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Santi Balmes durante la presentación de su libro 'Canción de bruma'.
«No hay que ser rácano con los sentimientos»

«No hay que ser rácano con los sentimientos»

Santi Balmes, la voz de Love of Lesbian, deja a un lado los acordes para sacar su cuarto libro, que nació a partir de 'Canción de Bruma'

Silvia Cantera

Miércoles, 19 de abril 2017, 12:50

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La experiencia le ha aportado la capacidad de detectar el formato que llevará cada una de sus ocurrencias. Además de capitanear la banda catalana Love of Lesbian, Santi Balmes escribe libros. El cuarto ha llegado este mes a las librerías y es el resultado de una composición que le supo a poco. Tres minutos y medio no eran suficientes para explicar el concepto 'Canción de Bruna', una nebulosa que encierra decenas de sentimientos e historias: «Hay músicos que de gira se dedican a ver series y yo me monto las mías propias».

¿Cómo compagina la publicación de los libros con la banda? Lleva cuatro desde 2011.

Se malinterpreta el tiempo del que dispone un músico. De gira tenemos muchísimo tiempo, demasiado. Estás esperando continuamente. Qué hagas durante esas horas muertas es tu problema. Hay gente que se dedica a ver series y yo directamente me invento mis propias series.

El libro se llama 'Canción de bruma', como un tema del último disco de Love of Lesbian, 'Poeta Halley'. ¿Qué empezó a escribir antes?

Primero nació la canción. A veces hay conceptos que son muy poderosos como el de 'Canción de bruma'. Me daba la sensación de que no tiraba del todo del hilo. En otros casos, creas una canción y ahí concluye todo. Pero hay cosas que dinamitan algo que de repente me crean una falla que a la vez es camino, una especie de falla tectónica que al mismo tiempo es un sitio por el cual puedo andar y de pronto se agrieta todo. Entonces te das cuenta de que dentro de ese concepto de 'Canción de bruma' hay algo mucho más profundo que no se puede contener en un formato de canción y quizás ese tema acaba siendo como la parte central o un prólogo de todo lo que puede llegar a desarrollar a partir de ese título.

¿Cuándo empezó a convertir la canción en libro?

Surgió en octubre. A decir verdad estaba trabajando en otro libro y extraje unos cuantos poemas que había insertado ahí. De alguna manera quedaba todo un poco redundante en ese libro y decidí hacer una especie de extracción quirúrgica. Separé esos versos y la intuición me llevó a dedicarme a ese word nuevo que había hecho para dejar ahí algo que iba a trabajar a posteriori. Y de repente me sorprendí trabajando en ello.

¿Qué parte de ficción hay en el libro y cuál es real?

No me atrevería a decir cuánta parte biográfica hay y cuánta imaginada. Si por ejemplo me preguntas por la patinadora (su amor platónico de la adolescencia de quien habla en un capítulo) es absolutamente biográfico. Y lo que no lo es, lo he imaginado y es parte de mí, por lo tanto, también es biográfico.

El proceso de creación ha sido bastante rápido...

Dos Meses.

Madre mía.

Es que con esto nunca se sabe. Te puedes pasar un año y medio dándole vueltas a una idea sin que acabes de encontrar el qué y de repente en dos meses tienes un libro ya terminado. Las velocidades son así. Es como tener un invernadero en el que no sabes por qué no te crecen las plantas

¿Y ese otro libro dónde ha quedado?

Tengo la esperanza de que salga para diciembre. Al fin y al cabo se complementan 'Canción de Bruma' y 'El Hambre Invisible', que será el nombre del próximo libro, y yo creo que intenta ahondar en ese aspecto de conocer las diversas personalidades que tienes dentro de tu ciudad interna. Pero será en formato prosa, más novelístico, como una especie de viaje de turismo hacia dentro de ti.

«Es sano para la banda»

¿En qué momento decide qué texto irá en un libro y qué letras acabarán convirtiéndose en canción?

Es una capacidad que antes no tenía. He de decir que con los años he desarrollado la intuición, el instinto para saber que esto puede ser musicado y esto definitivamente, no. Antes intentaba meterlo todo en un mismo envase, que era Love of Lesbian, y ahora diría que he aprendido a leer la música que puede contener un poema o si me puede llevar a algún relato, incluso a alguna novela o a sitios muy dispares. Creo que incluso beneficia a la banda porque lo que traigo para el grupo es mucho más puro y más claro.

De esta manera, quizás no vuelva a ocurrir lo que pasó con 'Los males pasajeros' del disco 'Poeta Halley'. La letra inicial con la que llegó ocupaba cinco o seis folios

Estaba en un momento bastante incontinente (risas). ¿Y qué acaba sucediendo? Que lo quieres meter todo. Y eso era el leitmotiv de esta época que estoy viviendo en la que estoy dando rienda suelta a la lírica y en detrimento un poco de la conversalidad. Es la época que tengo que pasar un poco para volver a reír otra vez.

En los últimos años ha publicado más libros que discos. Ha pasado a ser algo más que un complemento a su faceta musical.

Los tempos con Love of Lesbian acostumbran a dilatarse tanto en el espacio, porque no paras de viajar, como en el tiempo, porque empiezas una gira y ya no sabes cuándo la vas a acabar, que si tienes inquietudes o si sigues creando, tienes dos opciones: o vas soltando lastre de alguna manera o si no, dentro de cuatro años te vas a encontrar con 400 páginas de versos y 400 melodías grabadas en el iPhone que no vas a dar de sí. Busco otros formatos en los que expresarme durante esas larguísimas giras. Además creo que es sano para la banda.

¿Por qué?

Porque de alguna manera llego más vacío. A veces es importante que cuando te enfrentes a un disco no tengas las canciones que creaste hace cinco años. Es necesario que tengan vigencia cuando las estás grabando para hacer algo mucho más espontáneo.

Porque lo de tomarse esos plazos para descansar y no escribir, ni se lo plantea...

Es que para mí sería como si me dijeras que parara de respirar (risas).

¿Alguna vez ha sentido miedo de exponerse demasiado?

Sí. Eso es lo único que siempre me hace pensar si no he ido demasiado lejos. Pero si hay que morir de algo que sea de eso.

De contar más de la cuenta...

No creo que tengas que ser rácano si te dedicas a esto. Y veo a alguna gente que ejerce una especie de 'racanismo' que no acabo de entender porque tendría que ser una especie de gozo. Y que ya sea la gente que te diga 'vale, ya'.

¿Se ha reconocido en sus textos o canciones el o la protagonista de alguno de ellos?

Podría suceder que algún personaje del libro se reconociera. Por cubrirme las espaldas cambié varios apellidos... Con alguna canción me ha sucedido. He recibido algún mensaje por Facebook en el que me decían '¿estás hablando de mí?'. A veces se sienten igual de ofendidos que de alagados.

¿Con qué se siente más cómodo: con la lírica o con la prosa?

El formato verso es el que me parece más libre, más concreto, el que no tiene que rendir cuentas a un cierto tipo de orden gramático ni narrativo. Simplemente te produce el inmenso placer de poder convertirte en una ráfaga de bombardeo de imágenes y de emociones. Si aplico la prosa, o es una prosa poética o también me siento extraño. De alguna manera, todo tiene que tener alguna musicalidad poética.

¿Dónde encuentra la inspiración?

Estoy acostumbrado a observar, a observar muchísimo, a que no se me pase por alto ningún detalle. Lo hago de una forma bastante obsesiva. Escribir lo único que me provoca es escribir más y más y más y más. A partir de aquí puedes descubrir muchas cosas que pensabas que habían pasado desapercibidas y tú te vas descubriendo a ti mismo que no.

Es un método de desahogo también.

Es un hábito que tiene tanto de saludable como de loco, la verdad, porque llega un momento en el que dependiendo de lo que escribas acabas haciéndote bastante pupita. Pero tiene un punto catártico que me encanta.

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