Los campeones, sesenta años después
Reencuentro ·
El equipo infantil del Racing que ganó al Barcelona en la final del Campeonato de España de 1965 se reunió en Villacarriedo para recordar el primer éxito nacional del clubYa no son niños, pero todos los años se quitan el paso del tiempo y se reúnen para evocar aquel sueño de campeones infantiles. Hace ... unos días lo hicieron en Villacarriedo, entre nostalgia y pena por los ausentes, pero también jubilosos por recuperar aquellos momentos de hace sesenta años, cuando se alzaron campeones al derrotar en el campo madrileño de Vallehermoso al poderoso C. F. Barcelona (2-1). Dirigido por Laureano Ruiz, fue la primera vez que un equipo del Racing se proclamó campeón de España.
En la reunión de Villacarriedo solo pudieron desplazarse ocho miembros de aquel equipo: Pedro, Román, Villita, Antonio, Félix, Arguelles, Castanedo y Tazón. Este último, Alfonso Tazón, explica que se reúnen cada año en junio, en torno a la fecha de la celebración de la fase final de aquel campeonato los días 11, 12 y 13 de junio de 1965. «Pero no solo hablamos de aquellos días también lo hacemos de otros tiempos porque luego continuamos jugando en juveniles y en el Rayo Cantabria».

Para comprender el mérito de aquellos chavales -hoy setentones- hay que explicar que en aquel campeonato de España participaron en total 1.047 equipos de todo el territorio nacional. Tras ganar la fase provincial, el Racing tuvo que viajar a Palencia para jugar la fase del sector, derrotando en la final al Claret de Segovia por un contundente cuatro a uno. En la fase final de Madrid los participantes eran los campeones de los seis sectores que se habían celebrado: C. F. Barcelona, Grupo Escolar Moscardó de Alicante, Real Sociedad de San Sebastián, Rayo O. J .E. de Marín (Pontevedra), Juventud Dos Hermanas de Málaga y Racing.
La organización pretendía que el Racing jugara el primer día dos partidos, uno contra el C. F. Barcelona por la mañana, y el segundo por la tarde contra el Grupo Escolar Moscardó de Alicante. El delegado y directivo racinguista, José Emilio Criado, protestó enérgicamente y obligó a que se impusiera el criterio de dos emparejamientos para disputar los cuartos de final, mientras que por sorteo los otros dos equipos pasaran a jugar directamente las semifinales. Los afortunados del sorteo que quedaron exentos de la primera eliminatoria fueron el Rayo O. J. E. de Marín y el Racing.
El C. F. Barcelona derrotó por tres a uno al Grupo Escolar Moscardó de Alicante, mientras la Real Sociedad de San Sebastián superó al Juventud Dos Hermanas de Málaga. En la primera semifinal, la Real Sociedad se enfrentó al Racing. Fue el peor partido de los infantiles santanderinos. El calor de Madrid, que superaba los 30 grados centígrados, afectó a los chavales que sin embargo supieron aguantar las embestidas de los donostiarras que gozaban de una mejor preparación física. El encuentro terminó con empate a cero, y cuando faltaban cuatro minutos para que acabara la segunda parte de la prórroga, Tazón marcó el gol para los cántabros. La alegría de verse en la final duró muy poco, porque tres minutos más tarde, la Real empató y obligó a efectuar los lanzamientos de penaltis, donde los racinguistas se impusieron.
El domingo, 13 de junio, se jugó la gran final. El rival racinguista fue el C. F. Barcelona, que había derrotado fácilmente al Rayo O. J. E. de Marín (4-0). Los catalanes habían causado un grave problema debido a que contaban en su equipo con varios jugadores juveniles de 16 y 17 años, y el Racing, con el apoyo del resto de los equipos, amenazó con la retirada si se permitía alinearlos. Como los catalanes no podían completar el equipo, la organización dejó a los azulgranas jugar con nueve jugadores de 15 años y dos juveniles.
Tazón recuerda que los chavales del Barça eran mejores y con más edad, pero que el Racing era un equipo mejor coordinado, con un concepto de equipo muy arraigado que les había inculcado Laureano: «Yo no sé cómo trabajaría Laureano con los profesionales, pero con nosotros su autoridad nos fascinaba y nos convirtió en un equipo ordenado y eficaz. Nos inculcó disciplina y rigor», asegura.
El Barcelona era el favorito, y más cuando se adelantó en el marcador (1-0) y el partido estaba llegando a su fin. Pero a falta de dos minutos, Antonio Campuzano, 'Ajito', como sus compañeros le llamaban, remató de cabeza un centro desde la banda izquierda que supuso el empate. Instantes después, Ángel Alonso Toca se internó por el centro y su remate fue capturado por las manos de un defensa catalán. Era un penalti clarísimo.
Tazón, el autor del gol de la victoria, recuerda cómo fue: «En las semifinales habíamos eliminado a la Real Sociedad precisamente en la tanda de penaltis y Laureano, nuestro entrenador, ya me había designado a mí para lanzar un penalti en caso de que se pitara alguno a nuestro favor. Eran los últimos minutos del partido y cuando me acerqué a lanzarlo ya sabía que el portero me miraba como para adivinar a dónde iba a dirigir mi tiro. Así que no aparté la mirada de su lado derecho. Cogí el balón mirando al lado derecho, lo puse en el punto de penalti mirando a su lado derecho, comencé mi carrerilla mirando al lado derecho y amagué como si fuera a disparar hacia ese lado, pero envié el balón a su izquierda y le engañé».
Tazón sigue el relato explicando que en la celebración del gol hubo una explosión de júbilo de todos y un delirio de que podían ser grandes jugadores en el futuro, pero ninguno de ellos llegó a jugar en el primer equipo del Racing. «Yo creo que hace sesenta años era más difícil realizar el tránsito hacia el profesionalismo. No había tantas expectativas y la prioridad del camino del estudio y del trabajo cortaban el acceso. Éramos buenos como infantiles y juveniles, pero no tanto como para jugar en equipos importantes», señala Tazón.
«En la reunión de Villacarriedo sentimos añoranza por aquella victoria, pero también pensamos que en Cantabria somos dados a no valorar los méritos de nosotros mismos, como hacen en otras comunidades autónomas», continua Tazón. El goleador decisivo de aquel triunfo sí recuerda que «cuando llegamos a Santander nos recibieron como pequeños héroes. Se celebró en los Campos de Sport un partido de reconocimiento y la junta directiva nos trató como lo que éramos, campeones».
El grupo de aquellos racinguistas, además de la reunión en Villacarriedo, también ha disfrutado esta temporada siguiendo al Racing. «Creo que se ha dado un salto cuantitativo y cualitativo de la afición, sobre todo con gente joven y con las chicas. Nos sorprende gratamente eso», comenta Tazón.
Aquella hazaña de los infantiles racinguistas también fue proclamada por las crónicas deportivas de entonces, y entre ellas, la del célebre Fermín Sánchez ('Pepe Montaña'), en la 'Hoja del Lunes', titulada 'Brindis a unos campeones de España' (12 de julio de 1965). En aquel brindis, el gran periodista e historiador deportivo reconoce que aquella hazaña «ha hecho vibrar, como si tuviéramos la sangre encendida por la juventud, nuestra fibra racinguista», añadiendo que «esa pequeñez vuestra, esa sonrisa infantil que adorna vuestra cara, ese cutis sin bozo, esa timidez vuestra, se transforma en un vigor, valentía, energía y entusiasmo, en el terreno de juego, que superó a vuestros rivales, más fornidos y más entrados en años que vosotros. Es con hechos como se defiende al Racing. Y nadie puede negaros eso, es más, entusiasmarnos ante vuestra página brillante de la historia racinguista».
Fermín Sánchez también reconocía que «por vuestra naturaleza en embrión, débiles de cuerpo, sois unos peques admirables, pero entusiastas y racinguistas, como los que le fundaron. Cuando aquella noche del homenaje vuestro, cuando partíais el pan y el vino con vuestros directivos y cronistas, nos recordaban aquellos muchachos, también infantiles e ilusionados, que fundaron ese club, a quienes vosotros habéis aportado un laurel de gloria que perdurará mientras dure el Racing...».
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