, la abogacía o la ingeniería. Estamos en un momento en que se empieza a valorar nuestro trabajo y de ahí la Ley de Enseñanzas Artísticas que es un hito en la democracia.
-Tiene muchos amigos en Cantabria. ¿Qué relación personal guarda con esta región?
-Me encanta Cantabria a la que me ha acercado mi amigo Okuda San Miguel. Somos hermanos. Me gusta mucho ir a ver a sus padres, de hecho van a estar todos en la entrega del premio y me hace muchísima ilusión. Y luego está mi Jolu del alma y también quiero mucho a Pablo Zuloaga, que cuando estuvo de vicepresidente de Cantabria valoraba y cuidaba muchísimo la cultura. También me encanta el Cenador de Amós. O sea que Cantabria para mí es un sitio maravilloso y por eso este premio me llega al corazón.
-¿Cómo ha cambiado la mirada hacia su propio trabajo?
-Han ido cambiando las cosas a mejor siempre y yo soy muy feliz combinando la interpretación con la comunicación en los programas, con escribir artículos, con la producción ejecutiva en la ficción y en el propio teatro y en las películas. Hacer un poco de todo es algo que me gusta y me completa.
-¿Próximos proyectos?
-'Atención obras', en la 2; 'Versión española', en la 2 y la película 'Si te contara', que es de Televisión Española y de Movistar y la distribuye Caramel y dirige Alfonso Albacete. Hemos escrito el guion entre los dos y yo soy la protagonista y la productora ejecutiva. Y es un homenaje a la gente del teatro, del cine, al metalenguaje con un reparto muy chulo.
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