El Racing suspende en el ecuador
El Racing no mejora los registros de sus últimos dos descensos al finalizar la primera vuelta
. Al racinguista le faltan dedos para hacer cuentas. Hay quien se descalza para ver si le salen los números y todo. Pero ni con ... esas. El Racing despide el 2019 grogui y al borde del abismo de la Segunda B; por más que trata de sacarle algo positivo a la primera vuelta del campeonato no lo encuentra. Se han completado 21 jornadas y el equipo ha firmado dos victorias, doce empates y siete derrotas. Sus números son de lo más desconcertantes, puesto que nadie ha ganado menos partidos ni tampoco hay un solo equipo que le supere en tablas; pero, además, tiene menos derrotas que el tercer clasificado, el Huesca, contra el que por cierto empató en su campo (1-1) cuando tenía el partido ganado. Pero aquel día pasó lo de casi siempre: un gol de los oscenses en el tiempo añadido. El conjunto racinguista se ha ido de vacaciones hasta el próximo 29 de diciembre en penúltima posición, con 18 puntos, a cuatro de la permanencia y los Campos de Sport encorajinados; señalando a la dirección deportiva como culpable del sufrimiento.
Después de un verano en el que dio tiempo para celebrar el ascenso y disfrutar del regreso al fútbol profesional, la Liga comenzó a trompicones con catorce caras nuevas y con la sensación de que la plantilla quedó descompensada y sin cerrar. A medias. Desde los abrazos en Son Malferit hasta que el pasado sábado la afición silbaba al equipo tras empatar de nuevo in extremis en los Campos de Sport ha pasado de todo. Despidos improcedentes, fichajes que nunca llegaron, cuatro empates sobre la bocina cuando el partido estaba ganado, tres derrotas en los últimos minutos, jugadores que han rendido muy por debajo de lo esperado y un entrenador destituido acabaron señalando directamente a Chuti Molina. El resultado es el que es:este Racing está en la misma situación que lo estaba aquel que descendió con cuatro entrenadores en el banquillo (12-13):Juan Carlos Unzué, Fabri, José Aurelio Gay y Alejandro Menéndez. En aquel despropósito de temporada que empezó mal y acabó peor, el Racing llegó al ecuador de la competición con 18 puntos, a cuatro de la salvación y penúltimo. Al final, descendió. Por aquel entonces había sumado el doble de triunfos (cuatro) que ahora. Puestos a comparar las trayectorias, el último descenso a Segunda B, el que se produjo con Pedro Munitis en el banquillo –en sustitución de Paco Fernández–, se produjo en la última jornada, y transcurridas 21 el Racing estaba fuera de los puestos de descenso con 22 puntos y cinco victorias. Las comparaciones son odiosas.
A la venta 950 entradas para Anduva
El Racing pondrá a la el lunes las 950 localidades nominativas –es preciso facilitar en el momento de la compra el nombre y DNI– que enviará el Mirandés a Santander para el partido en Anduva del día 4 de enero.Los precios son de 20 euros para los adultos y de ocho para los infantiles.
El curso actual está repleto de sombras que solo un mercado de invierno propio de David Copperfield podría subsanar. No es una quimera –aunque sí difícil de creer– pero dos equipos de las últimas cuatro temporadas no llegaron a veinte puntos terminada la primera vuelta –como ahora el Racing– y lograron salvarse. Fueron el Almería (15-16 y el Nastic (16-17). Eso sí, fueron casos extraordinarios.
Y es que la temporada del club santanderino es de lo más titubeante. Salvo en tres partidos, ante el Rayo Vallecano, Girona y Zaragoza, el equipo ha competido contra todos y ha tenido opciones de ganar, pero no lo ha conseguido. El discurso con el que se fueron los jugadores de vacaciones el sábado no es suficiente. «Somos un equipo difícil de ganar», repetía Jordi Figueras, que con su gol salvo un punto ante el Oviedo en el último acto. No dice ninguna mentira el veterano defensa, pero no vale de ninguna de las maneras para salvarse. No llega. El registro más pobre de las últimas temporadas necesario para salvar la categoría fue de 46 puntos. Es decir, que el Racing estaría ahora mismo a 28 puntos. O lo que es lo mismo, debería de sumar diez más en la segunda vuelta de lo que ha firmado en la primera para llegar al mínimo. Francamente complicado.
Sin un patrón
El Racing comenzó el campeonato dejándose puntos incomprensibles. Perdió con un Málaga que llegaba con solo diez profesionales en los últimos minutos (0-1), le empató el Almería (1-1) cuando ya se celebraba el triunfo, empató in extremis con Las Palmas (2-2, perdió con el Cádiz (1-2) en los últimos minutos, hizo tablas sufriendo en El Molinón (1-1), empató de modo cruel ante el Huesca (1-1) y vivió un festival de goles (3-3) ante el Tenerife. En aquel partido hubo de todo, porque jugó al primera peor parte de la Liga y acabó empatando sobre el pitido final. Ante el Dépor el Racing pidió la hora (1-1), ante la Ponfe tuvo suerte y sumó un punto cuando ya se marchaba el público y ante el Lugo ocurrió al revés: se dejó empatar cuando Cristóbal casi festejaba su debut victorioso (1-1). Una auténtica montaña rusa. El Racing no ha ganado ni un solo partido que no haya merecido. De hecho los dos en lo que puntuó de tres fue ante el Mirandés (4-0) y ante el Extremadura (3-0). Difícilmente se puede sacar la cabeza en una situación tan poco propicia.
El cambio de entrenador, que hasta la fecha se ha producido además de en el Racing en el Oviedo y en el Dépor como equipos que pelean por la salvación, no ha mejorado apenas nada. Seis son los partidos que acumula Cristóbal como técnico racinguista y ha cosechado una victoria, dos derrotas y tres empates. Seis puntos de 18 posibles. Un promedio superior al de Iván Ania, que se marchó con doce puntos de 45 posibles, pero también insuficiente.
Aún así, y con un escenario gris, no todo está perdido. Los paupérrimos números del Racing le mantienen contra todo pronóstico a cuatro puntos de la permanencia. Y tiene por encima a cinco equipos en tan solo cuatro puntos: Tenerife (19), Extremadura (21), Lugo (22), Oviedo (22) y Málaga (22). A todos ellos se suma el Dépor, que con 15 puntos es el único que actualmente le mira desde atrás a los cántabros. Eso sí, el arranque de segunda vuelta y de 2020 no es nada sencillo.
Los de Cristóbal se enfrentarán el día 4 de enero al Mirandés en Anduva y después, de nuevo a domicilio, viajarán a Riazor para jugar en un duelo agónico ante el Dépor. El calendario les emparejará a continuación con los rivales de la parte alta de la clasificación: Las Palmas en casa y el líder, el Cádiz, fuera. La cuesta de enero no se presenta asequible sobre el papel, aunque no es menos cierto que salvo frente a los gaditanos y el Zaragoza, el Racing no perdió en la primera vuelta con ninguno de los otros cinco equipos que ocupan las siete primeras posiciones. Pero el resumen es claro: la remontada, si se quiere aspirar a mantener la categoría, debe ser ya a contrarreloj.
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