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El Racing, si se caracteriza por algo, es por ser un equipo ofensivo. Lo fue hace dos temporadas cuando volteó la pizarra táctica con el cambio de entrenador –José Alberto por Guille Romo–, no renunció a ello el curso pasado cuando pecó de inexperto y ha logrado la plenitud de su propuesta esta temporada, donde su verticalidad y capacidad goleadora es su signo de identidad. Y la esencia de todo ello –con permiso de lo demás– descansa en sus cuatro hombres de ataque. Pues bien, después de una etapa en la que ese cuarteto desapareció y con él buena parte del juego del equipo ahora parece que regresa y con un refuerzo de última hora. Lo que era un póquer en este último tramo de Liga ahora tiende a ser un repóquer. ¿Quién da más?
Entre Andrés Martín, Pablo Rodríguez, Íñigo Vicente, Juan Carlos Arana y ahora Karrikaburu han marcado el 75% de los goles del Racing. Los números hablan por sí solos. El delantero navarro se ha sumado a la jugada de mano con la que el tahur José Alberto encaró la partida desde el mes de septiembre. 'Karri', a quien le ha costado mucho más de lo esperado asentarse, llega al último tramo de Liga entonado y con un nivel de aportación digno de ser una de las referencias en ataque, justo cuando más se necesita que aparezca.
Entre los cinco atacantes suman 42 goles, más que siete equipos al completo de la categoría. En las últimas jornadas, cuando no ha sido uno ha sido el otro, pero entre ellos han paliado la falta de efectividad que había dejado fuera de juego al Racing. La recuperación de la pegada a seis partidos para el final puede ser la mejor de las esperanzas.
El póquer primero y, si se permite, el repóquer de ahora, tiene una intrahistoria detrás. La Liga empezó con esa figura de 'los cuatro fantásticos' que la temporada pasada había definido a la forma tan atrevida de jugar del Racing en medio de un casting. La marcha de Peque, el pichichi y uno de los jugadores diferenciales de la plantilla rumbo a Sevilla, si bien había dejado algo más de cinco millones de euros y una posibilidad de subir el límite salarial, a José Alberto le dejó cojo. No iba a ser sencillo sustituir a un futbolista que anotó 18 goles y que con apenas 22 años había encajado perfectamente en la idea del míster. El campeonato empezaba con un déficit demasiado grande. Sin embargo, a las primeras de cambio, quien llegó de Italia para ocupar su puesto, «sin tener que compararse con nadie», como admitía Pablo Rodríguez en los primeros días de racinguista, surtió efecto. El canario comenzó a marcar y a darle al equipo mucho más de lo que en un principio se esperaba. El nuevo encajó con los tres futbolistas que repetían y en quien el club hizo descansar el proyecto:Andrés Martín, Íñigo Vicente y Juan Carlos Arana.
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Durante el verano, la dirección deportiva convenció a la propiedad de que los tres debían de ser las piedras donde se apoyase todo lo demás y sacó la chequera y 'ligó' la jugada que le ha permitido al equipo llegar al lugar donde está.
Renovaciones a largo plazo y dinero, mucho dinero. Para atar a Andrés Martín se pagaron cerca de dos millones al Rayo Vallecano y otro millón y medio al Eibar por quedarse con Juan Carlos Arana en propiedad. A ambos se les firmó un contrato largo (2028) y con Íñigo Vicente se fue más allá aún; el vasco estampó una renovación hasta 2030. Con el trío de ases, solo faltaba que encajase en el engranaje el chico nuevo, Pablo Rodríguez... Y encajó. Los cuatro anotaron 14 de los 19 primeros goles del equipo. La sensación de que se había acertado fue total desde el principio, además de que con ellos el míster no tuvo que renunciar en ningún momento a lo que siempre le pidió su instinto.
Sin embargo, la Liga es muy larga. Para llegar a esta semana, la tercera del mes de abril, a seis de que aparezca la bandera de cuadros, el equipo ha tenido que afrontar valles, llanuras y exigentes desniveles. El repóquer que ahora resulta que puede ser protagonista tuvo momentos en los que dejó mucho que desear. Por el camino, José Alberto probó recambios para alguna de sus cartas preferidas, sabedor de que tarde o temprano la historia empezaría a complicarse. Karrikaburu sustituyó a Juan Carlos Arana tres partidos y el nuevo no hacia olvidar al original. Más tarde, una lesión del canario le abrió las puertas de par en par, de nuevo, al navarro, y 'Karri' no lo aprovechó del todo. El balance de los cuatro partidos en los que fue titular se saldó con un solo gol, un bagaje escaso para quedarse con el puesto y, mucho menos, para ampliar la jugada de cartas a cinco piezas de igual valor.
Las claves
Entre los cinco futbolistas han marcado 42 de los 57 tantos que suma el equipo en global
Todos ellos están firmando o están muy cerca de sus mejores registros desde que son profesionales
En el sistema habitual solo hay sitio para cuatro, pero contar con un efectivo más le da recursos al míster
También Pablo Rodríguez e Íñigo Vicente bajaron el pistón y dejaron de pertenecer a la mano ganadora. Al primero se le buscó sustituto y no salieron pocos: Víctor Meseguer, Rober González, Lago Junior... Hasta que no volvió su mejor versión, la plaza de mediapunta no brilló. Los siete goles del canario es su mejor registro como futbolista profesional.
El caso de Íñigo Vicente es más complejo. Existe unanimidad en que la plantilla no tiene un futbolista que se le parezca. Su fútbol y sus virtudes son tan diferentes que aunque no esté bien es capaz de desnivelar el partido y eso, a José Alberto le basta.
El de Derio ha deambulado durante unas cuantas jornadas hasta el punto de pasar desapercibido, pero aún así ha seguido su carta en la mesa. Sus tres goles es una marca que puede resultar poco llamativa, pero es la misma que firmó el curso pasado donde su aportación fue definida como determinante. Su capacidad goleadora no es la variable por la que se le mide al vasco dentro de ese cuarteto –quinteto a las puertas– que define el juego del Racing.
Y finalmente, Andrés Martín. Es el único que no ha decaído en las 36 jornadas disputadas. Sus quince goles y catorce asistencias le convierten en uno de los tres futbolistas más importantes de la Liga. De los cinco parece el que mejor llega a este tramo del campeonato, definitivo, decisivo y, lo más importante, final. Quedan seis partidos de fase regular y después de tantos avatares, la unidad A de ataque llega a tiempo, antes de que sea demasiado tarde, dispuesta a que el equipo pueda, al menos, cumplir las exigencias del jefe de la banda:«Tenemos que ser nosotros, jugar a lo que sabemos y no renunciar a lo que hacemos bien», confesaba José Alberto. Son cinco y hay cuatro puestos, el que se despiste se queda fuera de la mesa.
Los cinco del repóquer –Andrés Martín, Íñigo Vicente, Juan Carlos Arana, Pablo Rodríguez y Karrikaburu– han anotado 42 goles entre todos. El Racing lleva 57, por los que los otros quince tantos se distribuyen entre nueve jugadores. En todas las líneas hay goleadores; en defensa, Javi Castro (2), Mario García (2), Clèment Michelin (2), Marco Sangalli (3), Suleiman (1) y Javi Montero (1). En el centro del campo, Aritz Aldasoro (2). En el ataque, Lago Junior (1) y Ekain (1).El gol está democratizado en el equipo, aunque, obviamente, la cuota de protagonismo de los cinco futbolistas estrella está fuera de lugar.
Maguette le quitó el puesto a Unai Vencedor y, cosas del fútbol, el domingo jugarán ante el Dépor –salvo sorpresa mayúscula– juntos. Será un centro del campo inédito, ya que cuando salió uno, el vasco, entró el otro, el senegalés, pero esta vez la sanción de Aritz Aldasoro, que vio la quinta tarjeta amarilla ante el Huesca, le deja sin muchas más opciones a José Alberto. Se produce una especie de efecto dominó en la sala de máquinas del equipo, donde el guipuzcoano tan solo faltó a su cita en dos ocasiones.
El equipo descansa hoy y lo hizo ayer. No es la primera vez que el entrenador da dos días de descanso a la plantilla después de jugar un sábado. El cuerpo técnico ha priorizado el descanso y a partir de mañana comenzará a preparar el duelo ante el Deportivo de La Coruña. La ausencia de Aldasoro se suma a la de Juan Carlos Arana, ambas por la misma razón. En principio, las dos bajas están cubiertas.
La otra buena noticia podría darla Javi Montero, a quien ya se le puede ver entrenar con cierta normalidad por La Albericia y está previsto que estos días comience a integrarse en el grupo. Quizás sea prematuro su inclusión en la lista, más si cabe cuando no hay ninguna urgencia porque en su puesto parece asegurada la posición.
Por otro lado, tan solo quedan 900 entradas a la venta para el partido del domingo (16.15 horas).De momento solo tienen acceso a esas localidades los abonados, a quienes, como es habitual, el club da prioridad. Una vez finalice esa ventana, y si queda alguna por dispensar, se abrirá al público en general. Todo hace indicar, y empieza a no ser noticia, que ante los gallegos volverá a llenarse el campo, algo que supondría la duodécima ocasión esta temporada. El Racing mandó al Dépor 850 entradas que se agotarán.
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