La semana de Byung-Chul Han en Santander

El filósofo surcoreano había sido invitado varias veces para acudir a Santander a la UIMP y, en agosto de 2022, se desplazó pese a que solo abandona la ciudad en que reside, Berlín, apenas una o dos veces al año. «Pero he escuchado que les ha gustado leer mis libros en España», les confesó a los 140 alumnos que escuchaban con interés las reflexiones de uno de los pensadores más influyentes y leídos de este siglo: el profesor es un superventas, autor de numerosos ensayos.

Durante tres horas enlazó diferentes reflexiones sobre el neoliberalismo o sobre cómo el proceso de digitalización, lejos de ser neutro, modifica la forma de relacionarnos y de percibir al otro. Hoy «la digitalización no tiene rostro humano», resumió Han. «La digitalización debe estar orientada a la felicidad de las personas» y «si la dejamos en manos de la economía y el capital lo que hacemos es destruir nuestra alma y nuestra cultura», entrando en una espiral de aturdimiento y adicción. Porque, si alguien lo dudaba, «los algoritmos de Facebook o Instagram tienen como único fin hacernos adictos».

Tras su exposición, Han abrió un largo diálogo con sus alumnos, que le preguntaron sobre los conceptos que ha acuñado en su trayectoria -la 'sociedad del cansancio', por ejemplo-, sobre otros filósofos y teorías e, incluso, le pidieron consejo para impartir una buena clase de filosofía. Él se mostró cercano, risueño y generoso con las respuestas.

Cinco días después de impartir el curso magistral, fue el protagonista de la tribuna 'En contexto' dentro de la programación cultural de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Tuvo palabras de elogio para la «bellísima» Santander y recordó que sus libros tienen más éxito en España, Italia y América Latina, precisamente donde la siesta y la fiesta son intocables.

El pensador de referencia del nuevo milenio habló de sus paseos por la capital cántabra y su querencia por «mirar las flores e identificarlas con su móvil, y mirar al cielo para después apuntar sus pensamientos que se traducirán en un ensayo. No necesito explotarme. Un filósofo no puede explotarse porque el pensar es contemplativo», argumentó. Tras la conferencia, el profesor Han atendió a los medios. Habló de asuntos actuales y se despidió de la 'bella' ciudad.