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La actriz Beatriz Carvajal interpreta a una madre que sale de la tumba al enterarse de que su hijo se va a casar. Pepe H.

«El teatro no es sólo un escaparate para convertirte en alguien famoso»

El viernes y el sábado protagoniza en el Teatro Casyc 'Volvió una noche', la historia de una madre que sale de la tumba cuando se entera de que su hijo se quiere casar

Lola Gallardo

Santander

Miércoles, 31 de julio 2019, 07:38

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Este fin de semana -viernes y sábado- llega al Teatro Casyc de Santander la obra de Eduardo Rovner 'Volvió una noche', una de las mejores de su autor y de la dramaturgia contemporánea, que plantea temas trascendentales desde el humor, la paradoja y una profunda teatralidad plena de aciertos. Sobre el escenario aparece Manuel, un hombre que se dedica a la pedicura y que en sus ratos libres interpreta tangos y boleros en un café teatro de mala muerte.

Cada domingo visita el cementerio para contarle a su madre cómo le ha ido a la semana, pero el día que confiesa que se va a casar, la fallecida (Gloria) sale de su tumba para pedirle explicaciones a su hijo. Beatriz Carvajal (Madrid, 1949) pone su sello personal a esta madre controladora que quiere saber quién es ella, cómo es y si es buena para su hijo. Ante la huída despavorida de él, ella se ve obligada a seguirle hasta su casa y averiguar cómo es realmente su vida. Menos mal que solo Manuel puede verla. El ciclo Talía, que se prolonga hasta finales de agosto en el Teatro Casyc de Santander, arranca con una comedia de humor negro llena de amor y sentimiento.

LA FICHA

  • La obra 'Volvió una noche', de Eduardo Rovner.

  • El elenco Protagonizada por Beatriz Carvajal, Carlos Santos, Daniel Ortiz, Berta Hernández, Pedro Segura y Mónica Gracia.

  • Las fechas Viernes y sábado, a las 21.00 horas.

  • El sitio En el Teatro Casyc de Santander.

-¿Cómo es regresar del más allá, qué se siente?

-Mucha envidia (ríe) porque podría volver a hablar con mis padres, por ejemplo. Es algo muy surrealista todo lo que ocurre en 'Volvió una noche' aunque luego se vuelve una obra muy realista. Esa madre que regresa del más allá porque el hijo se va a casar y lo hace como cualquier madre preocupada por saber quién será ella, cómo se llama, de qué familia es y si merece a su hijo. Todo ello aliñado con mucho humor y sentimiento.

«Tiene momentos muy divertidos y además pellizca un poco el corazón del público»

-Interpreta a una madre muy especial.

-Muchas madres son así, están siempre preocupadas por sus hijos, aunque la especialidad de esta obra es que ella está muerta y sale de la tumba para hablar con su hijo y con su novia.

-En el escenario es Gloria, ¿cómo ha sido meterse en el papel?

-Muy bonito, aunque ha sido difícil porque no tiene nada que ver conmigo, con como soy como madre. Es ir en contra de lo que yo soy y de lo que pienso. Aunque reconozco que está bien interpretar papeles que distan de tu personalidad porque se aprenden otros puntos de vista sobre la vida y sobre la realidad. Luego es una obra muy divertida porque cuando vuelvo a la vida, ocurren situaciones muy graciosas.

-¿Y usted qué clase de madre es?

-Mis hijas son ya muy mayores, pero he sido una madre que les he dejado mucha libertad para hacer lo que querían hacer y estar con quien ellas querían estar. He respetado mucho su voluntad.

-¿Qué tiene de especial 'Volvió una noche'?

-Lo primero es que es muy divertida y lo segundo que te pellizca el corazoncito. Hay momentos divertidos y momentos tiernos para entender la relación entre la madre y el hijo. Compartir escenario con el actor Carlos Santos ha estado muy bien, ha sido un lujo porque tenemos mucha química. El resto del reparto también es estupendo con Berta Hernández que hace de novia y canta muy bien. La pobrecita, recibe todo el odio de la madre. También están Pedro Segura, Mónica Gracia... Es un reparto especial porque hoy en día no hay funciones con tantos personajes en el escenario, hay uno o dos, tres como mucho, pero no seis actores.

-Entonces podemos afirmar que la crisis ya pasó...

-Nooo, la crisis no se va a acabar nunca. Cuando empecé en el teatro hace 54 años en este precioso oficio ya había crisis. Siempre se hablaba de la crisis. No se acabará nunca aunque bendita crisis que sigue llenando los teatros. La gente, cuando la historia le interesa, acude al teatro. No deja de ir por la crisis. Estoy muy agradecida y contenta de que esto ocurra.

-¿Cómo empezó su pasión por el teatro?

-Ya casi ni me acuerdo... Era muy pequeña y ya me gustaba el teatro. Disfrazaba a mis hermanos y a mis amigos y hacíamos funciones, bailábamos y cantábamos en casa. Luego ya recuerdo que cuando era muy joven Antonio Ferrandis me presentó a José Luis Alonso, el director del teatro María Guerrero de Madrid. Había una función en la que salían siete niñas y Alonso me miró y dijo, muy bien, que se quede. Y ese fue el principio de todo. Primero haciendo pequeños papeles y aprendiendo de los actores que tenía alrededor mientras soñaba que un día haría trabajos como los que he visto hacer.

«La obligación de un actor es estar preparado para cualquier papel. Si no se atreve con el teatro es un actor a medias»

-¿Prefiere comedia o drama?

-Me da igual. He hecho sobre todo comedia en mi vida, pero también dramas. Uno de los más fuertes que recuerdo es 'Misery', en teatro, la obra de Stephen King. Y el resultado fue fantástico, hacía de esquizofrénica y fue genial. La obligación de los actores es estar preparados para lo que nos pidan.

-¿Qué le pide a una buena obra de teatro?

-Atrapar al espectador. El actor tiene que salir al escenario y enganchar al público porque se ría, se emocione, llore o se asuste. Lo que no puede ocurrir es que no sienta nada.

-Y un buen actor, ¿qué cualidades debe reunir?

-Primero tiene que amar la profesión y tener paciencia. La gente joven tiene mucha prisa en todo lo que hace y yo lo que les digo es que primero tienen que amar lo que hacen y después trabajar sin ninguna prisa. Deben prepararse, formarse y mirar a los actores con experiencia. Los actores jóvenes deben ser un poco esponjas. El teatro no es solo un escaparate para convertirte en alguien famoso, es una profesión muy de sentimientos.

-Ha trabajado en teatro, cine, televisión... ¿Qué medio le gusta más?

-Durante mucho tiempo la gente solo quería hacer cine y decía que la televisión era un horror y el teatro qué miedo. Creo que los tres medios son buenos y depende más del proyecto. Ahora aquella gente que decía que nunca haría televisión lo está haciendo... Y luego están los actores a medias, los que no se atreven con el teatro. Un actor es maravilloso si logra conmoverme desde el escenario porque aquí no hay trucos. Es la esencia del teatro. Y para mí el teatro es lo más maravilloso.

-¿Y qué le ha enseñado la interpretación en estos años de trayectoria?

-Creo que en el teatro está la vida, aprendo de los personajes, de las historias... Aprendes a entender a otras personas distintas a ti cuando los interpretas. Ponerme en la piel de otra gente me ayuda a entender a la humanidad, sus problemas y también sus acciones.

-Si volviera a empezar sería....

-Actriz. Nací así y volvería a repetir. Nunca me he planteado ser otra cosa y la profesión, afortunadamente me ha permitido serlo.

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