El mejor ataque, una buena defensa
Sangalli regresa a la doble faceta de extremo y carrilero como parte de las pruebas por evitar la sangría goleadora
El Racing vuelve a la casilla inicial, como en el Monopoly. Lo primero que se le enseña a un niño aspirante a futbolista es ... a colocarse en el campo y a estar ordenado. Antes, en honor a la verdad, a parar la pelota y a conducirla, pero acto seguido... A no peder el sitio. José Alberto ayer echó mano de su manual del primer curso de entrenador y a grandes males, grandes remedios. Organizó una sesión de trabajo en La Albericia más extensa que otras y trabajó fundamentalmente los aspectos defensivos y de posición, junto con un especial hincapié en la intensidad y la concentración. Es decir, la semana comenzó señalando sin tapujos el problema que tiene su equipo que no es otro que los diez goles que ha encajado en las cinco primeras jornadas, algo que le coloca como el quinto peor conjunto de la categoría en este apartado.
El menú de la mañana vino cargado de ensayos a medio campo durante más de hora y media. Una vez y otra. «El éxito no es un acto, sino un hábito», decía Aristóteles. Si algo no funciona, habrá que mejorarlo volviendo a empezar desde el principio.
En todas las pruebas, no solo las de ayer sino las de todo lo que va de curso, aparece una figura clave, a la que José Alberto parece recurrir para buscar ese equilibrio que no tiene el equipo en defensa: Marco Sangalli. El vasco trabajó en la banda izquierda, como lo hizo en los primeros partidos de Liga, solapando las dos funciones: la de extremo cuando se ataca y la de defensor en una línea de cinco cuando no se tiene la pelota. La capacidad de replegarse que tiene Sangalli, en esta otra vida deportiva que disfruta en el Racing puede ser la llave para la mejora, aunque con esa propuesta, pese a que se ganó al Albacete, Ceuta o al Almería, tampoco se puede decir que el equipo defendiese bien. Sí, resulta curioso o, quizás, tan solo anecdótico, pero cuando el míster decidió dar un paso más en su propuesta y retiró del campo a Sangalli llegó la primera derrota. En apenas treinta minutos, frente a la Cultural Leonesa, la banda izquierda ya había mostrado sus costuras.
Las claves
-
Vuelta al principio Sangalli se encargará de tapar la banda izquierda, algo que trasladaráa Vicente al centro
-
Lo mismo, pero con matices José Alberto ensaya el 4-2-3-1 de siempre, pero conel matiz de que el extremo ocupe el lateral izquierdo
-
Cambios en la zona ancha Peio Canales trabajacomo mediapunta y anteel Córdoba la medulartendrá más músculo
No solo Sangalli ocupó ese puesto ayer, también lo hicieron Jorge Salinas, Mario García y Pablo Ramón. Este último, ejerció como central y como carrilero, antes de retirarse del entrenamiento primero que su compañeros por unas cuestión de control de cargas. También jugó pegado a la banda en Almería la segunda mitad, en lo que fue su debut con el conjunto cántabro.
José Alberto insistió en el trabajo de presión, de apretar al rival, pero también buena parte de su insistencia en La Albericia fue dirigida a la falta de contundencia, alarmante en el caso del partido frente a la Cultural, que el equipo ha mostrado cuando pierde la pelota. Se le vio muy activo en inculcar la necesidad de apretar tras pérdida y de replegarse cuando no se tiene la pelota. Para este último apartado también entraron en escena los dos mediocentros. En esta ocasión, en un equipo durante los ensayos la pareja estaba formada por Gustavo Puerta e Íñigo Sainz-Maza y en el otro, Aritz Aldasoro y Sergio Martínez.
Uno de los aspectos que salió mal el pasado fin de semana fue, precisamente, la composición del dúo de la zona ancha, con Gustavo Puerta y Peio Canales, dos futbolistas más de 'vete y ven', como se suele decir en el argot futbolístico, y menos posicionales. La propuesta futbolística se debilitó al tratarse de perfiles de jugadores a los que les cuesta más trabajo, por tendencia, correr para atrás sin balón. El rival acertó cada vez que se cometió un fallo y el Racing penó.
La semana empezó con un dato claro y es que Peio Canales solo ocupará el centro el campo en caso de necesidad. El vasco ocupó la mediapunta, supuestamente su posición natural, y donde además de jugar más cómodo también es más peligroso. Las bajas y las necesidades obligaron a José Alberto a utilizarlo de pivote, pero sin pleno convencimiento.
Plan A
Lo más probable
La clave de este dibujo es la presencia de Sangalli, el jugador preferido por José Alberto para actuar en esa doble faceta de lateral y extremo que requiere esta puesta en escena, donde el vasco con el balón se incorpora y sin él, se repliega. Todo ello permite jugar a Íñigo Vicente más desahogado y se mitiga la falta de contundencia en la banda izquierda
Plan B
Por momentos, una opción.
La entrada de Sangalli como solución a los problemas de la banda izquierda en defensa sacrifica la presencia de Peio Canales en la mediapunta. Si la ocupa Íñigo Vicente no lo hace su joven paisano.Será decisión de José Alberto dejar a Salinas mucho más posicional y que sea el mediocentro quien ayude y así, podrían formar en ataque los dos jugones.
Plan C
Remoto, pero posible
Sería extraño que Íñigo Sainz-Maza adelantara al flamante fichaje colombiano, Gustavo Puerta, pero sería un modo de armarse con un centro del campo más defensivo. Esto permitiría jugar a los hombres de ataque más libres y podría darle una remota opción a Mario García de volver al carril zurdo. Ayer probó, pero una más entre las pruebas
Noticia relacionada
Facu: «En esta liga si no estás al 100% cualquiera te puede pasar por encima»
Hacerse fuertes
Defensa de cuatro, de cinco, tres centrales... Realmente, lo que busca el cuerpo técnico es hacerse fuerte de una vez y parar la sequía de goles que encaja. El batacazo ante la Cultu, donde desaparecieron perfiles eminentemente defensivos, incluido el propio Sangalli en esa doble función, Álvaro Mantilla o Javi Castro, le han convencido de que la casa la tendrá que empezar por atrás, pese a traicionar un tanto su teoría. «Hay que trabajar más el ataque, porque es más difícil atacar», decía José Alberto cuando apenas llevaba meses en Santander. Han pasado casi tres años y los resultados le dan la razón, su equipo sabe atacar, pero va a tener que preocuparse más de lo esperado por algo que ahora sí, le quita el sueño.
Facundo González emparejado con Manu Hernando, Javi Castro con Pablo Ramón y Jorge Salinas en la banda izquierda fueron algunas de las pruebas. El joven canterano, internacional sub 19 con España, entra en la ecuación cayendo al carril zurdo, donde puede actuar de lateral si el dibujo tiene cuatro defensores o de tercer central cuando se pasa a cinco. Su polivalencia, su dominio del juego aéreo y su juego más posicional pueden ser los argumentos que le han permitido, por el momento, adelantar a Mario García.
Además de hacerse fuerte en la retaguardia, la necesidad de dotar al equipo de mucho más músculo y recorrido que lo que exhibió el pasado fin de semana radica en que si esto ocurre, los jugadores de ataque, los Íñigo Vicente, Andrés Martín, Asier Villalibre o Peio Canales, podrán jugar mucho más respaldados. La poca ayuda defensiva que brinda Vicente, líder en otras muchas facetas, obliga a José Alberto a tapar ese agujero que se crea con garantías; con Sangalli en la banda y el de Derio por dentro o con un mediocentro con más recorrido que cuando se produzca una pérdida no dude en ir a tapar.
En La Albericia también se fueron intercambiando Clèment Michelin y Álvaro Mantilla en el lateral derecho, ambos con dos perfiles diferentes y que le dan a José Alberto varios recursos. Esa banda, la derecha, ofrece menos dudas al míster. Andrés Martín no es que tenga una vocación defensiva, pero los números advierten de que el Racing no sangra por ese flanco tanto como por el otro.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión