El adiós de un icono del golf
Se cumplen trece años del fallecimiento de Severiano Ballesteros en su casa de Pedreña, después de batallar durante años con la enfermedad tras detectársele un tumor cerebral
Si hubo un día triste para el golf español y europeo, fue sin duda el 7 de mayo de 2011. El día que el mundo despidió a un genio. Esa madrugada Severiano Ballesteros fallecía en su casa de Pedreña después de batallar durante años con un tumor cerebral que le fue detectado en 2008. El genio de Pedreña estaba a punto de embarcar en Barajas en un avión rumbo a Alemania, pero sufrió un desvanecimiento.
A este episodio se sumó otro poco después y Ballesteros fue ingresado en el Hospital de La Paz, en Madrid. Entonces llegó el diagnóstico. Eso no amedrentó a Seve. Siempre había sido un tipo valiente, en el green y fuera de él. Empezaba la lucha titánica para derrotar a la enfermedad.
A pesar de someterse a varias intervenciones apenas tres años después llegó el fatal desenlace. Ballesteros, que se hizo con cinco Majors, tres Open Británicos, dos Másters de Augusta y fue el jugador más joven en enfundarse en la chaqueta verde hasta que llegó Tiger Woods, dijo adiós. La despedida de una figura irrepetible. Una figura que se engrandece por encima de todos sus títulos individuales y colectivos cuando se revisa todo su trabajo en favor del golf en España. Consiguió lo que no había logrado nadie. Dentro y fuera del campo.