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László Krasznahorkai. EFE

El lúcido pesimismo de László Krasznahorkai merece el Nobel de Literatura

Narrador de los oscuros paisajes del alma, se premia al escritor húngaro «por reafirmar el poder del arte en medio del terror apocalíptico»

Jueves, 9 de octubre 2025, 13:04

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Nunca quiso ser escritor. Fue minero, vaquero y vagabundo por Asia y Europa y América, pero ahora es Nobel de Literatura. El húngaro László Krasznahorki (Gyula, Hungría 1954) es el ganador del alto premio sueco de 2025 «por su obra convincente y visionaria que, en medio del terror apocalíptico, reafirma el poder del arte». Así lo anunció el secretario perpetuo de la Academia Sueca, Mats Malm, al comunicar este jueves en Estocolmo un fallo que esta vez no sorprendió y que respetó la alternancia hombre-mujer que se mantiene desde 2017.

Krasznahorkai, que recoge el testigo de la surcoreana Han Kang, se embolsará los diez millones de coronas suecas (unos 980.000 euros) con los que está dotado el apreciado galardón.

El fallo destaca al narrador húngaro como «un gran escritor épico de la tradición centroeuropea, que se extiende desde Kafka hasta Thomas Bernhard». Su obra se caracteriza «por el absurdo y el exceso grotesco», aunque «tiene más recursos, y también mira hacia Oriente al adoptar un tono más contemplativo y refinado».

Sus densas y angustiantes novelas están llenas de apocalipsis y falsos profetas que nos cantan las mentiras que queremos oír. Tantos son, que según «en el mundo mandan hoy la estupidez, la ignorancia y la mentira, que es muy contagiosa», según explicaba a COLPISA al recibir el Premio Formentor el año pasado.

«Ojalá supiera para qué y para quién escribo, pero sé que hay una isla de gente que ama la lectura. Todos mis libros son en realidad un fiasco. No son obras literarias que hayan salido bien. No son perfectas, y para mí algo no es perfecto si es peor que 'La Odisea' de Homero. El destino del escritor es el fracaso», agrega el escritor cuya patria es «la lengua húngara».

No cree que el 'homo sapiens' haya mutado en 'homo stupidus', pero sí que «las masas se vuelven estúpidas, brutas e ignorantes por su impotencia y su incapacidad de actuar».

Reconocido internacionalmente como uno clásico contemporáneo, la recordada Susan Sontag comparó la obra de Krasznahorkai con las de Gogol y Melville. Novelista y guionista, era uno de los candidatos recurrentes al Nobel, que recibe con 72 años.

Vida errante

Nacido el 5 de enero de 1954, Krasznahorkai, estudió Derecho y Lengua y Literatura en Budapest. Tras algunos años como editor, se convirtió en escritor. Recorrió durante años su país y ejerció diversas profesiones en pueblos y ciudades de provincias. Partió peras con su adinerada familia y recorrió en autoestop la Hungría comunista que abandonó en 1987 para viajar a Berlín Occidental con una beca. En los noventa pasó largos períodos en Mongolia y China, y más tarde en Japón, escenarios que trajeron cambios estéticos y estilísticos en su escritura.

Mientras escribía la novela 'Guerra y guerra' (1999), viajó por Europa y vivió en el piso de Allen Ginsberg en Nueva York, codeándose con Lawrence Ferlinghetti, Gregory Corso o los músicos David Byrne y Philip Glass.. Hoy vive recluido y sin contacto casi con el mudo exterior en las colinas de Szentlászló.

En su vasta obra, publicada en España por Acantilado, destaca la sulfúrica y mordacidad de 'Tango satánico', ('Satantango',1985) su primera novela y su obra más conocida. Fabula sobre una remota región rural de Hungría azotada por el viento y la lluvia, donde los miembros de una cooperativa llevan una vida anodina en un pueblo fantasmal mientras aguardan a que un milagro les devuelva el futuro.

También destaca en su bibliografía 'Melancolía de la resistencia' (1989). Ambas novelas fueron llevadas al cine por su amigo el cineasta Béla Tarr. Están traducidas al castellano 'Al Norte la montaña, al Sur el lago, al Oeste el camino, al Este el río' (2005),'Guerra y guerra' (2009), 'Ha llegado Isaías' (2009), 'Y Seiobo descendió a la Tierra' (2015), 'Tango satánico' (2017), 'Relaciones misericordiosas' (2023) y 'El barón Wenckheim vuelve a casa' (2024). Sus profundas y originales novelas se han traducido a más de 40 idiomas y varias han sido llevadas al cine.

Multigalardonado en Europa, mereció en 2021 el Premio Austríaco de Literatura Europea; en 2015, el Man Booker Internacional y en 2004 el Kossuth, del Gobierno húngaro. El Formentor llegó el año pasado como antesala del Nobel, como antes ocurriera con la francesa Annie Ernaux

En la cuneta

Krasznahorkai se impuso a candidatos como, la china Can Xue, favorita en las últimas ediciones, la canadiense Anne Carson, australiana Alexis Wright, el anglo-indio Salman Rushdie, el francés Michelle Houellebecq, la antiguana Jamaica Kincaid, el argentino César Aira el eterno candidato japonés Haruki Murakami que volvió a quedarse en la cuneta, el esquivo estadounidense Thomas Pynchon o el singular Enrique Vila-Matas, el único español que se había colado en las quiniela.

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