Fernando Belzunce: «El periodista no va a cambiar el mundo, pero sí ayuda a tomar buenas decisiones»
El director editorial de Vocento presentó su ensayo coral, «un canto al periodismo», con cien testimonios que resisten ante enemigos como la mentira, el populismo y el imperio del algoritmo
En tiempos de ruido, Fernando Belzunce (Pamplona, 1976) ha querido escuchar. Y el resultado es 'Periodistas en tiempos de oscuridad', un libro protagonista del Aula de Cultura de El Diario Montañés, acto introducido por Luis Revenga, presidente de Editorial Cantabria, y que reúne las voces de más de cien profesionales de todo el mundo en defensa del periodismo como refugio de la verdad. La obra, publicada por Ariel, es una radiografía global del oficio en una época marcada por la desinformación, la polarización y el descrédito. A través de esas voces —que van de Premios Nobel a reporteros de guerra o jóvenes promesas—, Fernando Belzunce traza un mapa de las amenazas, pero también de la esperanza, que aún late en el periodismo. Y de periodismo precisamente, del oficio más bonito del mundo tal y como lo definió Gabriel García Márquez, habló Belzunce en el Ateneo, sede del Aula de Cultura de El Diario, acompañado de otros dos periodistas, el director de El Diario Montañés, Íñigo Noriega y el redactor jefe de la sección de Cultura de este periódico, Guillermo Balbona que, a modo de coloquio, le preguntaron distintas cuestiones sobre la profesión y los tiempos que atraviesa marcados por la desinformación, la polarización, el populismo y el algoritmo.
Belzunce, director editorial de Vocento, ha vivido en primera persona la transformación del oficio, tal y como recordó Íñigo Noriega. Desde sus años de redactor y reportero hasta su liderazgo en la era digital, ha sido testigo de cómo internet ha cambiado los modos de informar, pero también de cómo la esencia del periodismo —contar la verdad— se mantiene intacta. Esa doble mirada, crítica y esperanzada, recorre las páginas de 'Periodistas en tiempos de oscuridad', una obra editada por Ariel y de la que él mismo ha señalado que es su proyecto «más personal y ambicioso».
Las frases
El oficio
«No es fácil. Implica compromiso, horas de trabajo y es muy vocacional, pero ahora, que está siendo atacado, es más necesario que nunca»
La actualidad
«La idea libertaria de que la información fluya sin intermediarios es una idea liberal que lo pone todo patas arriba»
La autocrítica
«Tenemos una parte de culpa del descrédito del periodismo. Debemos ser más claros y reconocer nuestros errores»
La idea de este volumen surgió desde su anterior libro 'Directores', su primer viaje como escritor al corazón de un oficio del que sigue pensando que es «duro, hermoso, necesario y, a menudo, incomprendido». Dos años después de aquella publicación recoge en 'Periodistas en tiempos de oscuridad' los testimonios de otros cien protagonistas –muchos de ellos periodistas, pero también editores, fotógrafos y escritores– a modo de radiografía global del oficio en una época marcada por la desinformación, la polarización y el descrédito. A través de esas voces —que van de Premios Nobel a reporteros de guerra o jóvenes promesas—, traza un mapa de las amenazas, pero también de la esperanza, que aún late en el periodismo. Y una de las conclusiones de esas cien entrevistas, a los que reconoce como sus «referentes», es que «es curioso cómo colegas de distintos países tienen problemáticas comunes, algo que no pasaba antes. Pero ahora el mundo está globalizado y el oficio está deslegitimado». Por eso, por todo lo que conlleva esa deslegitimidad que -sostiene- está orquestada por parte de líderes políticos que intentan desacreditar la profesión, es más importante que nunca protegerla. «Me preocupa la situación libertaria, los sistemas de amedrentamiento, los linchamientos bajo el anonimato de las redes sociales. Los ataques, son demoledores y eso les pasa sobre todo a mujeres periodistas que vienen por parte de gente que ha invertido mucho dinero en ello», expuso. También afirmó que «ahora mismo impera la idea de que la información fluya sin intermediarios y eso es una idea liberal que lo pone todo patas arriba. Cuando se cuestiona la verdad, empezamos a tambalearlo todo».
Belzunce, quien también es miembro del World Editors Forum Board de WAN-IFRA, participa en foros internacionales sobre libertad de prensa e innovación y percibe cómo en los últimos años y en tiempos de crisis «el primer ataque siempre es hacia la prensa». No obstante, tanto en las páginas de su libro, como en la conversación que mantuvo en el Ateneo, subrayó que ello no debe impedir a los profesionales de la información hacer autocrítica. «Es cierto que tenemos una buena parte de culpa del descrédito del periodismo y que tenemos que ser más claros a la hora de reconocer nuestros errores, pero también es verdad que mucha gente habla mal del periodismo en términos generales pero no del periódico que lee habitualmente».
¿Y cuál debería ser el compromiso del periodista? El director editorial de Vocento lo tiene claro: «Satisfacer el derecho que tienen los ciudadanos a ser informados y a recibir información veraz». Muchos de los periodistas que aparecen en su libro han vivido situaciones trágicas, «porque este no es un oficio fácil. Implica compromiso, muchas horas de trabajo y es muy vocacional. Pero merece la pena porque con él no es que vayas a cambiar el mundo pero sí vas poner toda la información veraz y necesaria para ayudar a la sociedad a tomar buenas decisiones». Y es que el libro, con un prólogo de Sergio Ramírez, Premio Cervantes y voz imprescindible del pensamiento iberoamericano, es también un canto a la resistencia silenciosa de quienes, en medio de la oscuridad, siguen encendiendo pequeñas luces con sus historias. Es «un canto de amor» al oficio: la constatación de que el periodismo sigue siendo, cuando se ejerce con honestidad, una forma de dignidad. «Es una profesión vocacional, que no se elige para ganar dinero, y eso marca las cosas. El que quiere ser periodista tiene compromisos y valores y este oficio tiene gente muy interesante y periodistas destacados por contar lo que algunos no quieren que se cuente».
El riesgo de la polarización de las redes sociales y la IA
Si se le pide a Fernando Belzunce tres motivos para ser periodista no tiene ninguna duda: «Porque es una profesión muy interesante, porque te permite conocer a gente también muy interesante y porque si la ejerces con honestidad te va llevar por el camino recto». Tras recordar que se cifran en 270 los periodistas asesinados en Palestina, por querer informar de lo que allí ocurre, subraya que «es un oficio necesario y actualmente más que nunca». Y llama la atención del riesgo que corre la profesión por la polarización que se mueve en las redes sociales que siguen amparándose en el anonimato para amedrentar y linchar. Aunque también poseen aspectos positivos, según dice, como quedó reflejado en su importante papel en la Primavera Árabe. «Y ojo con la Inteligencia Artificial y en cómo se usa», advierte.