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Jornada 37

El Celta se complica la vida en un partido loco

El descenso sigue siendo una amenaza para el equipo vigués, empeñado en prolongar su sufrimiento tras caer en Balaídos ante el Levante

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Jueves, 16 de julio 2020

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Sellar matemáticamente su permanencia en Primera será el objetivo del Celta de Vigo ante la visita del Levante a Balaídos, lo que le daría un respiro en el duelo de la última jornada contra el Espanyol, ya descendido, en el RCDE Estadium, mientras que el conjunto valenciano afronta un trámite con la salvación asegurada hace algunas jornadas.

El descenso sigue siendo una amenaza para el Celta, empeñado en alargar su sufrimiento. La debacle de Pamplona, donde se dejó remontar por un Osasuna que no se jugaba nada más que su orgullo, aumentó las dudas de un equipo que encadena cinco jornadas sin ganar.

Los celestes tienen cuatro puntos de ventaja sobre Leganés y Mallorca, pero un nuevo tropiezo ante el Levante le obligaría a ganar al Espanyol tres días después para no depender de otros resultados si el Leganés puntúa este jornada en San Mamés o el Mallorca frente al Granada en su estadio.

No atraviesa el Celta su mejor momento, con algunos de sus mejores futbolistas como Okay Yokuslu, Rafinha o Iago Aspas agotados por la acumulación de partidos, pero tampoco el Levante, que encadena dos derrotas y dos empates desde que selló su continuidad en Primera.

Óscar García Junyent recupera para este choque al mexicano Néstor Araujo, que volverá al eje del centro defensivo junto a Murillo. El uruguayo Lucas Olaza, otro de los que ha bajado su rendimiento, es fijo en el lateral izquierdo, mientras que Kevin Vázquez podría recuperar la titularidad en el derecho, del que se caería el capitán Hugo Mallo.

Aunque está lejos de su nivel, parece difícil que el preparador celeste prescinda de Okay en la medular. Beltrán y Bradaric, en ese caso, se jugarían acompañarle en un centro del campo que completarían Rafinha y Nolito. Con Smolov lesionado -será duda hasta última hora-, Santi Mina repetirá junto a Iago Aspas en punta.

El Levante también llega agotado física y mentalmente, pero no tiene nada en juego en el duelo ante el Celta. No obstante, Balaídos es un campo que se le da especialmente bien al Levante,donde el pasado curso se impuso por un contundente 1-4.

El entrenador del Levante, Paco López, está pendiente de la recuperación de Jorge Miramón, que sufrió una indisposición en la víspera del partido ante el Athletic Club, y ofrecerá la convocatoria tras el último entrenamiento en la ciudad deportiva de Buñol.

López volverá a dar descanso a algunos jugadores, como el caso de Postigo o Clerc, que permitiría la entrada en el equipo inicial de Coke y Toño en los laterales y el acompañante de Rubén Vezo en el eje de la zaga sería Duarte o Rober Pier.

Radoja y Melero, en principio, regresarían al once inicial para que futbolistas como Campaña, Rochina o Vukcevic tuvieron descanso, ya que hasta ahora Paco López no ha contado con Hernani para la formación titular, pese a que podría ocupar algún hueco en la medular.

En ataque el delantero más en forma desde la reanudación es Borja Mayoral, que el pasado domingo asistió a Bardhi en el único gol del Levante, y formaría pareja con Roger Martí, que buscará su primer gol poscoronavirus.

Parece descartada, una jornada más y pese al cansancio de sus compañeros, la titularidad de Sergio León, quien ni siquiera saltó al campo el pasado domingo aunque el Levante iba por debajo en el marcador y necesitaba un gol para empatar.

El Levante asaltó Balaídos con una victoria (2-3) que entorpece la permanencia del Celta en la Liga Santander, pues ahora tendrá que certificar la salvación en el campo del Espanyol en la última jornada.

El conjunto celeste ofreció, pese a jugar con uno más durante cuarenta minutos por expulsión del visitante Miramón, una pobre imagen que contrastó con la seriedad del equipo de Paco López.

El Levante, que presentó la gran novedad del portero Koke Vegas, necesitó muy poco para intimidar al Celta. Su inicio fue sorpresivo. Con solo tres minutos, Bardhi obligó a Iván Villar a estirarse para despejar un lanzamiento; poco después, el centrocampista macedonio culminó un gran ataque elaborado por Miramón, Mayoral y Campaña, que asistió para el gol de Bardhi. No había asimilado el Celta el impacto, cuando un grave error defensivo facilitó otro gol, de Mayoral, pese a que esta vez el tanto fue anulado porque el VAR avisó al árbitro de un fuera de juego de Clerc antes del pase final.

Celta

Iván Villar; Kevin Vázquez (Hugo Mallo, min. 80), Murillo, Araujo (Juan Hernández, min. 90), Olaza; Okay (Bradaric, min. 45), Fran Beltrán (Nolito, min. 45), Rafinha; Brais Méndez (Gabriel Fernández, min. 84), Santi Mina y Aspas.

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Levante

Koke Vegas; Miramón, Vezo, Rober Pier, Clerc; Rochina (Vukcevic, min. 93), Campaña, Radoja (Postigo, min. 93), Bardhi (Melero, min. 76); Borja Mayoral (Morales, min. 76) y Roger (Coke, min. 65).

  • goles: 0-1 Bardhi min. 11; 0-2 Bardhi min. 28; 1-2 Santi Mina min. 36; 2-2 Aspas min. 45; 2-3 Mayoral, min. 52

  • árbitro: Munuera Montero (colegio andaluz). Expulsó a Miramón con roja directa en el minuto 59; a Nolito por doble tarjeta amarilla en el minuto 94. Amonestó a Rafinha y Nolito por parte del RC Celta.

  • incidencias: Encuentro correspondiente a la trigésima séptima jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio Abanca Balaídos sin aficionados.

La imagen del equipo celeste fue preocupante: blando, poco intenso, asustadizo. El Levante tuvo la pelota. Jugó cómodo, presionó arriba. Se apoderó del partido con desahogo. Y es que mediada la primera parte, la única aproximación del conjunto gallego fue un tiro lejano de Brais Méndez.

Los roles esperados estaban cambiados en Balaídos: un Celta tímido contra un Levante animoso. El equipo de Paco López manejó el partido a placer durante la primera media hora. Aspas perdió un balón en el centro del campo y el contragolpe granota, sensacionalmente elaborado por Mayoral y Roger, lo finalizó con gol Bardhi, que aprovechó un resbalón de Araujo para quedar solo ante Iván Villar.

El Celta dio hasta ese momento la sensación de ser un colador. Sin embargo, fue ahí, con dos goles de desventaja, cuando despertó el conjunto celeste. Su primera acción con peligro fue un tiro de Brais Méndez, que desvió a córner Clerc; en el saque de esquina, Araujo peinó el centro y Santi Mina marcó con un remate en el área pequeña.

Ese gol dio confianza al Celta. También el Levante flaqueó. Murillo avisó al cabecear una falta lateral. Más letal fue Aspas, que cerca del descanso, calmó todos los miedos con el gol del empate, una jugada académica que resolvió con sencillez: defensa visitante adelantada, pase en profundidad de Santi Mina y carrera de Aspas para llegar a la pelota antes que los centrales y el portero. El Celta arregló con los diez minutos finales la catástrofe del primer tiempo.

Óscar García hizo cambios en el descanso. Metió a Bradaric y Nolito. Pero el escenario no fue el que esperaba. La segunda mitad abrió con otra gran acción del Levante, que se asoció en la zona central con una pared Campaña-Mayoral, continuó con un centro de Clerc desde la izquierda y coronó con un gol de Mayoral, libre para rematar tras calcular mal Araujo,

El Celta quedó herido, sin ideas en ataque, pese a tener un jugador más por expulsión de Miramón -el VAR mandó al árbitro a revisar en el vídeo una dura falta a Aspas-. Se nubló el conjunto gallego.

Sólo creó un par de centros peligrosos hacia Santi Mina. Fue una escasísima amenaza durante cuarenta minutos para un equipo que se juega la permanencia, un Celta pobre que rozó el empate en el minuto 93 con un gol de Nolito que posteriormente anuló el árbitro, que revisó la jugada con el VAR y, quizás, observó que Gabriel Fernández tapaba desde una posición de fuera de juego la visión del portero en el momento del remate de Nolito.

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