La última aventura de Don Quijote y Sancho en la Unesco
La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan, en Ciudad Real, lanza una propuesta para declarar a la pareja literaria más universal Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
Don Quijote y Sancho Panza se disponen a emprender otra de sus aventuras universales, esta vez cabalgando camino de la Unesco para ser declarados Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, como ya lo son en España el silbo gomero (2009), el flamenco (2010), la trashumancia (2019), el toque manual de campanas (2022) o la cultura de la sidra asturiana (2024), entre otros ejemplos.
La idea ha partido de los siempre activos miembros de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan, una localidad de 31.000 habitantes de Ciudad Real, que están confeccionando un amplio dosier que sirva de apoyo a su petición, para lo que han abierto una web para sumar todas las adhesiones posibles a la noble causa.
Más de un millar de internautas de España y de otra veintena de países ya han firmado la solicitud en las pocas semanas que lleva en funcionamiento, entre ellos han llegado cuatro avales de Baréin, pero también de Paraguay, República Dominicana, Rumanía, Uruguay, Venezuela, Francia, Estados Unidos, Alemania, Argentina, Chile, Brasil, o Dinamarca. Muchos han acompañado su respaldo con fotografías de los Quijotes y Sanchos de sus respectivas ciudades, desde monumentos de la inimitable pareja en Quito o Ciudad de México, a rótulos y carteles con el sinfín de calles y plazas que llevan sus nombres, o el de Cervantes, en municipios de nuestro propio país.
«Miguel de Cervantes y su obra cumbre el 'Quijote', así como Don Quijote y Sancho Panza, ya son inmortales. Pertenecen a la Humanidad, a la cultura, al tiempo... Y ahora se trata de dar carta de oficialidad a este hecho incontrovertible, y que la Unesco declare a ambos personajes como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad», esgrime Juan Bautista Mata, de 57 años y presidente de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan. Esta entidad cultural promueve la lectura, el estudio y la difusión de la obra de Miguel de Cervantes y especialmente el 'Quijote'. Hace dos años ya lanzaron una curiosa y exitosa iniciativa para escribir a mano la obra universal de Cervantes a través de un variado mosaico de grafías de internautas de todo el mundo, que prevén culminar a finales de este 2025.
Sociedades cervantinas de España y América han brindado ya su apoyo a la iniciativa, como también lo ha hecho la Consejería de Cultura de Castilla-La Mancha, que será la encargada de tramitar la petición para que España presente formalmente la candidatura ante la Unesco. Antes tiene que ser aceptada por el propio Gobierno regional y el Ministerio de Cultura a través del Consejo de Patrimonio Histórico. «Sabemos que es un camino largo, de al menos dos años, pero queremos tener el dosier listo en 2025 para entregárselo a la Junta de Castilla-La Mancha», explica Mata.
En este viaje esperan no estar solos, por lo que para reunir el mayor número de apoyos, además del documento de adhesión disponible en internet, la asociación cultural enviará cartas solicitando el respaldo de la Casa Real, la presidencia del Gobierno, el Ministerio de Cultura y los partidos políticos, así como ayuntamientos, universidades, asociaciones de carácter nacional e internacional y la Red de Ciudades Cervantinas, entre otras entidades.
Los valores de la humanidad
Como devoto cervantino y 'desocupado' lector del 'Quijote' (que sigue haciéndole carcajear tras una decena de relecturas), Juan Bautista, gerente de una empresa tecnológica, cree que el hidalgo y el escudero más famosos del mundo encarnan y representan los grandes valores de la humanidad, y sus personalidades «tan dispares y a la vez complementarias» han calado en el imaginario mundial.
Entre las virtudes de ambos personajes destaca el idealismo, la voluntad, la cultura del esfuerzo y el trabajo incansable, a los que los cervantistas alcazareños suman «el empeño por ayudar a los demás de don Quijote, así como el estar con los pies en el suelo y la fidelidad de acompañar en lo bueno y en lo malo a su caballero, como hace Sancho Panza».
Son caracteres que existen en todos los países del mundo y a veces se concitan en una misma persona «puesto que más de uno de nosotros se ha levantado 'quijote' por la mañana y se ha acostado por la noche sintiéndose 'sancho', describen.
Entre los méritos que Sancho y don Quijote acumulan para aspirar a los laureles de la Unesco, Mata añade «los magníficos momentos de lectura que nos han ofrecido, las enseñanzas morales que nos proporcionan», así como la influencia de ambos personajes en la literatura mundial, y el haber servido de inspiración a músicos, coreógrafos, pintores, escultores, ceramistas, cineastas, artistas, filósofos... «y hasta cocineros» de los cinco continentes.
«¿Pero cómo es posible?»
La iniciativa surgió «de la manera más tonta», en una reunión de la sociedad cervantina de Alcázar de San Juan, en la que alguien se preguntó si dos personajes tan universales como los que surgieron de la pluma de Cervantes estarían protegidos por alguna declaración de la Unesco, en este caso la inmaterial. «Nos pusimos rápidamente a revisarlo y vimos que no. Pensamos que era imposible que los personajes más famosos de una obra traducida a 140 idiomas no tuvieran ese reconocimiento y nos pusimos en marcha. Comprobamos qué pasos teníamos que dar y el primero de ellos era el de recolectar adhesiones. Y en ello estamos».
La sociedad cervantina quiere elaborar un dosier «muy bien documentado» para convencer, primero a la propia Junta de Castilla-La Mancha de que merece la pena esta aventura, luego al Gobierno español, para finalmente llegar hasta la Unesco, «la liga suprema, donde tienen que aprobarlo».
Mata confiesa que la elección de los dos protagonistas de la novela (y únicamente de ellos dos) le ha costado un tirón de orejas de la alcaldesa de El Toboso, Pilar Arinero, que le afeó que hubiera dejado fuera a su querida Dulcinea. «Nadie duda de la repercusión del personaje de Dulcinea, pero los protagonistas principales son Don Quijote y Sancho«, zanja el de Alcázar de San Juan, cerrando el paso a la revolucionaria pastora Marcela, al barbero Maese Nicolás, a Sansón Carrasco e incluso al viejo Rocinante.
Para esta aventura, el presidente de los cervantinos de Alcázar de San Juan toma el ejemplo de Alonso Quijano, quien por más tortazos que se pega en su errante vida, no desfallece, y por más que se equivoca vuelve a levantarse una y otra vez fiel a su idealismo de caballero andante. «Lo importante es trabajar para conseguir tu sueño y esta es la filosofía de la candidatura, pero con la cordura y el poso de realismo que aporta Sancho Panza«, describe Mata. Así que con esos hermosos valores en las alforjas de los cervantinos manchegos, la Unesco se antoja como un gigante al que presentar batalla cultural para poder concluir esta bella historia con el mejor de los finales, ese que dejo escrito don Miguel de Cervantes. Vale.
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