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Durante una actuación.

'Suzanne', de Leonard Cohen

El poeta se ha ido, pero nos ha dejado su extenso legado. Todo él merece una atención pormenorizada, pero hoy vamos a dedicarnos a su primer gran éxito

Anje Ribera

Miércoles, 16 de noviembre 2016, 13:03

Un nombre tan sugerente, tan femenino como Susana se repite constantemente en el mundo de la música, pero a la hora de elegir una canción con ese título casi todos derivamos hacia la obra de Leonard Cohen, quien convirtió este tema en especial gracias a esa forma suya de interpretar que genera paz, mediante una voz acariciadora que nos traslada a una isla sólo poblada por la tranquilidad. Una terapia que debería estar cubierta por la Seguridad Social.

Somos muchos los seguidores del veterano cantante canadiense los que recurrimos a esta composición cuando pretendemos desconectar del mundo que nos rodea y viajar a través de nuestra propia mente para quedar finalmente con la sensación de haber visitado lugares no recogidos por los mapas.

'Suzanne' es un himno, una canción que se utilizaba en las discotecas de los años sesenta y setenta para anunciar que comenzaban los bailes agarrados. Una obra maravillosa pese a su extremada tristeza, tan bien recibida por los melancólicos

  • ________________________________________

  • Suzanne te lleva abajo

  • a su sitio junto al río

  • Tú puedes oír pasar los barcos,

  • puedes pasar la noche junto a ella

  • y sabes que ella está medio loca

  • pero eso es por lo que quieres estar allí

  • y ella te ofrece té y naranjas

  • que vinieron todo el camino desde China

  • y justo cuando tú quieres decirle

  • que no tienes amor que darle

  • ella te sintoniza en su longitud de onda

  • y deja que el río conteste

  • que tú siempre has sido su amante

  • y tú quieres viajar con ella

  • y tú quieres viajar ciego

  • y tú sabes que ella confiará en ti

  • porque tú has tocado su cuerpo perfecto con tu mente

  • Y Jesús fue un marinero

  • cuando caminaba sobre las aguas

  • y pasó mucho tiempo observando

  • desde su solitaria torre de madera

  • y cuándo supo seguro

  • que sólo los hombres ahogados podrían verle

  • dijo «Todos los hombres serán marineros entonces

  • hasta que el mar los libere»

  • Pero él mismo fue roto

  • mucho antes de que el cielo se abriera

  • Abandonado, casi humano,

  • se hundió bajo tú sabiduría como una piedra

  • y tú quieres viajar con él

  • y tú quieres viajar ciego

  • y piensas que quizás confíes en él

  • porque el ha tocado tu cuerpo perfecto con su mente

  • Ahora Suzanne te toma de la mano

  • y te conduce al río

  • Ella lleva ropas viejas y adornos

  • de los estantes del Ejercito de Salvación

  • y el sol se derrama como miel

  • sobre nuestra señora del puerto

  • y ella te enseña dónde mirar

  • entre la basura y las flores

  • Hay héroes entre las algas

  • Hay niños en la mañana

  • Ellos se asoman buscando amor

  • y lo harán así para siempre

  • mientras Suzanne sostenga el espejo

  • y tú quieres viajar con ella

  • y tú quieres viajar ciego

  • y tú sabes que puedes confiar en ella

  • porque ella ha tocado tu cuerpo perfecto con su mente

La dama medio loca que paseaba de la mano de Leonard Cohen por la orilla de un río vistiendo ropas viejas del Ejército de Salvación cumple cincuenta años de vida. Ella dio título a una de las canciones más traducidas del mundo, la primera de Cohen que atrajo la atención de público gracias a esa mezcla de amor lánguido y meditación religiosa, tan habitual durante su ya dilatada carrera.

Estandarte musical y poético, 'Suzanne' fue escrita en 1966 e inicialmente la popularizó Judy Collins. El tema se inspiró en Suzanne Verdal, la vieja esposa de un amigo íntimo del autor, el escultor de Montreal Armand Vaillancourt. «Suzanne me invitó a su casa cerca del río y me sirvió un té que estaba lleno de pedacitos de naranja. Esos elementos me dieron el rocío para soñar con la canción, pero sólo fueron el rocío», explicó Leonard Cohen en una entrevista.

Leonard Cohen fue el gran poeta de la canción anglosajona. Nació en Montreal en 1934 en el seno de una familia judía de clase media de ascendencia lituana. Tras aventuras con más o menos éxitos en el mundo del country-western, se lanzó a la poesía, más como escritor que como cantante. En ello influyó los viajes que realizó por Europa, donde se vio influenciado por canciones francesas de cabaret de entreguerras.

Su primer contacto con el mundo discográfico tuvo lugar en 1967, cuando grabó tenas como la mencionada 'Suzanne' y otras joyas como 'The stranger song', 'Sisters of mercy' o 'So long, Marianne'. Desde entonces toda su carrera ha seguido un mismo camino sustentado por un estilo minimalista, sólo variado ligeramente en los ochenta con la experimentación con instrumentos más modernos que la tradicional guitarra con la que cabalgó durante décadas entre la lírica y la poesía. Un caminar, sin embargo, interrumpido por largos períodos de silencio trascendental por su interés por la filosofía zen. De hecho, Cohen estuvo retirado en un monasterio, donde fue ordenado monje con el nombre de Dharma de Jikan, el silencioso. La concesión del Premio Príncipe de Asturias de las letras de 2011 le recuperó de su Shangri-La. Nos dejó definitivamente la semana pasada. Le echaremos de menos.

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