La Nave Sotoliva conecta Canarias y Cantabria a través 'de la sal' en su cita final
La artista visual Luna Bengoechea une en la última propuesta de la temporada las salinas costeras de las islas y la tradición salinera de Cabezón de la Sal mediante instalaciones, vídeos, dibujos y archivos
Lo cultural, la memoria, el paisaje confluyen en 'de la sal', epígrafe de la última cita de la temporada en la Nave Sotoliva en ... este 2025. El nombre propio es el de Luna Bengoechea (Gran Canaria, 1984). Y la geografía y el espacio se funden tanto en las salinas costeras de Canarias como en la tradición salinera de Cabezón de la Sal. La Nave Sotoliva del Puerto de Santander finaliza su temporada expositiva con la presencia de Luna Bengoechea y su proyecto que conecta «dos geografías aparentemente lejanas pero unidas por una misma materia».
A través de instalaciones, vídeos, dibujos y archivos documentales, la artista propone releer la historia de la sal como «recurso estratégico, paisaje cultural y memoria compartida.
La muestra
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Título 'de la sal'. Luna Bengoechea.
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Fechas: Del 28 de noviembre al 8 de marzo de 2026.
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Lugar: Nave Sotoliva. C/ Antonio de Tova y Arredondo, 23. Organiza: Autoridad Portuaria de Santander. Comisariado: Dalia de la Rosa.
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Organiza: Autoridad Portuaria de Santander.
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Comisariado: Dalia de la Rosa. Dalia de la Rosa.
Desde hace más de una década, la práctica de Bengoechea se centra en las problemáticas de la industria alimentaria contemporánea y en el impacto de los modelos de consumo global sobre los territorios. En 'de la sal' pone el foco en cómo las dinámicas extractivas han configurado nuestros paisajes, economías y cuerpos, y en cómo la separación entre tierra y comunidad ha generado desequilibrios hoy evidentes.
En Canarias, la artista parte de salinas costeras artesanales como Las Puntas (El Hierro), Los Cocoteros (Lanzarote) o Fuencaliente (La Palma), muchas de ellas en desuso o infrautilizadas. Estos paisajes, construidos lentamente por el trabajo humano, han sido desplazados por la sal industrial y las lógicas del mercado global. En sus intervenciones, Bengoechea «dibuja con sal marina aves limícolas sobre el territorio, subrayando la relación simbiótica entre producción tradicional, biodiversidad y fragilidad ecológica».
Cabezón de la Sal representa el otro extremo de esta 'geografía de la sal': un diapiro salino interior explotado durante siglos mediante pozos de salmuera y evaporación, cuyo apogeo tuvo lugar entre los siglos XIX y XX, hasta el cierre definitivo del pozo de Tresano en 1979. Allí la sal no se cultivaba al sol, sino que se arrancaba del subsuelo, con un alto coste energético y severas consecuencias sobre el entorno urbano: «Hundimientos del terreno, grietas en las viviendas, desalojos y cambios de uso del suelo». El proyecto subraya que tanto las salinas canarias como la mina cántabra conforman hoy un patrimonio en crisis, en gran medida desconocido para buena parte de la población local y convertido en ruina industrial o resto paisajístico sin relato. 'De la sal' plantea la necesidad de «recuperar esas memorias y pensar estos espacios no como reservas de materia prima, sino como patrimonio común cargado de potencia ecológica, simbólica y social». La artista establece un paralelismo entre las aves limícolas y la moneda: ambas evidencian que toda economía se asienta sobre un ecosistema concreto, y que la intensificación extractiva deja siempre una huella física y biográfica. Artista visual cuya obra indaga en la realidad contemporánea de la industria alimentaria y sus contradicciones, Luna Bengoechea fue galardonada en 2024 con el premio Excellence de la Real Academia de Bellas Artes de Canarias. 'De la sal' nace de la unión del Proyecto Salinas de las islas, y del encuentro con personas y colectivos que han salvaguardado la memoria de la extracción de sal en Cabezón. El proyecto reúne obra artística, una publicación específica y un archivo visual y documental en el que destacan las fotografías de Javier Rosendo -colaborador de El Diario-, articulando un relato coral que «combina investigación histórica, acción ciudadana y afectos».
César Díaz, presidente de la Autoridad Portuaria de Santander, apunta que «las actividades de mediación y las mejoras técnicas incorporadas a la sala en los últimos meses continúan nuestro objetivo de posicionarla como un espacio de referencia en la agenda cultural de Santander». «El balance es muy positivo, con un nivel de visitantes espectacular en el Palacete, con la apertura a visitas de la torre del Faro de Cabo Mayor y una actividad cada vez más intensa tanto en Sotoliva como en el Archivo del Puerto, donde en el último trimestre del año hemos colaborado activamente con proyectos de formación artística y festivales de artes escénicas», destacó Díaz.
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