Santander reúne a un centenar de profesionales que «recetan naturaleza» para la salud física y mental
SEO/BirdLife organiza un encuentro en La Magdalena con motivo de la celebración del Día Mundial de la Salud Mental
Santander reunió esta semana, con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, a un centenar de profesionales para debatir la importancia de la naturaleza ... para la salud. Bajo el lema 'Compartimos vulnerabilidad defendamos nuestra salud mental', la cita tuvo lugar en el Palacio de La Magdalena y fue organizada por SEO/BirdLife en el marco del proyecto Santander Capital Natural, coordinado por la concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de la ciudad.
Participaron profesionales de la investigación, la sanidad, los derechos sociales y la conservación urbana, junto a personal técnico de administraciones públicas, docentes, urbanistas, profesionales del diseño del paisaje y representantes de entidades sociales.
«La planificación urbana de Santander, poniendo la naturaleza en el centro a través de su plan de infraestructura verde, debe tener como uno de sus objetivos fundamentales garantizar la salud y el bienestar de la ciudadanía de Santander», consideraba Margarita Rojo, concejala de Medio Ambiente de Santander durante la apertura de la jornada.
Para Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife, «cuidar la biodiversidad es también cuidar a las personas. Con esa visión, en SEO/BirdLife hemos creado el Área de Salud, Bienestar e Inclusión, que abre nuevas vías para integrar la naturaleza en nuestras decisiones, nuestras ciudades y nuestra forma de vivir. La conservación no puede ser solo una tarea técnica, debe ser una causa ciudadana, emocional y cotidiana. Trabajamos para que la conexión entre salud y naturaleza se incorpore en las agendas públicas, en los sistemas sanitarios y educativos, y en los planes urbanos».
«La infancia debería de pasar, al menos, una hora al día al aire libre para mejorar su salud». Esta afirmación acerca de la necesidad de permitir y favorecer que la infancia mantenga una dosis diaria de contacto con la naturaleza fue defendida por los pediatras especializados en salud ambiental, Juan Antonio Ortega y Elena Codina, que aportaron distintas investigaciones que avalan sus premisas. Cada uno de ellos coordina sendas unidades de salud ambiental en Murcia y Barcelona, en las que tratan a niños supervivientes de cáncer o con otras patologías relacionadas con el sedentarismo, el uso prolongado y obsesivo de pantallas o la exposición a tóxicos en el entorno familiar del enfermo. De ahí la necesidad de que desde la atención primaria «se recete naturaleza, como ya ocurre en países como Canadá«.
Por otro lado, Cristina Linares, codirectora de la Unidad de Referencia en Cambio Climático, Salud y Medio Ambiente Urbano del Instituto Carlos III, relató algunos problemas de salud agravados por el cambio climático, como son «la aparición de enfermedades tropicales, el agravamiento de las alergias respiratorias o las muertes por golpes de calor». Asimismo, recalcó la necesidad de «ir más allá de la creación de refugios climáticos naturalizando de manera generalizada las ciudades para hacerlas más habitables y accesibles a toda la población».
Parques y áreas verdes accesibles
«Una rotonda ajardinada no puede ser disfrutada para realizar una actividad física», comentaba Virginia Carracedo, investigadora del Departamento de Geografía de la Universidad de Cantabria, que añadía que «solo el 41% de los espacios verdes públicos de Santander son espacios verdes efectivos, y contribuyen a mejorar el bienestar de la población».
Asimismo, Marta Cano, secretaria de la Asociación Amica, recalcó la importancia de tener en cuenta las necesidades de accesibilidad de las personas con discapacidad en el momento de la planificación de los espacios, de manera que se garanticen los derechos de acceso en igualdad de oportunidades. «Cualquier persona puede acceder a un espacio mediante una rampa, sin embargo, no todo el mundo puede subir escalones», recalca Cano, convencida de que «el contacto con la naturaleza es mejora la salud y el bienestar de las personas con enfermedad mental».
Diversas investigaciones, presentadas por Jose Antonio Corraliza, catedrático de Psicología Ambiental por la Universidad Autónoma de Madrid, afirman que el tiempo de recuperación de una situación de estrés «es mucho menor en un ambiente natural que en un ambiente urbano». Bajo este mismo paraguas Carolina Hernaiz, trabajadora social del Centro de Inserción José Hierro, presentó el proyecto 'Echando raíces'. Esta iniciativa convierte la naturaleza en una «medicina con increíbles efectos secundarios, una herramienta transformadora que favorece la recuperación de la autoestima, el bienestar emocional y la preparación para la reinserción social«.
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