Miércoles, 24 de abril 2019, 17:00
Hace tres años once mujeres indígenas aymaras de entre 22 y 50 años que trabajaban como portadoras ycocineras para montañeros en los campos base y montañismo de Bolivia se unieron para escalar cimasvestidas con su atuendo tradicional para demostrar a quienes no confiaban e ellas que podían llegar a lascumbres. En la imagen, practican el descenso de un glaciar en la montaña Huayna Potosí, situada en elnoroeste de Bolivia, a 25 km de La Paz, provistas de crampones, unos de los materiales de alpinismo yescalada indispensables para poder avanzar por los terrenos helados. Esta cima se alza monolíticamenteentre roca, hielo y nieve hasta los 6.088 metros de altitud.
reuters
Hace tres años once mujeres indígenas aymaras de entre 22 y 50 años que trabajaban como portadoras ycocineras para montañeros en los campos base y montañismo de Bolivia se unieron para escalar cimasvestidas con su atuendo tradicional para demostrar a quienes no confiaban e ellas que podían llegar a lascumbres. En la imagen, practican el descenso de un glaciar en la montaña Huayna Potosí, situada en elnoroeste de Bolivia, a 25 km de La Paz, provistas de crampones, unos de los materiales de alpinismo yescalada indispensables para poder avanzar por los terrenos helados. Esta cima se alza monolíticamenteentre roca, hielo y nieve hasta los 6.088 metros de altitud.
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Hace tres años once mujeres indígenas aymaras de entre 22 y 50 años que trabajaban como portadoras ycocineras para montañeros en los campos base y montañismo de Bolivia se unieron para escalar cimasvestidas con su atuendo tradicional para demostrar a quienes no confiaban e ellas que podían llegar a lascumbres. En la imagen, practican el descenso de un glaciar en la montaña Huayna Potosí, situada en elnoroeste de Bolivia, a 25 km de La Paz, provistas de crampones, unos de los materiales de alpinismo yescalada indispensables para poder avanzar por los terrenos helados. Esta cima se alza monolíticamenteentre roca, hielo y nieve hasta los 6.088 metros de altitud.
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Hace tres años once mujeres indígenas aymaras de entre 22 y 50 años que trabajaban como portadoras ycocineras para montañeros en los campos base y montañismo de Bolivia se unieron para escalar cimasvestidas con su atuendo tradicional para demostrar a quienes no confiaban e ellas que podían llegar a lascumbres. En la imagen, practican el descenso de un glaciar en la montaña Huayna Potosí, situada en elnoroeste de Bolivia, a 25 km de La Paz, provistas de crampones, unos de los materiales de alpinismo yescalada indispensables para poder avanzar por los terrenos helados. Esta cima se alza monolíticamenteentre roca, hielo y nieve hasta los 6.088 metros de altitud.
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Hace tres años once mujeres indígenas aymaras de entre 22 y 50 años que trabajaban como portadoras ycocineras para montañeros en los campos base y montañismo de Bolivia se unieron para escalar cimasvestidas con su atuendo tradicional para demostrar a quienes no confiaban e ellas que podían llegar a lascumbres. En la imagen, practican el descenso de un glaciar en la montaña Huayna Potosí, situada en elnoroeste de Bolivia, a 25 km de La Paz, provistas de crampones, unos de los materiales de alpinismo yescalada indispensables para poder avanzar por los terrenos helados. Esta cima se alza monolíticamenteentre roca, hielo y nieve hasta los 6.088 metros de altitud.
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Hace tres años once mujeres indígenas aymaras de entre 22 y 50 años que trabajaban como portadoras ycocineras para montañeros en los campos base y montañismo de Bolivia se unieron para escalar cimasvestidas con su atuendo tradicional para demostrar a quienes no confiaban e ellas que podían llegar a lascumbres. En la imagen, practican el descenso de un glaciar en la montaña Huayna Potosí, situada en elnoroeste de Bolivia, a 25 km de La Paz, provistas de crampones, unos de los materiales de alpinismo yescalada indispensables para poder avanzar por los terrenos helados. Esta cima se alza monolíticamenteentre roca, hielo y nieve hasta los 6.088 metros de altitud.
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Hace tres años once mujeres indígenas aymaras de entre 22 y 50 años que trabajaban como portadoras ycocineras para montañeros en los campos base y montañismo de Bolivia se unieron para escalar cimasvestidas con su atuendo tradicional para demostrar a quienes no confiaban e ellas que podían llegar a lascumbres. En la imagen, practican el descenso de un glaciar en la montaña Huayna Potosí, situada en elnoroeste de Bolivia, a 25 km de La Paz, provistas de crampones, unos de los materiales de alpinismo yescalada indispensables para poder avanzar por los terrenos helados. Esta cima se alza monolíticamenteentre roca, hielo y nieve hasta los 6.088 metros de altitud.
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Hace tres años once mujeres indígenas aymaras de entre 22 y 50 años que trabajaban como portadoras ycocineras para montañeros en los campos base y montañismo de Bolivia se unieron para escalar cimasvestidas con su atuendo tradicional para demostrar a quienes no confiaban e ellas que podían llegar a lascumbres. En la imagen, practican el descenso de un glaciar en la montaña Huayna Potosí, situada en elnoroeste de Bolivia, a 25 km de La Paz, provistas de crampones, unos de los materiales de alpinismo yescalada indispensables para poder avanzar por los terrenos helados. Esta cima se alza monolíticamenteentre roca, hielo y nieve hasta los 6.088 metros de altitud.
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