«Si esto es bueno para los bolos, bienvenido sea»
José Antonio Abascal, presidente de Riotuerto, analiza el descenso de su equipo, la única víctima del conflicto entre Federación y Apebol al descender como duodécimo
Si esto es bueno para los bolos bienvenido sea, aunque Riotuerto haya sido perjudicado». En José Antonio Abascal (Riotuerto, 1961), cada palabra tiene un significado. ... Duro y veterano acostumbrado a mieles e hieles, en el sentir de su conversación se refleja el dolor por el esfuerzo vano de una lucha entre Apebol y Federación en la que la única damnificada ha sido la peña que él preside. Pese a ello, en cada alegato también se desprende un mensaje: estamos preparados para el futuro.
«He vivido muchos descensos y nunca me he llevado un disgusto como el que me he llevado este año, porque realmente nosotros no teníamos que haber descendido», afirma con rotundidad Abascal, que abrocha: «Ha habido cosas raras, cambios de posturas, traiciones o reuniones para que al final la Apebol acepte los tres descensos a falta de una jornada cuando habíamos decidido pelear. Yo sigo pensando que hubo una intromisión de la asamblea federativa». Una postura que le ha llevado a enfrentarse a otros presidentes y a parte del mundo de los bolos para defender algo irrebatible: el convenio anterior no fue respetado.
José Antonio reconoce que la entidad cañonera ha sido perjudicada «a todos los niveles» por la situación y, más allá de lo ocurrido sobre la bolera, que merece un profundo análisis, cree que la Apebol no ha estado a la altura. «Yo he sido uno de los que más ha peleado para conseguir mantener unida a la asociación y para que sea respetada de cara al futuro. Por encargo de la asamblea yo he llegado a consultar a un abogado para ver qué soluciones teníamos y al final la solución ha sido abandonar al duodécimo», aclara. Un puesto duodécimo que pudo ser para Casar, Sobarzo o incluso Ribamontán, pero que al final se quedó a orillas del Miera. «No sé yo lo que hubiera pasado si ese puesto lo hubiera ocupado otra peña. La Apebol a Riotuerto no le tiene que tener ninguna animadversión. Lo único que he hecho yo en esa asociación como directivo ha sido trabajar. Yo no he conocido nunca una Liga en la que se decida cuántos bajan cuando prácticamente está todo decidido. Eso no ha pasado nunca ni va a volver a pasar ni en bolos, ni en fútbol, ni en petanca, ni en hockey, ni en ningún deporte».
El mandatario de la entidad de La Cavada cree que la guerra «no ha tenido ganadores ni perdedores, sólo una víctima, mi peña». Eso sí, confía en que la firma del convenio entre Federación y Apebol provoque una paz duradera. «Yo pienso que Julián Vélez ha hecho lo que había que hacer. Yo le he reprochado que no lo hiciera en marzo y él me dice que no lo hubiera conseguido ni llamando a todos los asambleístas. Yo discrepo con él, aunque viendo lo que he visto el otro día es probable que tenga razón. Lo siguiente es firmar un convenio para todo su mandato y una vez que se firme, ya tendremos un mandato de tranquilidad».
Más allá de ser el perjudicado de una guerra que nunca debió ocurrir, Riotuerto perdió la categoría después de una segunda vuelta para olvidar... y de alguna polémica arbitral. «Hemos jugado muy mal y hemos quedado los duodécimos merecidamente, eso lo tengo claro. Al mismo tiempo que perdíamos en Liga ganábamos en Copa, el equipo entre semana era uno y el fin de semana otro. Sobre el tema arbitral mejor no decir nada, porque cuando uno deportivamente no está bien mejor no hablar, pero en general yo le diría al comité que debería hacérselo mirar, porque ha sido un año muy malo. Sobre el resto de cosas que han pasado, son 'bolos', entre comillas».
Con todo, la peña afronta 2026 con la moral alta. «Hemos descendido otras veces y pelearemos como fieras, como hemos hecho siempre». Eso sí, el primer aviso llega antes del paseíllo a los jugadores. «No ascender sería un fracaso deportivo, aunque la bolera dictará sentencia».
Una insignia de oro y varias sorpresas en la despedida de año de Peñacastillo
El Hotel Santemar acoge esta tarde-noche, desde las 19.45 horas, la fiesta fin de temporada de Peñacastillo Anievas Mayba, una gala que contará con la imposición de la insignia de oro de la entidad a José Antonio Franco y con varias sorpresas todavía por desvelar. Tras un curso en el que los de Cañas han sido un equipo copero, tanto en categoría masculina como femenina, el balance es positivo dado el nivel de competitividad de sus equipos pese a no haber podido hacerse en esta ocasión con los títulos de Liga.
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