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Neuer abraza a Gnabry, con el balón en la mano REUTERS
El balón del inquieto Gnabry tras el partido de su vida
Jornada 2

El balón del inquieto Gnabry tras el partido de su vida

El alemán se estrenó como goleador en Champions en la histórica victoria del Bayern ante el Tottenham con cuatro goles que le convierten en héroe para la afición de un Arsenal que abandonó en 2016

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Miércoles, 2 de octubre 2019, 13:02

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No había marcado un gol en 12 partidos de la Liga de Campeones, pero eligió un lugar muy especial para vivir su gran noche: Londres y en el campo de un rival directo. «Esperaba desde hacía mucho mi primer gol en Champions y marco cuatro de un plumazo, es extraordinario. Nunca soñé con esto». Y es que Serge Gnabry, nacido en Stuttgart y de padre marfileño, soñó un día con ser el azote del Tottenham... con la camiseta del Arsenal, club por el que fichó en 2010 pero tuvo que esperar hasta 2011, cuando cumplió los 16 años, para hacer efectivo el traspaso.

Se convirtió en el segundo jugador más joven del club en debutar tanto en la Premier League como en la Liga de Campeones, solo lo superado por Jack Wilshere aunque en 2014 tuvo una grave lesión de rodilla. «Tenían dudas, pero estoy seguro de que les he demostrado a todos que estaban equivocados», recuerda con orgullo tras su gran noche londinense.

Soñó con triunfar en Inglaterra pero era la quinta opción para Wenger y su cesión en el West Bromwich Albion fue fustrante: tres oportunidades (135 minutos) y críticas de Tony Pulis en público

Pensaba que era el mejor lugar para crecer pero abandonó la idea en 2016 viendo que no tenía sitio con Ozil, AlexisWalcott, Oxlade-Chamberlain, Cazorla o Rosicky. «No quería ser la cuarta o quinta opción más tiempo, no podía esperar», recordó hace unos días en 'The Athletic'.

Lo decidió tras ser máximo goleador con 6 goles en los Juegos Olímpicos de Río (Alemania perdió la final con Brasil a penaltis) y marcado por una cesión dolorosa en el West Bromwich Albion, a las órdenes de un Tony Pulis solo le concedió tres oportunidades (135 minutos) tras cuestionar sus cualidades en público. «Me dijeron que tendría muchos minutos, de lo contrario podría haber fichado por otro equipo. Realmente parecían que me querían. De hecho, hablé con el entrenador antes de firmar». El técnico ahora reconoce que se equivocó con él y no fue consciente de su potencial.

Un talento solidario

Optó por ir al Werder Bremen donde mostró todo su potencial (11 goles en 27 partidos)... y se estrenó con la absoluta de modo mágico: primer debutante de Alemania en conseguir un hat-trick desde Dieter Müller en el 1976. Era cuestión de tiempo que lo fichase el Bayern. Sucedió en junio de 2017. El club bávaro primero lo cedió a Hoffenheim de Julian Nagelsmann y brilló con fuerza con 20 goles en 46 partidos antes de volver a Múnich. Tras un primer año entrando en el once de Nico Kovac, con golazos que provocaron su renovación hasta 2023, esta campaña ha adquirido más galones tras las salidas de Robben y Ribery

Sule y Lewandovski felicitan a Gnabry tras su cuarto gol, el que cerró el 2-7 final ante el Tottenham
Sule y Lewandovski felicitan a Gnabry tras su cuarto gol, el que cerró el 2-7 final ante el Tottenham

Y en Londres completó el partido de su vida: hizo cuatro goles, infligió a los Spurs la mayor goleada como local en Europa de su historia e hizo feliz a miles de aficionados de su antiguo club, que lo vendió por sólo 4,5 millones de euros. «El norte de Londres es rojo», escribió alegre en las redes sociales un Serge que siempre ha sido inquieto e impaciente.

Sus padres, viendo que volvía locos a sus abuelos pegando patadas a todas las cosas que había en casa, optaron porque fuera a practicar con el TSV Weissach aunque no tenía edad. Sus habilidades llamaron la atención del VfB Stuttgart, donde también estaba su compañero Joshua Kimmich, que abrió el marcador en la historica goleada en Londres.

Toca el piano y no olvida sus orígenes africanos: colabora con proyectos solidarios en Costa de Marfil a través del movimiento 'Common Goal'

A los 10 años aprendió a tocar el piano, pasión que aún practica porque considera le ayuda mentalmente a desarrollarse aunque con humildad dice ser algo menos habilidoso de lo que sus amigos y familiares dicen. «¡No soy tan bueno con las manos como con los pies!».

Los más cercanos están muy orgullosos de que no haya olvidado sus orígenes africanos y solidarios. Hace ya dos años Gnabry se sumó a la iniciativa 'Common Goal', en la que futbolistas, entrenadores y clubes nivel mundial donan el 1% de su salario a organizaciones benéficas relacionadas con este deporte.

«Estoy orgullosos de mis orígenes marfileños y sé cuánto significa el fútbol para la gente de ese país. La idea de usarlo como una herramienta para generar un cambio social en todo el país es realmente inspiradora. El 1% no es una gran cifra, pero puede hacer la diferencia si nos comprometemos como equipo. Quiero que el fútbol devuelva a la comunidad, cambiar el juego para siempre», dijo Gnabry al sumarse a esta iniciativa.

Javi Martínez le dejó sin balón

Gracias a sus cuatro tantos en Londres ahora mismo Gnabry lidera la clasificación de goleadores de la Liga de Campeones por delante de su compañero Robert Lewandowski, que hizo un doblete y ya es el quinto de la clasificación histórica de goleadores de la competición con 56 dianas. Al polaco le faltó un gol para llevarse un balón.... que tampoco pudo quedarse en un primer momento Gnabry.

Y es que Javi Martínez, mientras los futbolistas bávaros celebraban a lo grande el 2-7 en el césped junto a los aficionados del Bayern en la capital inglesa, decidió mandar la pelota con la que se terminó el histórico duelo al fondo de los hinchas alemanes de un voleón ante un incrédulo Gnabry que segundos antes había sido trabado por Sule.

'Javi, Javi...' gritaba el goleador entre risas antes de pedir a los fans que le devolvieran la pelota sin éxito alguno. Al final se llevó otro de los balones del partido para tranquilidad de su técnico y compañeros. Habiendo marcado cuatro goles, quizá era una de las cuatro que mandó a la red de Hugo Lloris.

Niko Kovac bromea con Gnabry después de haber conseguido uno de los balones del partido
Niko Kovac bromea con Gnabry después de haber conseguido uno de los balones del partido

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