«El mundo está regido por locos, pero se acaban y empieza una nueva era»
Fernando Jáuregui ha presentado este miércoles en el Ateneo de Santander su último libro, una mirada «irónica y optimista» al futuro y al poder del cambio
«No he venido tanto a hablar de mi libro; es solo el pretexto». Con esa frase, Fernando Jáuregui desmontó desde el inicio la idea ... de una simple presentación editorial para convertir el acto en una reflexión abierta sobre el futuro, la política y la condición humana. El periodista, que se confesó «aburrido, decepcionado y triste con la política actual, por eso dejé de escribir sobre ello», acudió este miércoles al Ateneo de Santander para presentar 'El cambio en cien palabras: ¿Cómo serán nuestras vidas en 2050?'.
Acompañado por Manuel Ángel Castañeda, presidente del Ateneo, e Íñigo Noriega, director de El Diario Montañés, Jáuregui repasó en un tono cercano, irónico y lúcido algunos de los temas que vertebran su obra: la inteligencia artificial, la soledad, el transhumanismo o la desigualdad. Pero insistió en que el libro es solo una excusa para hablar del vértigo de los tiempos que vivimos: «Estamos experimentando el cambio más brutal de la historia y apenas somos conscientes de ello». Habló de computación cuántica, de coches sin conductor y hasta de sus propias aventuras tecnológicas: «Me fabriqué una novia virtual que se llamaba Úrsula, por Úrsula Corberó, pero me aburrí de ella porque me daba la razón en todo».
Entre carcajadas del público, el veterano periodista reivindicó la curiosidad como motor de su oficio y de su vida. A sus 75 años, confesó haber viajado clandestinamente en un coche autónomo y comido chuletones y tartares de laboratorio «por ver de cerca ese futuro que ya está aquí». Sin embargo, no todo en su visión es entusiasmo. También lanzó advertencias: «El mundo está regido por locos, pero los locos se acaban y empieza una nueva era». Una frase entre el lamento y la esperanza que resumió su diagnóstico: «La humanidad progresa, sí, pero solo si aprende a usar sus avances 'para el bien'».
«Escribo para la generación Z y aquí presente no hay ninguno», lamentó Jáuregui mirando al auditorio. Su libro, dijo, «es un fracaso» ya que no está llegando al público buscado, pero así todo realizó una llamada a los jóvenes, a quienes considera los verdaderos protagonistas del cambio. Les reprochó su falta de lectura –«ojalá lo descubran en TikTok»–, pero también reconoció que es su generación, no la suya, la que deberá aprender a controlar las fuerzas tecnológicas y sociales que definen el siglo XXI.
Entre el humor y la crítica
La charla, organizada por la Asociación Foramontanos Siglo XXI, se movió entre el humor y la crítica, «entre el pasado periodístico y el porvenir digital». Castañeda y Noriega, en un tono cómplice, guiaron un diálogo que transitó desde la política española hasta la revolución educativa pendiente, pasando por el papel de los medios de comunicación en una «era saturada de 'fake news'».
«No podemos seguir gobernados por locos ni acostumbrarnos a la golfería», sentenció Jáuregui en uno de los momentos más serios. Y remató: «Nos estamos habituando a normalizar la anormalidad». Fue quizá el único instante en que su voz sonó más amarga que divertida, aunque no por eso menos combativa.
Optimista por convicción, el periodista aseguró creer en la capacidad humana para corregirse: «La historia avanza y el cambio, por mucho que asuste, siempre es una oportunidad». Confesó que si algo ha aprendido en todos estos años es que «no hay que dejar que el cambio te cabalgue; hay que cabalgarlo tú».
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