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Mohamed Attaoui, en la final del Mundial de Atletismo de Tokio.

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Mohamed Attaoui, en la final del Mundial de Atletismo de Tokio. EFE
Atletismo

Attaoui, quinto en la final de 800

El cántabro acarició la final soñada, pero se quedó sin metal en la final mundial con una marca de 1.42.21

Leila Bensghaiyar

Santander

Sábado, 20 de septiembre 2025, 15:27

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El 800 es cruel con quienes dudan una décima. Mohamed Attaoui corrió con la mirada fija en un horizonte que parecía suyo hasta el último suspiro. Con un tiempo de 1.42.21 no alcanzó el podio, quedó quinto, pero en el Estadio Olímpico de Tokio dejó claro que Cantabria ya tiene a un atleta en la primera línea universal. El torrelaveguense se quedó a las puertas de ganar su primera medalla en un Mundial en una carrera demencial y es que, a pesar de que llegó con grandes sensaciones a la final, fue taponado durante gran parte de la carrera y buscó la remontada al final, pero finalmente tuvo que conformarse con la quinta plaza, y eso sí, con la mejor marca del año. Wanyonyi, oro, hizo récord de los campeonatos, por delante de Sedjati y Arop.

El Estadio Olímpico de Tokio fue un hervidero de respiraciones contenidas cuando los ocho elegidos para la final del 800 se alinearon en la curva. El cántabro Mohamed Attaoui, en la calle cuatro, sabía que el margen de error era mínimo. En esta distancia el atletismo se vuelve un oficio cruel, capaz de condenar a quien dude una décima. A su espalda quedaba un Mundial impecable, con unas semifinales dominadas con autoridad y la sensación de que el de Torrelavega llegaba a la cita con sitio propio entre los mejores del planeta.

El disparo liberó la tensión y convirtió la pista en un torbellino. El keniano Emmanuel Wanyonyi, el favorito en todas las quinielas, salió a destiempo de cualquier cálculo humano. 22.84 en los primeros 200 metros. A su estela, el canadiense Marco Arop se acomodó en el vértigo mientras Attaoui elegía un plan distinto: guardar, esperar, fiar todo a su carga desde atrás. Lo mismo que le había servido en semifinales, donde ganó con autoridad y aplomo. Empezó como siempre, por detrás, observando y confiado en la explosividad que lo define en los últimos metros.

Pero la final no entiende de guiones repetidos. Y sus rivales se habían aprendido también su técnica para contrarrestarla. El keniano Wanyonyi no cree en carreras tácticas, él tira y quien pueda, que le siga. Y eso hizo. En la primera vuelta, Wanyonyi y Arop pasaron por el 400 en 49.27, un ritmo suicida que partía la carrera en dos. Attaoui se vio encerrado por el resto de corredores y sin espacio para lanzar su zancada larga, obligado a pelear más con la geometría de la pista que con los rivales. El cántabro trataba de encontrar un hueco para ir hacia adelante, donde estaba Wanyonyi, pero la carrera era rapidísima.

Un roce con la cuerda en una curva cuando intentaba ganar posiciones, un hombro de Sedjati que no le dejó salida y un roce con el botsuano Masalela -que pasó factura al corredor de Botswana, ya que quedó último-, frenaron un poco al del barrio Covadonga. Y, aun así, la obstinación de no soltar la pelea. Attaoui no se rendía. Iba a luchar.

Al paso del 600, con el crono en 1:15.32, el cántabro buscó la rendija. Se abrió, trató de cazar a los líderes, se deshizo del británico y miró hacia adelante con la certeza de que todavía quedaba gasolina. Por lo menos arañar el bronce. Pero el último tramo fue un pulso de titanes. Wanyonyi se disparó hasta un récord del campeonato (1:41.86), Sedjati se coló segundo con 1:41.90 y Arop completó el podio en 1:41.95. Attaoui, con 1:42.21, firmó su mejor marca de la temporada y un quinto puesto que repite la posición que ya había logrado en los Juegos Olímpicos de París.

No hubo medalla, pero sí una confirmación. En una carrera que reunió a los colosos del mediofondo, el torrelaveguense resistió hasta el final y dejó claro que Cantabria ya tiene un atleta instalado en la primera línea universal. La historia dirá que fue quinto; la memoria, en cambio, guardará la certeza de que cada vez está más cerca de tocar el metal.

«Hasta el final me veía peleando por todo»

«Me he visto competitivo, aunque no tan bien como en las otras dos carreras. Se ha ido muy rápido, no ha sido para mí la carrera ideal, la verdad, de los escenarios que hablé con mi entrenador ha pasado el peor para mí, carrera rapidísima, lo que me dejaba sin ese cambio mío que puedo hacer en los 200 metros, pero hasta el final me veía peleando por todo», decía el cántabro después de la carrera.

Attaoui analizó las dificultades más allá de la rapidez, con las que se encontró en la final. «Tuve un encontronazo que casi me saca de la pista, me supe recomponer, a falta de 100 metros vi hueco por el interior, empecé a apretar y apretar, y me veía en las medallas, incluso adelante del todo. Lo he peleado hasta el último momento, me voy un poco descontento, pero me va a servir para seguir aprendiendo. En las próximas seguro que estoy más arriba«, señaló.

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