Ritmo alto en la Reserva del Saja
Durante el último fin de semana se abatieron 35 jabalíes, seis de ellos en la cacería celebrada en el monte lebaniego de Poda Cordancas
Sin prisa, pero sin pausa. Así avanza este inicio de la temporada de jabalí en la Reserva del Saja. Las cifras no son espectaculares, aunque ... sí parecen estar manteniéndose en todas las cacerías que se celebran, lo mismo que se mantiene la sensación de que hay jabalíes -en algunos lotes bastantes- y que a nada que descienda el monte las capturas irán, lógicamente, aumentando, aunque para eso todavía hay que esperar.
En cualquier caso, con la ayuda también del tiempo -más fresco y húmedo-, lo cierto es que en la mayor parte de las batidas celebradas durante el fin de semana pudieron escucharse buenas perradas y se observó movimiento de jabalíes -bastantes hembras con crías, como es propio de este momento-. Otra cosa es afinar en los puestos en donde, en muchos casos, resulta muy complicado ver más allá de unos pocos metros y, o se acierta con el camino por el que sale el bicho o dispararle en unas condiciones aceptables es materialmente imposible.
35 ejemplares abatidos
Sea como fuere, durante el fin de semana se abatieron 35 ejemplares, cinco más que hace siete días, y buena parte de la culpa de que esto fuera así la tienen los cinco cupos conseguidos. El más voluminoso en cuanto a jabalíes abatidos fue el logrado por la cuadrilla de Lebeña, dirigida por Domingo Bueno, que en Poda Cordancas, el monte de su pueblo, tumbó los seis jabalíes permitidos. Dos menos sumó la cuadrilla de San Mateo de Buelna, que dirige Óscar Solar, en el lote de Montequemado.
En Campoo, en el monte de Palombera Oeste, Adolfo del Pozo y los suyos abatieron los tres ejemplares permitidos en esta comarca. Lo mismo hicieron en El Táladro los de Rodrigo Pérez, aunque en la cuenca del Nansa el tope es de dos animales por cacería. Y a esta cifra se ajustó también el grupo que encabeza Óscar Plumariega, que se bajó con un par de jabalíes de Caviña.
En el resto de las cacerías hubo un poco de todo, aunque las cifras fueron más bajas. Un par de ellos en Cuesta Bernizo (Jairo Posada), Vallejas de San Pablo (Pedro Alberto Vejo), Panda Carrielda (José Santos del Hoyo), Milebaños (Luis Javier Gómez) y La Miña (Raúl López). En el resto de las cacerías, o se tocó pelo o se volvieron con las manos vacías para casa.
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