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José Alberto juega con un balón en el entrenamiento de ayer en La Albericia. Javier Cotera
Duelo por todo lo alto con fuego amigo

Duelo por todo lo alto con fuego amigo

Racing y Sporting miden sus fuerzas en El Molinón en un partido sin posibilidad de abrazos deportivos con el liderato en juego y un difícil play off en el horizonte

Marcos Menocal

Santander

Sábado, 8 de marzo 2025, 07:41

Se llama fuego amigo, en la jerga militar, a aquellos disparos que provienen del propio bando.Suelen realizarse por error o accidente. Hay quien lo llama fratricidio, pero no es lo mismo. Porque en el primer caso no hay voluntad, mientras que en el segundo, sí. El Racing y el Sporting son amigos durante todo el año, salvo un par de días, donde se disparan y aunque el fuego es aliado termina haciendo el mismo daño salvo que se pudieran poner de acuerdo –ustedes ya me entienden–, pero que no es el caso.

El Racing necesita ganar en El Molinón (18.30 horas) para seguir siendo líder de Segunda y el Sporting para engancharse a un lejano play off de ascenso del que quedaría casi descartado si no lo hace. Por eso, el fuego de hoy es hermano, o como quieran llamarle, pero apunta donde duele.

Quizás por todo ello, el campo de batalla estará lleno por primera vez esta temporada; más de 28.000 espectadores con cerca de 2.000 uniformes verdiblancos infiltrados en las gradas rompiendo las leyes del arte de la guerra. Algunos todavía ayer hicieron los 200 kilómetros que separan Santander de Gijón para guardar fila en las taquillas y hacerse con las últimas 'balas' de papel. Toma esa. En las gradas, la infantería cántabra estará en inferioridad, obviamente, como en las calles de la ciudad donde han quedado para juntarse en las horas previas. Pero en los bares les abren las puertas como si fueran de casa. No hay problema.

Sin embargo en el campo, no hay bandera blanca. José Alberto, el general de los foráneos fue de los suyos, para añadir más misticismo al duelo. Quiere mantener la racha en su hoja de servicios ante el ejército gijonés a quien dirigió y donde se formó como soldado de banquillo: solo una derrota en nueve partidos. Para ello llega a la batalla con sus mejores hombres disponibles y con efectivos de reserva para las bajas de última hora. Saúl García y Clèment Michelin serán las novedades ante las ausencias de Mario García y Marco Sangalli. El resto del equipo que trate de profanar una vez más El Molinón será el mismo escuadrón que ganó al líder, el Elche, hace seis días con un pequeño cambio en la estrategia. El Racing aquel día retrocedió la primera línea de batalla desconcertando a sus enemigos y sorprendiéndoles con un fútbol diferente al habitual. Le dijo al rival: 'Toma la pelota y te espero con el mazo'. Inapelable. Fue el partido más tranquilo de la campaña. ¿Jugará hoy igual ante un Sporting muy distinto? La respuesta es: no.

Los asturianos son mucho más directos y la intensidad con la que juegan en su estadio no permite regalar terreno. La estrategia de José Alberto apunta a su manual de estilo habitual, con más presión, achicando espacios y evitando que los jugadores de banda rojiblancos como Dubasín o Nico Serrano tengan campo para correr. Jugar en campo rival. Es decir, un escenario distinto al de su último triunfo.

A José Alberto le convenció la pareja Aritz Aldasoro-Víctor Meseguer. Salvo sorpresa, ellos serán los encargados de llevar la bandera hoy –la blanca no, todo lo contrario–. El vasco ha demostrado que es insustituible, por eso la pieza que se alterna es la de al lado; el murciano parece que le ha dado descanso y un poco más, por el momento, a Unai Vencedor, que hasta ahora había jugado 27 partidos de titular.

Y donde tampoco va a haber cambio alguno es en los francotiradores, con un Andrés Martín, a otro nivel, Íñigo Vicente y Juan Carlos Arana. Ellos tres son los que han marcado la diferencia, apostados en la banda y partiendo desde fuera para acabar por dentro. Sus números han mantenido al frente de la clasificación a su equipo cuando las ráfagas enemigas le dilapidaron ventajas históricas y rachas de otros tiempos. Si ellos juegan, el Racing juega.

En ese avanzadilla de tres se ha colado Rober González, desbancando a un inapelable Pablo Rodríguez, que sin hacerlo mal se ha quedado en la reserva sin poder ir al frente pese a merecerlo. Ese es el batallón con el que José Alberto quiere ganar a un Sporting que se desinfló después de las navidades y en el que su colega de galones, Rubén Albés, ha tenido que reinventarse en las últimas semanas dándole vueltas a su libreta. Hoy hay quien dice que podría jugar con una defensa de tres, poco habitual, pero propia para defenderse del «equipo que mejor lo ha hecho hasta ahora», como aseguró ayer el míster. El peligro de los asturianos llega por la velocidad de Dubasín y la efectividad de Campuzano, con quien se emparejarán dos centrales rápidos como Manu Hernando y Javi Castro. Porque Javi Montero es probable que al irse a Sevilla perdiera su silla. En este Racing si pestañeas te quedas sin sitio en el once inicial o sin entrada. No hay más que hablar.

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