Los montañeros exigen que el Plan de Picos apruebe un acceso a pie sin restricciones
Opinan que el nuevo texto, que salió a información pública el 1 de marzo, contiene «incongruencias y fallos en la redacción que deben subsanarse»
Tal era la expectación con que se esperaba el nuevo Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Nacional de Picos de Europa (Prug), ... que su salida a consulta pública el pasado 1 de marzo en el Boletín Oficial de Cantabria ha provocado un revuelo sin precedentes. «El texto necesita revisarse en múltiples puntos. Necesita añadir muchos matices», dice José Antonio Ruiz, vocal de la Federación Cántabra de Deportes de Montaña y Escalada (Fcdme). Desde la gestión del Parque se asumen los «posibles errores y los problemas en la interpretación del texto», pero se advierte de que «precisamente para eso está el periodo de información pública, que finaliza el 1 de mayo, para alegar y arreglar las deficiencias que pueda tener el texto», confirma el director, Ángel Serdio.
Toda esta polvareda encuentra su razón de ser en el tiempo en que Picos de Europa ha vivido instalado en su particular limbo legal. Y es que pasan ya catorce años desde que el Tribunal Supremo suspendiera el Plan Rector en vigor. Ningún gestor había retomado desde entonces la necesidad de establecer un régimen normativo sobre lo que se puede o no se pude hacer en las más de 15.000 hectáreas que ocupa el parque nacional. Y ahora, en el centenario de su inauguración, quizá es el momento oportuno de subsanarlo.
¿Dónde se puede alegar?
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¿Dónde se puede alegar? En la dirección de la Consejería de Medio Rural (Albert Einstein, nº 2, 39011, Santander). También en el Patronato de Picos de Europa (Arquitecto Reguera, 13, escalera B, 1º 33004 Oviedo).
«Lo que hemos hecho las federaciones de montaña de las tres comunidades autónomas implicadas en todo esto, que somos Cantabria, Castilla y León, y Asturias, ha sido presentar una serie de alegaciones conjuntas», aclara Ruiz. El Prug establece los objetivos de planificación, los criterios de gestión y la zonificación del espacio protegido, así como la relación de actividades incompatibles y compatibles, y las condiciones bajo las que pueden desarrollarse.
«La primera y más importante tiene que ver con la movilidad dentro del parque. Algo que puede afectar mucho a los ganaderos. Porque hay que recordar que este es el único parque nacional español donde la gente vive», remarca el vocal de la Fcdme. Y es que el documento desgrana en su artículo 41 (Del régimen general de acceso al visitante): 'Con carácter general el acceso a pie es libre en todo el Parque Nacional, con limitaciones [...] En la Zona de Uso Restringido (es decir, por encima de los 1.800 metros, justo donde alcanza la estación superior del cable), el tránsito se realizará únicamente por los senderos, veredas y trochas'.
Las principales reivindicaciones
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Acceso libre Las tres federaciones de montaña coordinadas de Asturias, Cantabria y Castilla y León exigen el acceso libre a pie al Parque Nacional.
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Líneas eléctricas La petición exigirá que se balice el cableado «no solo para preservar la protección de las aves, sino para prevenir accidentes con los helicópteros de rescate».
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Revisar límites Hay espacios protegidos que afectan a la circulación y que han sido mal delimitados, según los montañeros. Es el caso, por ejemplo, del Helero del Trasllambrión o el de La Forcadona.
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Refugicos Al menos en la vertiente cántabra del parque, los refugios se encuentran en condiciones poco higiénicas y a falta de reparaciones
«Esto cambia la esencia del montañismo porque a partir de ahora no vamos a saber con exactitud si estamos cometiendo una ilegalidad al circular libremente por esas zonas de alta montaña, muchas de ellas sobre roca desnuda, donde no hay ni senderos, ni veredas, ni trochas», protesta Fernando Calvo, uno de los guías de montaña que están liderando las argumentaciones contra el documento en redes sociales. «Lo que pasa es que tiene incongruencias y fallos en la redacción, y han de subsanarse».
Una redacción «matizable»
La dirección del Parque entiende que la redacción del texto puede dar lugar a «malas interpretaciones en algún punto concreto». «El texto pretende contemplar con esas palabras el acceso libre, y las principales restricciones en esta materia irán dirigidas a la limitación del uso de vehículos a motor», aclara Ángel Serdio. «Lo que no se puede pretender, por ejemplo, es abrir una nueva vía de escalada sin permiso. Si a eso se llama libre acceso, pues es discutible, claro», agrega antes de lanzar un dardo a quienes avivan el debate en internet. «Creo que la gente lee dos matices en redes sociales y comienza una batalla dialéctica sin haber leído realmente el texto. Por eso digo de verdad que puede haber párrafos o artículos que deban ser revisados, sobre todo en cuanto a la redacción, pero para eso está el periodo de información pública», detalla Serdio.
Todas las alegaciones deberán ser contestadas y argumentadas. La Ley lo exige para que el documento sea definitivamente aprobado, en este caso y según lo previsto, para 2020. Pueden presentarse vía online -es preciso firma electrónica o DNI digital-; o por correo ordinario, en cualquier ayuntamiento, dirigido a la sede del Patronato de Picos de Europa o a la Consejería de Medio Rural.
Dicen algunos profesionales que el documento ha pasado por muchas manos. Que a la redacción del primer borrador encargado a instituciones externas le siguió la corrección y matización de las tres direcciones implicadas en el Parque. Que eso ha derivado en un texto espeso, a veces confuso, que puede dar lugar a subjetividades. «Lo que no podíamos hacer era continuar sin norma. Tal vez la redacción no sea la más afortunada en algún párrafo, pero por lo menos ahora tenemos algo sobre lo que trabajar», remata Ángel Serdio.
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