Rescoldos de una terapia de choque

«El 'Charles' jugó a lo que tenía meditado y el Racing no. Y además, si el Racing quería jugar de una manera, sinceramente no colocó bien a sus jugadores», explica Santiago Gutiérrez Calle, exfutbolista de ambos equipos, entrenador y el 'jefe' de la cantera racinguista durante más de dos décadas. Su colega en los banquillos regionales, Antonio Carriazo, va más allá. «Lo que se vio es la realidad de la Segunda B. El Racing pecó de pretencioso y pensó que al ser mejor y tener mejores jugadores tarde o temprano iba a terminar ganando jugando a lo que él quería. Que hay que ver a qué quería jugar porque yo no lo tengo claro». Los dos señalan como un error táctico de Rozada que «hasta entonces había jugado de una manera y sin ser brillante había sido efectivo. Y lo cambió en el peor lugar», según insiste Carriazo.

Tras el derbi de San Lorenzo no hubo nadie que no coincidiese en lo reforzado que salió el Laredo, invicto en su campo y con la portería a cero en tres partidos como local, y lo debilitado que se fue el Racing para Santander. La lección con la que se marchó de la villa el conjunto racinguista desnuda a su vez las dudas que planean. El Racing superó al Athletic de Bilbao B y al Alavés B con cierta solvencia y sin que ninguno de los dos equipos le intimidase. Y es que se trata de dos filiales, obligados a tratar bien el balón y a jugar al fútbol que sí domina el equipo de Rozada. «Con ese rival que propone, que le discute la posesión no debe tener problema, pero el Portugalete y el Laredo le han hecho sufrir», asegura Carriazo, un postulado en el que Gutiérrez Calle pone el dedo. «No hay que olvidar que son dos rivales recién ascendidos, con una estructura modesta de Tercera División y que le han adelantado la obligación de adaptarse al otro fútbol que en ocasiones se puede encontrar esta temporada». En un grupo con nueve clubes vascos, al margen de los tres filiales que no dejan de ser equipos de gente muy joven que sigue una orden colectiva de la entidad, lo más normal es que el fútbol que los de Rozada se encuentren «es el que se vio en Laredo y ojo, no sólo a domicilio, porque habrá conjuntos que incluso cuando vengan a El Sardinero seguirán jugando a lo mismo».

El derbi no sólo desnudó ciertas carencias que el Racing tiene en determinados escenarios, sino que también dejó al aire algunos errores en la pizarra del técnico. Más que errores, dudas. «Tengo la sensación que a día de hoy el entrenador no tiene claro el modelo de juego al que quiere jugar», añade al debate Paco Liaño, exfutbolista del Racing y Deportivo de La Coruña -entre otros-. El que fuera Zamora en Primera División opina que «eso de jugar en función de los rivales no es muy propio de un equipo como el Racing, que debe demostrar en esta categoría mucha más jerarquía». Liaño adelanta que «en este grupo se va a encontrar lo del Laredo en casi todos los campos. Es distinto el grupo donde está el Dépor, con campos y equipos con más estructura profesional». Piensa igual Gutiérrez Calle, que repite la posibilidad de que «el míster puede que esté aún confuso y no sabe dónde ni cómo colocar a los jugadores».

Los tres señalan como un error táctico que dejó inutilizado el ataque del Racing en San Lorenzo la posición de Pablo Torre en la banda y la de Álvaro Bustos, ambos a pierna cambiada. «El chaval estaba fuera de lugar». Carriazo va más allá. «A pesar de que Pablo Torre ha demostrado que es un jugador determinante lo que está claro es que donde jugó, lo pierdes. Hay ocasiones en las que lo mejor puede ser no alinearle y no pasa nada. Es peor arrinconarle allí». El canterano se fue inédito; bien porque el Laredo se aplicó al mil por mil en contener el fútbol del joven jugador o bien porque partiendo de tan lejos se apaga cualquier virtud. El propio Torre recibió, como su equipo, terapia de choque.

Por tanto, sin que nadie dude sobre la necesidad de que el Racing necesita adaptarse cuanto antes al fútbol directo, de contacto y práctico, el derbi también dejó en el aire unas preguntas que requieren respuesta. «En los sistemas fallan o aciertan los jugadores y yo ahora mismo veo a algunos que no están. Espero que mejoren porque sinceramente no hacía falta ir tan lejos para traerlos», se pregunta a su vez Gutiérrez Calle. En esa misma línea se expresa Liaño, quien pide «un poco de tiempo para comprobar qué tipo de plantilla ha configurado el Racing, porque lo que he visto hasta ahora no me gusta. Sí el cambio de filosofía del club, pero...».

Ahora bien, hubo brotes verdes. «La única vez que consiguió dar tres o cuatro toques seguidos acabó con una jugada que Bustos mandó al larguero». La frase la firman tanto Gutiérrez Calle como Liaño y con ella se demuestra que a ese fútbol el Racing es y ha de ser mejor que la gran mayoría de equipos de esta categoría, pero es obvio que no siempre se juega a eso y el otro registro, el que no domina, es el que le hace daño y el que de golpe aprendió el pasado sábado. «Yo la verdad es que vi a algunos jugadores como sorprendidos y no sé que les debió sorprender», ironiza el veterano técnico.