Un país de presidentes (del Ampa)
Manuel Gare debutaen la narrativa con 'Comediaespañola', una mirada irónicade las miserias cotidianas
Suele decirse que la comedia es el género nacional, pero es que aunque suene un poco a tópico, no hay mejor mecanismo para describir las miserias y grandezas de este país–y de todos, suponemos– que dirigirle una mirada burlona, y tomarse con humor lo que, de otra manera, nos conduciría a una depresión severa. Y eso exactamente, una 'Comedia nacional', es la propuesta del ensayista Manuel Gare (Granada, 1995) en su salto a la narrativa, con una primera novela que combina alto voltaje en lo humorístico con una visión desmitificadora y demoledora de la España cotidiana de principios del siglo XXI.
Ambientada en un barrio popular de su Granada natal, la historia orbita en torno a una mujer singular, Concha. Luchadora y rebelde con causa, tras ... pelear durante una década contra el techo de cristal en el mundo del derecho, centraría sus afanes no ya en ser la mejor de las madres, sino incluso en presidirlas. A través del AMPA, claro. Desde esa posición de poder –un tanto ilusoria, pero que le otorga un sólido prestigio social en el barrio, además de despertar una enorme cantidad de envidias y rumores–, su imagen de mujer perfecta está a punto de resquebrajarse. Algunos patinazos inesperados de su hijo Martín –un adolescente bonachón pero atolondrado; o sea, como todos–, los acontecimientos se precipitarán en todos los frentes, con resultados insospechados… y hasta alguna muerte.
La publicación
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Titulo: Comedia española
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Autor: Manuel Gare
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Editorial: Reservoir Books, 2025.
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Páginas: 208
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Precio: 18,90
Con dosis de humor políticamente incorrecto de baja intensidad –«De Canadá no le convenció el frío, de Costa Rica, el calor, y de Francia, los franceses»–, Gare juega mucho con lo implícito y los sobreentendidos, como en la escena en la que un personaje escoge cuidadosamente una aguja –guardada, por cierto, en una caja metálica de galletas danesas, auténtico tipismo patrio–, y en la siguiente escena su mujer se queda embarazada. Su estilo en apariencia sencillo se construye a partir de lo coloquial, pero rompe con lo convencional a través de una curiosa estructura en la que primero presenta los hechos someramente y luego rebobina, en busca de las causas y los procesos que han conducido al desenlace. Y, de manera muy inteligente, hibrida la forma novelística con la teatral y la cinematográfica: no hay capítulos, sino actos y escenas, cada una acotada en tiempo y/o espacio. De hecho, incluso arranca con un 'dramatis personae' que es ya una novela en sí mismo. Dinámica, libérrima y divertidísima, es una gran carta de presentación.
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