«Lo realista no tiene por qué ser verdad»
'Atra Bilis' ·
Hilo Producciones, Sótano B y La Estampa Teatro llegan el viernes al Palacio de Festivales con una propuesta que es «como darse de bruces con un espejo»«Es como darse de bruces contra un espejo». Puede ser un perfecto resumen de la sensación con la que saldrán los espectadores de 'Atra ... Bilis'. O, por lo menos, la que comparten los tres productores de la obra. La cántabra Begoña García Crespo, de Hilo Producciones; el asturiano afincado en Cantabria Sandro Cordero, de Sótano B, y la extremeña Concha Rodríguez, de La Estampa Teatro, se «lanzaron a la piscina» con una propuesta peculiar: un texto «excepcional» de Laia Ripol, una obra con una estructura «tradicional» presentada desde una perspectiva «muy diferente» y la colaboración de tres empresas de tres comunidades autónomas distintas. El resultado se podrá ver en la Sala Pereda del Palacio de Festivales el viernes, a las 19.30 horas.
«Hacer una gira interautonómica con un proyecto coproducido entre tres compañías puede parecer un reto», confiesa Begoña García. Sin embargo, «el trabajo está siendo muy sencillo». Puede ser porque las tres compañías «venimos del mismo sitio: sacar cajas de una furgoneta y coser ojales entre bambalinas» o porque, y eso lo asegura, «estábamos destinados a trabajar de forma conjunta». Todos los hilos unían a las tres productoras y la coordinación entre ellas durante el proceso ha sido «clave» para «que todo haya ido tan fluido». García Crespo se encarga de la producción ejecutiva; Cordero de la dirección artística, y Rodríguez, además de ser actriz en la propuesta, afronta la coordinación del espectáculo.
«Estábamos destinados a trabajar de forma conjunta, por eso el trabajo ha sido muy fluido»
Begoña García Crespo
Hilo Producciones
«El realismo mágico está muy presente con una situación cotidiana desde una perspectiva distinta»
Sandro Cordero
Sótano B
«Las protagonistas se quejan en la obra de estar solas, cuando en realidad son cuatro»
Concha Rodríguez
La Estampa Teatro
Tres patas esenciales en un trabajo calendarizado y estructurado al milímetro que se estrenó el pasado día 17 en el Teatro Filarmónica de Oviedo, «sin ningún cabo suelto» y que ahora llega a Cantabria.
En esta producción ni la metodología de los ensayos es «convencional». En diciembre de 2024 comenzó la producción, pero no fue hasta un mes después cuando tuvo lugar la primera lectura del texto. Un encuentro que el director, Sandro Cordero, recuerda con especial cariño: «Un actor joven, que vino a escucharnos a La Laboral de Gijón con sus propias referencias tuvo una sensación que comparto. Dijo que le recordaba a Eduardo Manostijeras, un realismo mágico que está en la obra». Desde entonces, los ensayos se han dividido en tres bloques -como no podía ser de otra forma- en cada una de las regiones. Periodos de residencia teatral que se han desarrollado entre La Nave del Duende (Extremadura), La Fábrica de Creación en el Centro Cívico Tabacalera de Santander y en la Sala Azul La Laboral (Gijón). Y la metodología también ha sido peculiar. Cordero explica que «me gusta que entre cada periodo exista un tiempo de reposo, de descanso... porque con un trabajo bien hecho, la obra se asienta, no se olvida y se retoma reposada, mucho más clara que al inicio».
La pieza se presenta como un claro reflejo de la sociedad. Una muestra, por cierto, muy femenina. Plantea una situación aparentemente cotidiana desde el realismo mágico. «Tres hermanas y una criada velan al marido de una de ellas, se dan situaciones locas, salen a la luz conflictos y problemas guardados desde hace tiempo», eso sí, «lo realista no tiene que ser verdad». Y es que, el público «empatizará y se sonrojará» con la propuesta. Como explica Rodríguez, «especialmente las mujeres. Hay una frase que lo resume bien. Los cuatro personajes se quejan constantemente de que 'nos hemos quedado solas' y eso que son cuatro mujeres». El texto y la propuesta de las tres compañías tienen una visión muy clara respecto a la mujer: «Coincidimos a la perfección en el papel que le queremos dar», asegura García Crespo. Pero también en los métodos, «queremos llegar a la reflexión a través del humor y la obra lo consigue». ¿Cómo quieren que sean las reacciones fuera del teatro? Los espectadores «tienen que salir mejor personas de lo que entraron», porque, como recuerdan «al fin y al cabo, ese es el objetivo de la obra y de nuestro teatro».
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