Peridis:«El fracaso escolar no existe, lo que falla es el sistema y la forma de enseñar»
José María Pérez, Peridis, hace un alegato sobrelas escuelas taller y la formación práctica durante al presentación de su nuevo libro 'El tesoro del convento caído' en el Aula de Cultura de El Diario
Solo José María Pérez, Peridis, es capaz de prescindir del protagonismo en la presentación de su último libro y acabar siendo el entrevistador de sus presentadores. Este sábado, el arquitecto, escritor, dibujante, creador de la Fundación Santa María e impulsor de proyectos de creación de empleo llegó al Ateneo de Santander, sede del Aula de Cultura de El Diario Montañés, para presentar su nuevo libro, 'El tesoro del convento caído' (Espasa) una mezcla de novela, memorias y testimonios con los que quiere homenajear «a todas aquellas personas que ayudaron y se dejaron ayudar, que cambiaron su vida a la vez que participaban en la restauración de monumentos y comarcas»; si bien, la presentación acabó siendo un canto a las escuelas taller y la labor que desempeñan, a la oportunidad de las lanzaderas de empleo con una moraleja: la de que el patrimonio no pertenece al pasado, sino a la comunidad que lo cuida.
«Yo no he venido a hablar de mi libro», aseguró al inicio de su intervención «si no de lo que trata: es decir, que otra forma de enseñar y aprender es posible. Me duele la palabra fracaso escolar porque lo que falla es el sistema», aseguró, «porque hay que ayudar a los que no tienen recursos»
Le acompañaron en la presentación dos amigos, el editor de Valnera, Jesús Herrán con el que trabaja en la edición de la Gran Enciclopedia del Románico, y Esteban Sainz, arqueólogo y director de la Escuela Taller de Santander y del que 'tiró' Peridis, a base de preguntas, para dejar claro su mensaje sobre la educación: «La necesidad de dar oportunidades y de enseñar a los jóvenes a trabajar con sus manos. Enseñarles a hacer una mesa debería ser obligario hasta los 17 años», afirmó. También señaló que «hay que ver a los chavales no como un problema sino como el futuro».
Y, en realidad, de todo eso trata 'El tesoro del convento', que aunque no lo dijo, sí ha confesado que es el libro de su vida porque en él cuenta cómo el Convento de Santa María la Real, abandonado durante décadas, logró renacer gracias a la implicación vecinal, la educación y la cooperación entre instituciones y ciudadanos. La rehabilitación de ese convento, «el Camelot de Peridis» como lo definió Esteban Sainz, fue el germen de una aventura vital, «tipo la del flautista de Hamelín», en palabras del autor, De ellas surgieron las Escuelas Taller, primero una, allí mismo, y luego muchas más por las que ya han pasado 750.000 jóvenes.
Y es que, como relató Peridis, él creció jugando en las ruinas de un monasterio, el de Aguilar de Campoo, y cuando regresó ,ya arquitecto, se empeñó en que podía rehabilitarse, tal y como estaban haciendo en Bolonia (Italia) con monasterios y cuarteles. De este modo así se creó, y eso lo recordó Herrán, la Asociación Amigos del Monasterio de Aguilar y posteriormente el Centro de Estudios del Románico, la Fundación Santa María del Real. Posteriormente esas escuelas, como lamentaron en sus intervenciones, están hoy en día «demasiado burocratizadas». Por último, surgieron las lanzaderas de empleo, una iniciativa de innovación social con las personas desempleadas, en la que priman valores como la proactividad, el trabajo en equipo y la solidaridad.