Hilario Ubiedo
El especialista valenciano participa este fin de semana en un congreso que reúne a la élite del espeleosocorro en Ramales de la Victoria
A Hilario Ubiedo (Valencia, 1972) sus padres le inculcaron el amor por la montaña cuando era niño; pero a él le interesaba también conocer lo ... que había dentro de ella, en las cavidades que horadan la tierra. «Es algo que he llevado en la sangre», dice el presidente de la Federación Española de Espeleología, que este fin de semana participa en Ramales de la Victoria en un congreso de seguridad y rescate en sistemas subterráneos organizado por el Gobierno de Cantabria en el que más de un centenar de expertos nacionales e internacionales abordarán el futuro de esta disciplina a nivel mundial en diversas ponencias. «Las cosas están cambiando muy rápido y debemos estar preparados para mantener la seguridad», dice el experto.
-¿A qué se refiere?
-A que cada vez hay más gente en las cuevas y esto tiene mucho que ver con la cantidad de información que hay en internet. Ahora cualquiera puede ver imágenes y vídeos en redes sociales y decide adentrarse en lugares donde no se debe entrar si no se está convenientemente preparado.
-Hay mucho imprudente.
-Hay mucha gente que no comprende que la cueva puede ser un lugar muy hostil, sobre todo por el frío y la humedad. Puede que estés caminando sin problemas pero en cuanto te quedas parado, te das cuenta de lo que pasa, sobre todo si has sudado, etc. Hay que tener mucho cuidado y saber cuales son tus limitaciones.
-Los rescates se están multiplicando precisamente por esto.
-Es que todo parece muy fácil si ves a un 'influencer' hacer algo en Instagram o en TikTok, pero a la hora de la verdad hay que saber muy bien dónde te metes, qué material llevas, qué preparación tienes, etc. Hay gente que se ha quedado sin luz, que ha sufrido hipotermias, que se ha perdido... Las cosas que pueden pasarte son muy variadas.
-Y también están las imprudencias, como no hacer caso de los avisos meteorológicos.
-Evidentemente. Si por ejemplo hay una alarma por lluvias, lo que no puedes hacer es meterte en un sumidero; porque si piensas un poco, te das cuenta de que corre peligro de inundarse. En muchas comunidades autónomas se está cobrando la factura de los rescates cuando se observa una imprudencia de este tipo.
-En Cantabria no se cobran los rescates pero sí se ha llegado a multar a unos espeleólogos que se adentraron en una cueva sin avisar al 112, que es un imperativo legal.
-Es lógico. De alguna manera hay que poner límites y organizar un poco todo esto porque al final de lo que se trata es de personas que se ponen en peligro muchas veces sin saberlo y no puede ser.
-Ustedes se dedican, entre otras cosas, a formar a espeleosocorristas.
-Es una de nuestras labores en toda España, sí. Porque lo primero que entendemos es que el rescate empieza por uno mismo, o por tus compañeros.
-Son quienes están más cerca, quienes pueden dar una asistencia primera.
-Todo esto empieza en los años 50 del pasado siglo, con el rescate del legendario Marcel Loubens. A partir de ese momento nos dimos cuenta de que no había gente formada para rescatar a los mejores y de que teníamos que ser nosotros mismos los encargados de hacerlo. Hay que pensar que se han llegado a organizar rescates con equipos de hasta 700 personas, y a más de 1.800 metros de profundidad.
-Parece ciencia ficción.
-No lo es tanto si te pones a pensar en que hay que organizar equipos para ir turnándose en labores como ampliar espacios de la cavidad para que pase la camilla, montar hospitales intermedios para atender a los heridos... Esto es un mundo que tiene muchas posibilidades y en el que se ha ido avanzando muchísimo, tanto como se ha avanzado en las técnicas de espeleología.
-En Cantabria, que es lo más parecido a un queso gruyer, se encuentran en su salsa.
-Cantabria tiene subsuelo suficiente como para seguir explorando durante siglos. Es increíble el mundo subterráneo que hay aquí y que no tiene parangón nacional, europeo ni mundial.
-La labor de investigación es uno de los fundamentos de la espeleología.
-Claro, es que de hecho es uno de los más importantes, la esencia. Hay que pensar en el origen de las palabras 'spelaion' (que en latín significa caverna) y 'logos' (que es tratado o estudio). Investigar el subsuelo es importante para entender su estructura y alcance, pero también para conocer los sistemas hídricos y la fauna que lo habita. Hay muchos organismos que viven allá abajo y que son muy diferentes a los que estamos en superficie. Es apasionante. Uno de los últimos descubrimientos ha sido el de unas bacterias que viven en esas profundidades y que son capaces de descomponer el plástico porque se alimentan de ello. ¿Imaginas lo que se podría conseguir con ello para descontaminar el planeta? Hay muchas cosas por entender de lo que tenemos bajo nuestros pies y por eso es importante seguir investigando.
-¿Qué siente cuando accede a un espacio en el que nunca nadie más ha estado?
-Es una sensación extraña de que todo está impoluto. Porque aunque entres en un lugar que ha estado poco visitado, lo notas. Si no ha habido nadie antes, hay una magia especial que se nota. Luego cada cual tiene una sensibilidad y lo vive de una manera. Muchas veces me he quedado boquiabierto contemplando el paisaje subterráneo, sobre todo si se trata de una gran galería, un gran lago, y luego inmediatamente piensas que nunca nadie lo había visto antes.
-Llegó a la presidencia de la Federación Española apoyado por sus compañeros.
-Todo empezó con mi primer curso de iniciación de espeleología. Me cautivó y seguí formándome. Luego vino la Federación valenciana y después de varios años en que no había existido la Federación nacional, por diferentes problemas, volvió a ponerse en marcha y tras el fallecimiento del que entonces era presidente, los compañeros me auparon para que tomara el relevo y acepté. Aquí estoy para intentar hacer las cosas de la mejor manera que puedo.
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